Sostenibilidad
¿Es seguro almacenar CO2 para combatir el cambio climático?
Al capturar el dióxido de carbono e inyectarlo bajo tierra, se podría reducir el efecto invernadero en el planeta a largo plazo.
Uno de los gases más perjudiciales para el planeta es el dióxido de carbono. Hoy en día, se produce en gran medida por la acción del ser humano, por lo que estamos en la búsqueda de reducir su impacto negativo. En esta vía de investigación, se ha llegado a la siguiente pregunta: ¿es seguro almacenar CO2 para combatir el cambio climático?
El dióxido de carbono está presente en una gran cantidad de procesos que realizamos en nuestro día a día. Al coger el coche para ir al trabajo o en los procesos de reciclaje de basuras se emite este gas a la atmósfera, con todo lo que ello conlleva.
Ese CO2 desaparece en gran parte gracias a los sumideros de carbono, pero el resto se mantiene en la atmósfera y acelera el cambio climático. Por eso mismo, debemos encontrar una forma de erradicar ese dióxido de carbono y contribuir con el planeta. La filtración del gas bajo tierra podría ser una solución.
Según los resultados de un estudio realizado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), almacenar CO2 bajo tierra podría ser una gran solución para frenar el cambio climático.
El proceso sería el siguiente. Los gases se seguirían emitiendo igual que hasta ahora, con la diferencia de que se capturarían para ser inyectados en grandes almacenes bajo tierra. Deben estar a muchos metros de profundidad.
Se ha calculado que deberá inyectarse en torno a kilómetro y medio de profundidad. Gracias a esto, aunque pase el tiempo y el gas consiga subir hacia la superficie, seguirá a cientos de metros de la atmósfera.
Este gas se transportará a grandes almacenes que estén formados por rocas que sean permeables y porosas. Para que no se escapen, deberán estar bajo otras formaciones que sean muy poco porosas.
De esta manera, se conseguiría retener gigatoneladas de dióxido de carbono que, de otra forma, terminarían en la atmósfera. Ahora bien, ¿todo este proceso es seguro? Sí.
El CO2 va a estar capturado entre diferentes capas de rocas, algunas más permeables que otras. Las que se van a encargar de sellar el gas son las que se encuentran encima de los almacenes.
Al estar a tantos metros de profundidad, es muy complicado que ese gas se escape. De hecho, si las rocas sello se fisurasen (el peor supuesto que se puede plantear), se conseguiría atrapar el CO2 en las capas superiores.
Según el estudio, se habla de que esta medida puede ayudar a que se atrape el CO2 durante millones de años. Los pozos estarán muy espaciados entre ellos, así que no existirá el riesgo de que se conecten.
En resumen, no parece haber ningún peligro con respecto al almacenamiento de CO2 en grandes almacenes subterráneos. La filtración de este gas puede durar millones de años hasta que vuelva a la superficie.
Localizar y sellar el dióxido de carbono es algo complejo, ya que se produce desde diferentes fuentes. Algunas de ellas son sencillas de controlar, pero hay otras que escapan de nuestra mano.
En las fábricas o plantas químicas se puede controlar el dióxido de carbono con relativa facilidad. Lo que se debe hacer es emplazar tuberías que capturen el CO2 y lo dirijan directamente a los almacenes subterráneos.
En la otra cara de la moneda, se encuentran el resto de las emisiones negativas que se producen por el uso de vehículos o durante la combustión de maderas y otros productos.
La naturaleza se encarga de capturar una parte de ese CO2 que se queda en la atmósfera gracias a las plantas (con la fotosíntesis) y los sumideros de carbono (como los océanos).
El resto del CO2 que se quede en la atmósfera se podrá almacenar gracias a los materiales absorbentes. Son aquellos que absorben el dióxido de carbono en algunos procesos, por lo que los podemos aprovechar.
Claro, el principal problema que tienen estos materiales es que es necesario encontrar un lugar en el que “guardar” ese CO2. Con los almacenes que hemos mencionado, se podrá alejar de la atmósfera.
Almacenar CO2 promete ser un método que ayudará mucho a combatir el cambio climático. Gracias a este proceso, se podrá aumentar la cantidad de megatoneladas de dióxido de carbono que se capturan al año.
En consecuencia, avanzaremos a pasos agigantados hacia la descarbonización en el planeta, frenando el cambio climático por el camino y disminuyendo el aumento de las temperaturas.
Por supuesto, este método deberá estar apoyado por el uso de energías renovables en lugar de los combustibles fósiles y más medidas que aboguen por la descarbonización.
Con todo esto, se podrá hacer frente al cambio climático y mantener el planeta en una temperatura más estable. Es un proceso lento, ya que debe cerrarse el agujero que hay en la capa de ozono.
En EnergyGO apostamos por la energía limpia y sostenible con el medioambiente. Si estás interesado, entra en nuestra web o llama al 900 622 700 para que nuestros expertos te informen sobre nuestras tarifas verdes.