Nos pasamos todo el día rodeados de agua: la usamos para ducharnos, limpiar la fruta, lavarnos las manos… En este sentido, el sumidero es un elemento crítico de nuestra rutina y comodidad. Te contamos para qué sirve, tipos y cuál elegir en casa.
Todo a nuestro alrededor está rodeado por un sistema muy complejo de tuberías que se encargan de transportar el agua que usamos. Que no tengan fallos es muy importante para que podamos seguir con el día a día.
¿Nunca te has preguntado cómo es posible que no huelan mal? Aunque parece ser un sistema muy sencillo, tiene bastante por detrás que te conviene saber. Nunca sabes si te va a tocar arreglar el de tu casa en algún momento.
El sumidero es una rejilla que se coloca en el suelo y por que va a pasar toda el agua que utilices. Es el punto de unión entre el desagüe y el interior de tu casa, así que es importante que cumpla su función.
El sumidero también sirve para que no se quede agua estancada, por lo que siempre se coloca en el punto más hondo del suelo. De otra manera, no serviría para nada este producto.
Se suelen colocar en los lugares que no queremos que acumulen agua bajo ningún concepto. Lo más normal es que los veamos en las duchas, patios o algunos fregaderos.
Esta pieza está pensada para que te dure mucho tiempo, por eso, se fabrica con materiales resistentes como el PVC o el acero inoxidable. Que no deje mal olor también es muy importante.
Podríamos ponernos a establecer diferencias entre el tamaño de la apertura, el material del que están fabricados, etc. Sin embargo, eso tiene poca importancia. En realidad, se dividen entre sumideros sifónicos o sin sifón.
El sumidero sifónico es el que se suele utilizar en el interior de la vivienda, ya que es el incorpora sifón. ¿Qué tiene de importante? Gracias a esta pieza, se consigue que no queden malos olores.
Es muy importante que no suba el mal olor del desagüe, el sifón se encarga de esto. Su función es que el aire que se desplaza con el agua no suba hasta nuestras habitaciones. Lo consigue gracias a la evacuación por depresión.
El sumidero sin sifón es igual que el anterior, pero no tiene esta pieza. Eso significa que es más sencillo que suba el mal olor. Normalmente se coloca en los exteriores porque el viento hace que se disipe ese aire que pueda subir.
Si crees que el tuyo no está funcionando como debería o que toca cambiarlo por uno nuevo, te enseñamos todo en lo que te debes fijar antes de que vayas a la tienda sin tener ni idea.
Lo primero de todo es que sepas dónde lo vas a colocar. Si es de interior, lo más recomendable es que te quedes con un sumidero sifónico, mientras que los de exterior puedes ser sin sifón.
El tamaño importa bastante, te tienes que fijar en el caudal que va a tener ese sumidero y hacer que tenga un tamaño apropiado. De lo contrario, puede que no sea capaz de cumplir su función.
Por supuesto, deberás colocarlo en la parte más baja del suelo para que pueda funcionar bien. Elegir el material más adecuado también es importante. Por ejemplo, en una ducha sería recomendable que fuera de acero inoxidable.
Si el sumidero de tu casa empieza a darte fallos, pero no tienes intención de cambiarlo, hay varios métodos de actuación. Especialmente si notas que empieza a oler bastante mal.
Si te pasas unos días sin pasar por casa, es posible que aparezca el mal olor porque ya no queda agua en el sifón. Basta con que vuelvas a echar para que se acabe esa peste.
¿No es el caso anterior? Lo más seguro es que se haya atascado. Es muy probable que se hayan acumulado restos de pelo o de la calle y tengas que retirarlos para que vuelva a funcionar como siempre.
Hay varios métodos para acabar con los atoros en estos sumideros. Por ejemplo, puedes utilizar un producto desatascador y dejarlo actuar para que se acabe con los residuos.
Si crees que hay algo sólido al fondo, puedes coger un objeto que sea fino y resistente (como un alambre) e introducirlo en el sumidero. Empuja hasta que consigas que se lo lleve el agua.
Coger una manguera y echar agua a presión en el sumidero también puede ser una buena opción. Especialmente si se hace en el exterior, ten en cuenta que puede ser un lío hacerlo dentro de casa.
Te recomendamos que tengas cuidado y escojas un sumidero que se adapte a las necesidades de tu vivienda. A nadie le gusta que entre mal olor en casa y menos si lo puedes evitar con relativa facilidad.
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El sumidero te ayudará a redirigir el agua que se va a estancar y evitar que se quede atascada en superficies demasiado planas.
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