¿Por qué mi frigorífico no enfría como debería?

12 Julio 2021 13:00

La mecánica avanzada de los electrodomésticos empieza a quedar lejos del entendimiento del usuario normal. Sus piezas son múltiples y su complejidad hace que, cuando comienzan a fallar algunas de sus funciones, nos sintamos obligados a llamar al servicio técnico.

En concreto, a veces, los frigoríficos pueden dejar de enfriar, y las razones pueden ser diversas. Por ello, es importante conocer previamente cómo es su funcionamiento y testar las posibles causas de que su refrigeración haya disminuido.

¿Cuáles son las partes de un frigorífico?

Antes de comprobar qué es lo que ha podido fallar para que tu nevera no enfríe, es importante saber qué lo conforma. Y en este punto, el refrigerante es una de las cuestiones más importantes: es el líquido que, tras evaporarse en el condensador, hace disminuir la temperatura del frigorífico.

Por su parte, el condensador también juega un papel relevante. Es la pieza encargada de gestionar el ciclo del refrigerante para que, al pasar por su tubo de aluminio, convierta el gas en frío y transforme el calor restante de nuevo en frío. Se encuentra en la parte externa de la nevera, por lo que lo reconocerás fácilmente.

Pero el refrigerante necesita distribuirse y evaporarse para poder enfriar los alimentos, una tarea de la que se encarga el evaporador. Y, para poder controlar las temperaturas, está el termostato. Su función consiste en detectar una subida o bajada de la temperatura, para regularla conforme a la ideal o programada.

Además, el ventilador también juega un papel fundamental, ya que es el encargado de mantener el flujo de aire para mejorar el intercambio de calor y se encuentra también en el interior del electrodoméstico.

Hay que tener en cuenta que los frigoríficos No Frost, disponen de un sistema diferente. El congelador genera un frío seco que, gracias al ventilador, se traslada a la zona superior de la nevera, donde logra bajar también su temperatura.

Si el frigorífico no enfría, pero sí congela

Un fallo habitual de la nevera suele ser que el frigorífico no enfría, pero sí congela. Para poder saber qué es lo que sucede concretamente y solucionarlo, uno de los primeros pasos más aconsejables es comprobar que el ventilador funciona.

El hecho de que el congelador funcione sin ningún problema es un indicativo de que la avería está en el sistema de refrigeración de la nevera y que no se debe a ningún fallo del sistema eléctrico.

Es la pieza más visible y su comprobación te permitirá descartarla o no. Si no funciona, asegúrate también de que el motor de la nevera está operativo ya que, de no ser así, aun teniendo corriente, el termostato podría haberse estropeado.

Por ello, si el frigorífico no enfría y hace ruido significa que el motor funciona, por lo que el problema podría estar relacionado con una pérdida del gas refrigerante.

Para asegurarte si se trata de una pérdida del gas refrigerante, comprueba si notas un olor poco común. De ser así, ya has dado con el problema. Hay que reponer el gas y reparar la zona de fuga.

Lo más importante es que evites inhalarlo. El gas de los frigoríficos más antiguos es más tóxico que los actuales. Igualmente, una vez compruebes que se trata de una salida del gas, lo mejor es que llames a un técnico acreditado para que pueda resolver la avería.

¿Y si tampoco congela?

Si lo que te sucede es que tu congelador ni enfría ni congela, el proceso de revisión tiene que ser más amplio. Lo primero de todo es saber si está correctamente conectado a la red eléctrica. Es decir, que tanto el enchufe como el cable de la nevera están perfectas condiciones y que la corriente a la que lo has conectado funciona perfectamente.

Si el fallo se encuentra en alguno de estos casos, lo más recomendable es llamar a un técnico, e incluso, a un electricista si la toma de luz de la nevera es la que ha fallado.

Este tipo de gestiones requieren de personas especializadas, ya que una manipulación sin preparación puede dañar el electrodoméstico o resultar peligrosa para la persona que está intentando arreglarlo.

Por el contrario, si tras hacer la revisión, la conexión eléctrica funciona perfectamente, habrá que continuar la inspección para detectar adecuadamente la avería. En este punto, el fallo puede ser desde algo más superficial como un mal cierre de las puertas, hasta algo más complejo como una pérdida de gas refrigerante.

Comprueba que las puertas cierran sin ningún problema y que la goma del marco también se encuentra en perfectas condiciones. Esta es la responsable de aislar el interior de la nevera y mantener la refrigeración.

Y más allá de estos aspectos de carácter técnico, la ubicación de la nevera también es crucial. Si la cambiaste hace poco de sitio y ahora está en una habitación más cálida, quizá este sea el motivo por el que ha dejado de enfriar.

Otro motivo relacionado con la ubicación que también puede hacer que tu nevera deje de enfriar es que la ventilación externa esté sucia u obstruida. En este último caso deberás separar el frigorífico de la pared y limpiar el ventilador para que vuelva a funcionar correctamente.

Finalmente, aunque es importante conocer los motivos por los que puede fallar tu frigorífico, es aconsejable seguir una serie de pautas para su mantenimiento. Un cuidado adecuado del mismo hará que las probabilidades de que pueda fallar en un futuro disminuyan.

Una limpieza periódica, una descongelación y limpieza de todos los compartimentos ayudará a que siempre se mantenga en óptimas condiciones para seguir funcionando sin problema.

Cuidar de los electrodomésticos es de vital importancia, no solo para evitar averías y asegurar su ciclo de vida completo, sino también para evitar un consumo innecesario de luz.

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