Sí, las tortugas marinas son una especie en peligro de extinción. Estos animales han visto alterado su ecosistema por el cambio climático. Lo mismo ocurre con otros seres vivos, como los pingüinos. Y por eso aquí te queremos enseñar cómo protegerlas.
Como te decíamos, la emergencia climática global se ha convertido en una amenaza para la vida de las tortugas marinas. Los primeros estudios que alertaban sobre la desaparición de esta especie llegaron en 2018, por parte de un grupo de investigadores estadounidenses de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica en Hawái.
Y es que, de siete tipos de tortugas marinas que existen en el mundo, seis están en peligro de extinción. Las que podrían desaparecer son: verde, Caguama, Carey del Pacífico, Golfina, Lora y Laúd —todas ellas en aguas mexicanas— a excepción de la especie Prieta.
En cambio, la única tortuga marina que se salva —al menos por ahora— se encuentra por toda la costa pacífica de América, pasando por Canadá. Eso sin contar las tortugas terrestres y las de agua dulce, que también se ven amenazadas por el cambio climático.
El cambio climático ha provocado que estos reptiles en peligro de extinción —que existen desde la época de los dinosaurios— no se puedan reproducir. De hecho, el sexo de las crías de tortuga marina depende de la temperatura de la arena donde incuban los huevos.
Cuanto más calor hace en el planeta Tierra, peor. El aumento de la temperatura hace que nazcan más hembras que machos. Esto es precisamente lo que ha ocurrido. A día de hoy, hay una proporción mucho mayor de tortugas hembras. Por tanto, no pueden nacer nuevas crías.
Como especie declarada en peligro de extinción por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza y el Convenio sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestre, la tortuga marina está protegida en casi todos los países del mundo.
De hecho, en Panamá ya tienen derechos legales. Esta nueva ley otorga a estos seres vivos de mar el derecho a vivir en espacios naturales libres de contaminación. Por ende, se prohíbe que las tortugas marinas vivan en cautividad y se regula el turismo masivo o las construcciones costeras.
Como te contábamos antes, la evolución de tortugas marinas se ha visto frenada por la caída considerable de especies machos. Desde la Fundación CRAM, entidad privada sin ánimo de lucro dedicada a la protección del medio marino y sus especies desde 1994, han asegurado que la principal amenaza es la interacción pesquera.
Pero no sólo afecta la acción pesquera, sino el aumento de los desastres naturales en los últimos años, como inundaciones o tornados y huracanes. Asimismo, la subida del nivel del mar o la erosión de playas ha destruido poco a poco el hábitat de las tortugas.
Por ello, tienen que ir en busca de playas donde puedan poner sus huevos. Algo que no es fácil. Además, los estudios de 2018 que demostraban que estos animales están en peligro de extinción eran claros: en la isla Raine (Australia), las crías hembras superaban a los machos por 116 a 1.
Otra de las consecuencias es la subida progresiva de la temperatura en la Tierra. Según la Agencia Internacional de la Energía, la temperatura media global aumentará en 2,6 grados para el año 2100. Además, el nivel del mar podría ascender en un metro. Todo esto en menos de un siglo.
Aunque las tortugas marinas inician migraciones de miles de kilómetros en el mar, y después vuelven al punto exacto en el que nacieron para aparearse y poner sus huevos, podrían cambiar sus lugares de desove. Algo que podría poner en riesgo el desarrollo y la supervivencia de esta especie.
Ahora que ya sabes por qué las tortugas marinas están en peligro de extinción, ¿cómo puedes protegerlas?
Incluso eliminarlo. El impuesto al plástico ya es una medida en España, que entró en vigor desde el pasado 1 de enero de 2023. Se aplica a todos los envases de plástico no reciclables.
No es la primera vez que te hemos hablado las alternativas al plástico en casa para ayudar al medioambiente. Utilizar servilletas de tela, bolsas reutilizables, envases de cristal o bayetas biodegradables son sólo algunas ideas sostenibles.
Aquí también se incluyen los microplásticos. Son piezas con plástico de menos de cinco milímetros, que se originan por la fabricación de materiales de uso doméstico e industrial, como algunas pinturas o productos de limpieza.
Siempre que vayas a la costa, evita arrojar basura en sus playas. Utiliza siempre las papeleras. Además, puedes optar por llevar envases reutilizables, no tirar cigarrillos al suelo o usar un protector solar sostenible.
La educación medioambiental hará que las nuevas generaciones sepan cómo combatir el cambio climático. Ya existen multitud de campañas de concienciación sobre este tema, gracias a organizaciones no gubernamentales como Greenpeace o World Wildlife Fund (WWF).
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