Aunque creemos conocer los electrodomésticos de nuestra casa, hay muchas cuestiones importantes que ignoramos. Potencia, funcionamiento interno, eficiencia energética; cosas poco importantes y otras cruciales.
No es culpa tuya, nadie nos enseña ni gestionar este tipo de aparatos, ni a repararlos o detectar posibles averías. En el caso del congelador, por ejemplo, eso pasaría por conocer la temperatura ideal de funcionamiento.
Te parecerá una cuestión anecdótica, pero ¿y si te dijéramos que manejando ese dato podrías ahorrarte mucho dinero en problemas futuros? Este aparato que siempre va asociado al frigorífico es el principal quebradero de cabeza en las épocas de más calor.
Por eso no es extraño que tus dudas al respecto aparezcan durante el verano. Conocer el rango óptimo de funcionamiento del congelador es importante porque de ello depende el uso eficiente de la energía, el mantenimiento óptimo y la conservación de los alimentos.
Desde que en el siglo XIX se inventara el primer sistema de congelación mecánica para transportar lotes de carne de Francia a Londres, los avances tecnológicos han sido incesantes. Hoy, esta herramienta de conservación de alimentos es un elemento doméstico básico.
Los congeladores son los electrodomésticos responsables de mantener nuestros alimentos durante largos periodos de tiempo. ¿Cómo lo consiguen? Congelando las propiedades de los productos mediante bajas temperaturas.
Este proceso hace que la humedad de la comida se convierta en hielo, frenando en el proceso el crecimiento de muchas bacterias.
Ten en cuenta que los microorganismos responsables de que la comida perezca y se pudra no pueden reproducirse a temperaturas inferiores a -9.5ºC, temperatura perfectamente alcanzable por un congelador típico.
De esta manera la carne cruda puede aguantar entre 6 y 12 meses congelada y la de ave entre 10 y 12 meses.
Gracias a los congeladores, el consumo de productos frescos es en la actualidad más sostenible y accesible que nunca. Y sin embargo, muchas personas todavía siguen sin saber cómo responder a la pregunta más importante de todas:
La temperatura óptima de un congelador no está regulada por el consumo del electrodoméstico, sino por el elemento protagonista que reside en él: la comida.
Congelar un alimento no se limita a guardarlo en uno de los compartimentos. Hay factores que influyen en el buen estado de los alimentos, y la temperatura es uno de ellos.
Para poder establecer la más adecuada es importante conocer las propiedades de los diferentes alimentos que se conservarán en él.
Cada uno de ellos cuenta con una serie de características en su composición que debemos respetar si queremos consumirlos tras el proceso. No es lo mismo congelar frutas ricas en azúcar —como las fresas—, que una pieza de pescado o un filete de ternera.
Para ello, vamos a partir de los 0ºC, el punto en el que el agua comienza a convertirse en hielo. Esta temperatura sirve como punto de inflexión para alimentos ricos en agua y azúcares: se comienzan a congelarse a partir de los -12ºC.
En segundo lugar, tenemos las carnes (tanto aves, como carne de terna y de cerdo), las cuales necesitan encontrarse en una temperatura que no sea inferior a los 18ºC. De lo contrario la fibra de la carne podría perder su textura y propiedades.
¿Qué pasa con el pescado? Es, seguramente, uno de los productos más delicados a la hora de congelar debido al imperativo de matar al parásito anisakis. Según recomienda la OCU, deben someterse a una temperatura de -20ºC o inferior al menos durante 48 horas para poder eliminarlo.
A nivel general, según señala el diario El Confidencial Digital, “lo más ideal sería tenerlo en una temperatura de -18ºC, aunque también puedes variarlo entre los -16ºC o los -24ºC”. Si se abre en pocas ocasiones, se puede mantener a -18ºC y disminuirla a -20ºC durante los primeros días de congelación del pescado.
Si, por el contrario, se hace un uso más habitual del electrodoméstico, lo recomendable es disminuirla a la temperatura indicada por medio para mantener la congelación de los alimentos.
El mantenimiento del congelador es importante para asegurar una temperatura óptima. Ten en cuenta que las veces que se abre a lo largo del día inciden en la pérdida de frío y en el gasto energético y económico.
Según datos de La Sexta, el frigorífico “puede llegar a suponer entre un 15% y 30% de la factura anual de la luz”, por lo que si se hace un uso responsable del mismo, seguramente se logre reducir este coste.
Por ello, lo más aconsejable es abrirlo las veces estrictamente necesarias, tanto para evitar pérdidas de temperatura como un gasto innecesario de energía.
En ese sentido, una de las recomendaciones más importantes pasa por limpiar asiduamente los compartimentos para evitar bloques de hielo que empeoren el sistema de refrigeración y la calidad de los alimentos.
Cosa que también puede llegar a provocar la saturación del congelador. Cuanto más se llenan los cajones, más complicado será disminuir la temperatura.
Ah, y no te olvides de ser metódico. La limpieza y el orden son imprescindibles para que el congelador alcance su temperatura sin someterse a esfuerzos que también puedan provocar una avería.
El etiquetado de estrellas del congelador es tan importante como el del frigorífico o la lavadora. Según la potencia y características técnicas, cada uno de estos electrodomésticos se clasifica con estrellas: desde una hasta cuatro.
Aquellos con una y dos estrellas no enfriarán por debajo de los -6ºC y -12ºC respectivamente, y por lo tanto no serán aptos para congelar alimentos (sí pueden resultar útiles para mantener en frío bebidas).
Por su parte, los de tres y cuatro estrellas, los más habituales en el mercado, sí son adecuados para congelar alimentos, ya que los primeros alcanzan los -18ºC y los segundos los -24ºC.
En definitiva, la temperatura ideal del congelador es imprescindible para que su uso sea lo más eficiente posible, algo en lo que hay que prestar atención y cumplir con las recomendaciones para mantener los alimentos en perfectas condiciones.
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