Todos nos hemos preguntado alguna vez a qué temperatura lavar la ropa para desinfectarla y ahorrar luz. No solo porque lavar la ropa con agua caliente es un tema del que se ha hablado mucho este año, sino porque queremos saber qué podemos hacer para que la colada sea más eficiente sin estropear las prendas y sin dejarnos una fortuna.
Claro que, no solo de grados va la cosa. Al momento de decidir qué programa de la lavadora poner, se abre un mundo de opciones que muchas veces resulta confuso.
Venga, entonces, ¿a qué temperatura lavar la ropa? ¿A cuántos grados lavar? ¿Cómo separar las prendas? ¿A qué hora lavar? ¿Cuánto llenar la lavadora?
¡Como si te viésemos por un agujerito! Sabemos que estás sintiendo la gran tentación de empacar toda tu ropa sucia y volverte a esa tierna etapa de tu vida en la que todas estas cosas "se hacían solas".
Pero, antes de salir corriendo a casa de tus padres, todavía hay algunas cosas que puedes intentar para sobrevivir a tu independencia y a esa montaña de ropa que te mira como diciendo: "Ponte las pilas y deja de acumular, que con la temperatura actual voy a tardar mucho en secarme".
Hemos juntado unos tips de casi Scout en nuestra guía para que sepas a qué temperatura lavar la ropa y de qué manera, sin estropear nada y sin dejarte el sueldo en luz y detergente.
Son muchas las personas que desean saber cómo ahorrar energía con sus electrodomésticos y cuánta luz consume la lavadora. Si eres de lo que priorizan el aspecto económico de la colada, este apartado es el tuyo. Tus próximas coladas serán más eficientes.
Afortunadamente, la tecnología está de tu parte cuando de ahorrar luz se trata. Actualmente, existen muchas lavadoras en el mercado cuyo principal cometido es el ahorro energético. Quizá sean un poco más caras que otras sin esta preocupación, pero si te la puedes permitir, la diferencia de precio se verá amortizada en poco tiempo.
Truco de esos de toda la vida que funcionan de miedo. Acumular una cantidad de prendas capaz de aprovechar al máximo la capacidad y los programas de la lavadora te ayudará a optimizar tanto el uso de la electricidad, como el gasto de detergente e incluso el tiempo que dedicas a esta tarea del hogar.
Novatada máxima donde las haya, lo de poner detergente como para lavar a Brasil es algo que hemos hecho todos y que, no solo no tiene sentido, sino que puede estropear tu ropa y tu lavadora. Además, cuentas con muchas papeletas para que la ropa salga todavía un poco espumosa y te toque repetir la colada.
Evita este fracaso doméstico leyendo bien las instrucciones del detergente y recuerda que el agua y el movimiento amplifican el efecto del jabón con lo cual, ante la duda, casi mejor quedarte un poco corto que pasarte.
Siempre y cuando la suciedad de las prendas, su composición y las recomendaciones sanitarias lo permitan, lava con agua fría (por debajo de 30ºC) para conseguir una colada más eficiente.
Aumentar grados en el agua de la colada suele tener una función específica: proteger un tipo de textil y/o desinfectar una prenda. Ocasionalmente, también puede ser un requerimiento concreto de algún detergente para activar algún compuesto. Suponiendo que no cumples ninguno de esos casos, una colada a 30ºC o a 40ºC será suficiente para que la ropa salga limpia.
A la mayoría de los gatos les súper encanta pasarse la tarde observando el movimiento casi hipnótico del tambor de la lavadora. Vale, si tu intención es entretener a tu gato, pon el programa más largo que puedas. De lo contrario, si lo que quieres es lavar correctamente y ahorrar en la factura de la luz, adapta la duración del ciclo de lavado a lo que realmente necesita tu ropa. Prometemos que tu gato estará contento con cualquier programa que elijas.
Ok, pero, ¿cómo saber qué programa necesita la ropa?
Fácil, hay tres criterios para decidirlo: por el tamaño del bulto de ropa (muchas lavadoras indican sus programas por kilos), por el tipo de prendas (algodón, delicado, etc...) y por el nivel de suciedad.
Posiblemente, este sea el Santo Grial de las lavadoras, eso que explica que la lavadora de tus padres tenga más años que tú y funcione mejor que esa que te has comprado hace un año. Limpiar la lavadora es fundamental para que funcione al 100%.
Y no nos vengas con eso de que a la lavadora no hay que lavarla porque la que lava es ella...
¿A dónde piensas que va la suciedad que estaba en tu ropa y que dejó de estar cuando la sacaste de la lavadora? ¡Correcto! Al filtro de la lavadora. Residualmente, también a las paredes del tambor y a los pliegues de la goma que rodea la puerta. Cuando dejas tu lavadora sin limpiar, no solo haces que funcione peor, sino que te estás poniendo la ropa "medio sucia" sin saberlo.
Consulta en su manual de instrucciones por el mantenimiento recomendado por el fabricante. Si no encuentras nada concluyente, echa un vistazo en el supermercado a la oferta de "limpiamáquinas" disponibles en el mercado.
Descubrir a qué temperatura debes limpiar la ropa para cuidarla y mantenerla más tiempo en buen estado es muy sencillo: la etiqueta de cada prenda te chiva todo al instante. Y con el tiempo, lo sabrás sin tener que leerla.
A continuación conocerás las mejores recomendaciones para lavar la ropa en función de su color y material. Lo más importante es que leas bien la etiqueta con las especificaciones del fabricante. A partir de ahí, ten en cuenta estos consejos.
Una vez leídas las etiquetas de tus prendas y teniendo en cuenta los programas de lavado para ahorrar luz, debes saber a qué temperatura lavar la ropa. Presta atención.
Contrario a todas las recomendaciones que te hemos hecho hasta ahora, en el caso de la ropa blanca es importante seleccionar lavados a altas temperaturas, aunque hay una serie de excepciones según el tipo de tejido.
Hay algunas prendas hechas de algodón y otras fibras que, según como se laven, podrían encoger. En estos casos te aconsejamos que el lavado no supere los 30 ºC.
Incluso más importante que lavar la ropa blanca con agua caliente, es lavarla solo con otras prendas blancas. Aviso a lavanderos: esa camisa blanca que te compraste hace seis años, aunque tú sepas que la compraste blanca, si ahora está más tirandito a beis, es mejor que no la juntes con tus blancos blanquísimos.
Para lavar este tipo de prendas es conveniente que elijas programas de agua tibia o fría. Si usas agua caliente se puede deteriorar el color, lo que viene siendo, que la lavadora te saque los colores, literalmente.
Tip extra: procura que los colores se parezcan entre sí, ya que no es lo mismo lavar calcetines rojos, rosas y burdeos, que calcetines burdeos y amarillos. Si no puedes evitar mezclar colores, tienes dos opciones: asegurarte de que lo que vas a juntar no destiñe y/o utilizar algún protector de color.
Estos protectores de color para la colada son polvos, líquidos o incluso toallitas que se añaden a la lavadora para prevenir que las prendas destiñan y se manchen entre sí, ¡todo un descubrimiento!
Para conseguir un buen lavado, no sobrepases los 30 ºC de temperatura.
Presta atención, además, al tipo de "vaquero" que vas a lavar, que como dice el refrán: "el que no conoce a Dios, a cualquier santo le reza"; a día de hoy hay una enorme cantidad de tejidos que a simple vista parecen vaqueros pero en realidad son mezclas de fibras que no siempre se lavan como uno de esos vaqueros de toda la vida.
La lana es un tejido muy delicado, y por ese motivo debes seleccionar un programa que no supere los 30 ºC y usar un detergente muy suave. Buena noticia: muchas, pero muuuuuuchas lavadoras tienen programas específicos para lana, ¡así que sin fallo!
Para evitar dolores de cabeza y disgustos, haz el lavado de la ropa de cama y baño aparte.
Como ves, las bajas temperaturas son más seguras para evitar encogimientos y deterioros. No obstante, no olvides que para eliminar las bacterias acumuladas es preferible escoger programas a altas temperaturas.
Y ahora un truco para que tus prendas favoritas queden perfectas: cuando laves a más de 50 ºC, usa lejía especial para lavadoras. Esta resulta ser útil como desinfectante y blanqueante, y además elimina manchas complejas en los tejidos.
Pe...pe...¡PERO TENGO SÁBANAS Y TOALLAS DE COLOR! Ya, y existen lejías para lavadoras que respetan las prendas de color, así como limpiadores de oxígeno activo que funcionan casi igual que la lejía para limpiar y desinfectar, pero sin decolorar.
Capítulo aparte merecen las prendas que se pueden lavar a temperatura máxima. Desde luego, que una prenda soporte un punto cercano a la ebullición no signica que sea necesario lavarla de esa manera, así que también te diremos algunos casos en los que esto es recomendable.
Te aconsejamos escoger temperaturas altas para prendas que por la propia naturaleza de su tejido tengan suciedad muy incrustada, ya que en estos casos es necesario ablandar el tejido para que la suciedad se vaya. También es conveniente para colores claros o blancos, mientras el tipo de tejido lo permita.
Por ejemplo, un bolso de lona o una funda de cojín hecha en denim de 100% algodón sin ninguna mezcla de tejido elástico.
Ropa hospitalaria, la muselina de los bebés, las camas de las mascotas, son ejemplo de prendas que requieren y por lo general resisten una limpieza extrema. Pese a ello, no siempre tienes por qué usar la temperatura como única arma letal contra la suciedad.
Otro conjunto de prendas que merece la pena destacar, y que tiende a acumular bacterias, son las toallas de baño. Pero si sigues los pasos adecuados y pones la lavadora a una temperatura entre 40 y 60 ºC, ahorrarás mucho tiempo y dinero sin renunciar a una limpieza impecable.
También merece especial cuidado la ropa de los bebés. Si eres padre primerizo o madre primeriza o estáis embarazados, te recomendamos encarecidamente que no laves esta ropa a alta temperatura, ya que correrás el riesgo de estropear sus costuras.
Salvo casos en los que requieras usar el lavado como medio para esterilizar (muselinas, pañales de tela, etc...) una buena práctica es poner en remojo la ropa antes de meterla en la lavadora.
Los lavados a temperaturas altas sirven para fijar más las arrugas. Para tratarlas de forma adecuada, debes aplicar productos específicos a la hora de planchar.
Cuando vayas a hacer la compra, debes escoger con detenimiento el detergente que vas a utilizar. Esta decisión es clave para optimizar el cuidado de la ropa. ¡Lo agradecerás!
Por otro lado uno de los errores más comunes es no separar de forma correcta la ropa. Y, si le tienes un cariño especial a tu ropa blanca, no la juntes con la ropa de color.
En el caso de que tengas manchas muy difíciles de eliminar, tendrás que hacer una excepción y usar agua caliente para que el resultado sea más efectivo.
Finalmente, debes poner la lavadora para ahorrar luz vigilando si tienes una tarifa con discriminación horaria, de modo que aproveches la franja de horas que te salga mejor de precio.