Por mucho que se repita el mantra de que el cambio climático es una cosa de todos, lo cierto es que a nivel geoestratégico la lucha se libra país por país y continente por continente. Al fin y al cabo hay mucho dinero de por medio en el impulso de la sostenibilidad.
De ahí que Estados Unidos y China no siempre se adscriban a los acuerdos internacionales para frenar las emisiones de CO2, que Francia esté apostando por la energía nuclear o que Europa se esté convirtiendo en casi una isla de la lucha contra la crisis medioambiental.
¿Por qué el Viejo Continente y no otras regiones? Pues por muchas razones. Hay quienes miran hacia las dependencias que tiene respecto a los combustibles fósiles y quienes simplemente se fijan en los mismos valores que dieron forma a la unión.
Sí, aunque casi nadie habla de ello, en el mismo Tratado Fundacional de la Unión Europea, en su artículo 191 ya se recogen un montón de intencionalidades respecto al cambio climático. La cosa es larga, pero principalmente las políticas de la UE están comprometidas en origen a:
La conservación, la protección y la mejora de la calidad del medio ambiente
La protección de la salud de las personas
La utilización prudente y racional de los recursos naturales
El fomento de medidas a escala internacional destinadas a hacer frente a los problemas regionales o mundiales del medio ambiente, y en particular a luchar contra el cambio climático.
De ahí a unirse a todos los tratados y acuerdos —como el de París— solo hay un paso. Ahora bien, lejos de promesas y teorías ¿qué está haciendo Europa contra el cambio climático? Pues no hay mejor pregunta que hacerse en el Día de Europa.
Así es, hoy se conmemora el aniversario de la Declaración de Schuman de 1950, en la que el ministro francés de asuntos exteriores apagaba los fuegos de posguerra y ponía las bases de la Comunidad Europea del Carbón y el Acero (CECA), que luego se convertiría en la UE moderna.
Las personas no nos concenciamos hasta que tenemos al enemigo en la puerta de casa. Y para esto no hay más que dar algunos datos sobre los efectos que ya está teniendo el cambio climático en Europa. ¿Sabías que el pasado verano fue el año más cálido del que se tienen registros?
Suena increíble, pero el continente ya registra temperaturas 2 grados superiores a lo que vivían nuestros antepasado en la era preindustrial a mediados del siglo XVIII. De hecho, el 2021 fue uno de los 7 años más cálidos vividos desde 1850 según datos del programa Copernicus que mueve la Comisión.
¿Más pruebas? El nivel del mar ha subido 9 centímetros desde 1993 y en los últimos meses se han multiplicado los efectos metereológicos extremos. Nos referimos a las inundaciones y principalmente los incendios. Seguro que te suenan noticias recientes.
A esto se suma la desaparición de especies por la destrucción de los ecosistemas y la aceleración de la desertización, un problema que afecta especialmente a los países del sur y en concreto a España. Hasta el 75% de nuestro país se considera ya que está en grave peligro, y un 20% se cataloga como "degradado".
Por todo esto la Unión Europea decidió hace poco acelerar sus planes y acortar objetivos para meter presión a los países que tienen que promover la transición energética. Es decir, luchar más y más rápido contra el cambio climático.
Ya en 2017 la UE logró reducir casi un 22% sus emisiones respecto a 1990. En diciembre de 2020 se dio un nuevo impulso a los esfuerzos en consonancia con el Acuerdo de París, para recortar hasta un 55% la generación de gases de efecto invernadero de aquí a 2050. Antes se proyectaba un 40%.
Todo esto un año después se consolidó en la Ley Europea del Clima. Es uno de los pilares principales de la Unión para frenar el desastre medio ambiental junto al conocido como Pacto Verde. Puedes consultarlo desde [aquí mismo].
Y si quieres datos concretos, siempre podemos irnos a los que se marcan en torno a las restricciones al tráfico rodado. Vamos, lo que te aplican por utilizar un coche muy antiguo y contaminante en Madrid o Barcelona, por ejemplo.
Los objetivos fueron actualizados hace poco, elevando las exigencias hasta el 50% de reducción de CO2 respecto a 2021 en 2030. Esto implicaría que la media del sector del automóvil debería estar en 47,5 g/km de CO2 y no en 59,37 g/km como estaba previsto. Estas eran las referencias iniciales:
¿Todavía no tienes un coche eléctrico? Pues es buen momento para empezar para pensar en él porque los objetivos suponen que en menos de una década debería hacer 30 millones de vehículos cero emisiones por las calles. Ah, y porque la Euro 7 está a la vuelta de la esquina (2025).
Ya hemos hablado de la Ley Europea del Clima, pero esta es solo la punta del iceberg. La Unión se ha tirado a la piscina en un montón de cuestiones que tienen que ver con la protección del medioambiente durante las próximas décadas.
La acciones se engloban en el Pacto Verde, la propuesta general para alcanzar la neutralidad de carbono en 2050, modificando normativas y actualizando reglamentos comunitarios. Si quieres más info echa un vistazo al Objetivo 55.
Conjunto de medidas para afrontar los efectos secundarios que tendrán los compromisos medioambientales en la economía y la población. Su objetivo es crear un sociedad resiliente frente al cambio climático.
Entre otras cosas, ampliando las zonas marinas y terrestres protegidas en Europa, recuperando los ecosistemas degradados reduciendo el uso y la nocividad de los plaguicidas, y aumentando la financiación de las acciones.
Transformar el sistema alimentario garantizando suficientes alimentos, y haciendo que sean asequibles y nutritivos, sin superar los límites del planeta, apoyando una producción alimentaria sostenible y promoviendo un consumo de alimentos y unas dietas saludables más sostenibles.
A grandes rasgos consiste en lograr que la industria del continente sea más resiliente e independiente de países terceros, para que pueda liderar la transición ecológica y digital sin tantos obstáculos.
Son más de 30 medidas que buscan el diseño de productos sostenibles y "la circularidad de los procesos de producción y el empoderamiento de los consumidores y los compradores públicos".
Se enfoca en las TIC, las baterías, los envases, los plásticos, la construcción, los textiles y hasta los alimentos.
Programa que busca la homogeneidad en los esfuerzos de cada país para combatir el cambio climático. No le va a costar lo mismo adoptar medidas a España que a Alemania, y así con el resto de países.
Se ha creado el FTJ con 17.500 millones de euros en ayudas para pymes, investigación e innovación, tecnologías limpias y reducción de emisiones, reciclaje profesional de trabajadores y asistencia en la búsqueda de empleo. A la larga se distribuirán entre 65 000 y 75 000 millones hasta 2027.
El objetivo es la descarbonización del sector de la energía, que ahora es responsable del 75% de las emisiones.
Para ello busca apoyar el desarrollo y la de fuentes de energía más limpias (marina y el hidrógeno), fomentar la integración de los sistemas energéticos y desarrollar infraestructuras interconectadas a través de los corredores energéticos de la UE.
Aquí también se persigue la contaminación cero para "proteger mejor la salud humana, reforzar la competitividad de la industria y apoyar un entorno sin sustancias tóxicas".
La UE persigue plantar 3000 millones de árboles nuevos de aquí a 2030, al tiempo que se promueve la gestión forestal sostenible y ofrecer incentivos a quienes adopten prácticas respetuosas con el ecosistema.
Como ves, el cambio climático en Europa es el auténtico protagonista político, social y económico de la década. Quizás la lucha para frenar el desastre medioambiental si que al final sea cosa de todos.
La conciencia energética y la gestión de recursos han puesto de moda el concepto de cogeneración, que hace referencia al mix de producción.
Los bancos ofrecen tipos de interés más competitivos a través de las hipotecas verdes pensadas para viviendas con una calificación energética elevada.
El tipo de vivienda va a condicionar totalmente el consumo de electricidad que luego se vea reflejado en tus facturas de la luz a final de mes.
Se puede aprender a ahorrar electricidad y ser más respetuoso con el medioambiente tomando inspiración de los mejores podcasts de sostenibilidad.
Aunque el mercado de reutilizados en motores de combustión está muy extendido, los coches eléctricos de segunda mano todavía generan muchas dudas.
Tras más de una década de concienciación, hoy la Hora del Planeta es el evento mundial más importante para fomentar el ahorro de energía.
