¿Es posible conseguir que en un medio plazo los países de todo el mundo dejen de emitir dióxido de carbono a la atmósfera? El compromiso es conseguir mitigar el impacto del cambio climático en el planeta y, por eso, se han tomado medidas a nivel internacional con el objetivo de lograr en pocos años lo que se conoce como neutralidad de carbono. No es una meta fácil y exige el compromiso de todos -estados, agentes económicos y ciudadanos-, pero es la única manera de frenar el calentamiento global provocado por la emisión constante de gases de efecto invernadero.
Si hablamos de neutralidad de carbono, es muy posible que este término te resulte algo desconocido. Sin embargo, si te contamos que también se conoce como huella de carbono cero, la cosa quizá cambia, ¿verdad? En definitiva, se refiere a la consecución de que las emisiones de dióxido de carbono netas sean iguales a cero, equilibrando así la cantidad de dióxido de carbono liberado a la atmósfera con una cantidad equivalente retirada de la atmósfera. Las gallinas que salen por las que entran, podríamos decir.
Alcanzar la neutralidad del carbono es uno de los principales compromisos adoptados en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de 2015, en el llamado Acuerdo de París.
Los objetivos de la carbono neutralidad se han fijado para la segunda mitad del siglo XXI, con la meta de mitigar los efectos del cambio climático a través de una serie de medidas que ya están implantando los países para que las futuras generaciones puedan beneficiarse ya de ese equilibrio.
Ahora que ya sabes qué es la neutralidad de carbono, es necesario que conozcas también por qué es importante lograr ese objetivo global.
La Unión Europea se ha comprometido a alcanzar la neutralidad del carbono para 2050 a través de la nueva ley europea del clima. Hasta 195 países firmaron el Acuerdo de París, que se fija como objetivo limitar el calentamiento global a 1,5 grados centígrados y los países miembros de la UE están obligados a cumplirlo. Suecia, Dinamarca, Francia, Alemania y Hungría son los países más avanzados en ese sentido, aplicando normativas ya encaminadas a lograr sí o sí esa meta común.
Así, el objetivo es que Europa sea climáticamente neutra para 2050. Antes, para 2030, el compromiso es reducir las emisiones de gases, al menos, al 55% respecto a los niveles registrados en 1990.
El Parlamento Europeo establece que la neutralidad de carbono se alcanza cuando se emite la misma cantidad de dióxido de carbono a la atmósfera de la que se retira por diferentes vías.
La ONU, por su parte, establece varias claves para conseguir esta neutralidad climática:
Una de las principales dudas que suscita este ambicioso objetivo climático en todo el mundo es si realmente es posible alcanzar la neutralidad de carbono y, en tal caso, si se está a tiempo de lograrlo antes de la fecha fijada.
Los expertos aseguran que es posible pero advierten de que llegar a esa meta depende del cumplimiento de los compromisos por parte de todos. Y eso requiere de muchos cambios sociales y políticos que debemos asumir.
La Organización de las Naciones Unidas habla de una serie de medidas a corto plazo que son fundamentales para conseguir el objetivo:
Además, a todas estas medidas podemos añadir lo que cada individuo puede hacer para contribuir a la reducción de su propia huella de carbono. Por ejemplo:
En definitiva, concienciarnos nosotros mismos y a los demás de la importancia de reducir nuestra huella de carbono para no cargarnos el planeta de manera irremediable.