En los últimos tiempos, si has visto algún programa de reformas como el de los hermanos famosos o eres fan de las cuentas de arquitectura e interiorismo, puede que hayas visto el suelo vinílico. Esta técnica es muy útil porque sirve tanto para suelo nuevo como para cubrir uno antiguo.
Este tipo de suelo, gracias a los nuevos materiales que se utilizan para su fabricación y lo barato que es, supone una revolución a la hora de reformar una habitación, casa u oficina. Además, la cantidad de diseños diferentes pueden ayudarte a dar un aire fresco a tu hogar.
Es verdad que el nombre es bastante explicito, pero para que no tengas ninguna duda aquí te vamos a contar todos los detalles del suelo vinílico para que no haya lugar a dudas.
Este suelo está fabricado de material sintético y se hace con diseños que imitan a otros materiales como la madera, el mármol y mucho más que te puedas imaginar. La función de este suelo es imitar a otros materiales sin tener que gastarte tanto dinero en ello.
El suelo vinílico está dividido en diferentes capas que, dependiendo del precio y materiales, será de más o menos calidad.
La estructura se basa en una capa decorativa, una de vinilo, otra de vinilo y finalmente una de base. Así es cómo se divide el suelo de vinilo básico, pero hay otros más gruesos, y más precio. El grosor medio suele partir de 4 mm e iría en ascenso dependiendo del lugar y uso que se le va a dar.
A simple vista parece todo muy guay, pero es cierto que tienes que apuntar ciertos consejos para que al final no te quedes sin suelo en cuestión de un par de días.
Por ejemplo, los fabricantes no recomiendan que instales este tipo de suelo en zonas donde la temperatura pueda ser extrema como -5 grados o más de 40ºC. El problema es que pueden deformarlo y acabar rompiéndolo.
También es recomendable que no instales suelo vinílico en un espacio en el que de el sol directo durante largos periodos de tiempo.
Existen diferentes tipos de suelos vinílicos entonces te vamos a especificar los más comunes para que escojas el mejor para tu hogar.
El más común de todos, el que seguro has visto en algún anuncio o se te viene a la cabeza nada más pensar en este tipo de suelo. Estas losetas de vinilo se unen con otras con el sistema de un puzle (click).
Para instalar este tipo de suelo, el área tiene que estar muy limpia y lisa. Además, es necesaria una pequeña malla que cubra la zona en la que instalarás el suelo. Esto hará que esté mejor aislado y gastes menos dinero en calefacción.
Por lo general lo instala un profesional, pero si te hace ilusión y te ves capacitado, con las herramientas promedio de una casa puedes hacerlo. Eso sí, lo más importante es el instrumento para cortar las piezas y que así encajen a la perfección.
Este es más fácil, aunque tiene lo suyo hacerlo bien bien. Es como aquel forro de libros que se pegaba solo, por lo que es imprescindible que el suelo esté listo, limpio y muy estable. Así, el profesional o tú mismo podréis ir pegando el suelo a los cimientos.
Es importante que no queden burbujas de aire en ninguna parte. Por tanto, cuando una vez tengas todo pegado, expulsa todo el aire por las esquinas como si fuera el cristal protector del móvil.
Este tipo de suelo tiene tablas que se colocan pegadas, pero sin adhesivos. Lo único que utilizan para mantenerse unidas es la presión, así de fácil. El suelo vinílico autoportante es el más sencillo de retirar si hay que reparar alguna pieza.
Es similar al vinilo clic aunque el grosor es menor, sigue siendo resistente. Se unen entre sí y al suelo gracias a un pegamento especial que incluyen. Ojo, ten cuidado al instalarlo, porque como la líes, quitarlo es complicado.
Existen diferentes ventajas de instalar suelo vinílico en tu casa y además no cambian dependiendo del tipo que pongas en tu casa.
Como has podido ver en la explicación de los diferentes tipos de suelos vinílicos, en sí la instalación es bastante sencilla. Aun así, si no te ves seguro, lo mejor es que llames a un especialista.
Es resistente a la humedad (cualquiera de los tipos) por lo que es una buena opción para instalar en cualquier baño o espacio menos ventilado. De esta forma tendrá una mejor imagen mientras mantiene la calidad.
Además, como no deja pasar la humedad, aparecen menos bacterias y manchas. Aunque si esto pasa no tienes de que preocuparte, es supersencillo limpiar este tipo de suelo. Como es impermeable, aunque caiga cualquier líquido no afectará a su estructura para nada.
Otra gran ventaja del suelo vinílico es que, cuando caminas sobre él por ejemplo, la sensación es de calidez sin perder la robustez y calidad. Como tiene una malla por debajo tampoco está excesivamente frío porque el aislante cumple su función a la perfección.
Como en sí lo que tú ves es una “imagen impresa”, la cantidad de acabados que hay en su catálogo es infinita. Lo que tú quieras, seguro que existe, y si no, lo mandas a hacer y ¡listo Calixto!
La más importante de todas es que con este tipo de suelo podrás reducir el uso de calefacción y aire acondicionado gracias al buen aislamiento. Esto se traduce en menos consumo y más ahorro.
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