
Sostenibilidad
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Seguro que has visto muchas películas de desastres naturales pero lo que hasta no hace tanto parecía ciencia ficción ahora es cada vez más habitual y más cercano. En este post vamos a conocer cuáles han sido y por qué los mayores desastres naturales ocurridos en España.
Los desastres naturales son los fenómenos de la naturaleza que, debido a su gran intensidad, ocasionan graves pérdidas materiales e incluso de vidas humanas u otros seres vivos.
No todos los fenómenos de la naturaleza son considerados desastres, sino sólo los que afectan a poblaciones en condiciones vulnerables o que ponen en peligro vidas humanas.
Para que puedas distinguirlo con un ejemplo, los terremotos no serán considerados como desastres naturales a no ser que se cobren vidas humanas o destruyan una ciudad. Si no hay daños ni víctimas que lamentar, ese terremoto es un fenómeno natural sin más.
Los fenómenos naturales, como los mencionados terremotos, las lluvias, los huracanes o los tsunamis, se convierten en desastres naturales cuando superan los límites de la normalidad y sus efectos pueden resultar devastadores.
Pueden producirse por numerosos factores:
Como ves, la incidencia del ser humano es muchas veces la gran responsable de que un fenómeno natural pueda ocasionar un desastre natural.
Esa actividad humana hace que ciertas zonas se conviertan en zonas de riesgo, es decir, con alta probabilidad de sufrir desastres naturales o, como decíamos al principio, zonas muy vulnerables que tienen muy complicado responder ante un fenómeno natural adverso porque no están preparadas para ello debido a la falta de planificación y de medidas de seguridad o planes de emergencia.
Existen muchos tipos de desastres naturales aunque éstos se pueden agrupar en cuatro categorías principales:
Son los que se originan en el agua, es decir, en mares y océanos, y suceden como consecuencia de la acción del agua.
En esta categoría podemos encontrar ejemplos como maremotos, tsunamis o inundaciones.
Los desastres naturales de este tipo pueden darse de muchas maneras pero todas ellas están relacionadas con el clima.
Algunos pueden predecirse con anticipación para saber qué grado de incidencia pueden llegar a tener y así tratar de mitigar sus efecto en la medida de lo posible.
En esta categoría se incluyen tifones, huracanes, tormentas tropicales, frentes fríos o cálidos, tornados, nevadas, sequías, granizos o inundaciones por lluvias.
Son los desastres naturales que surgen desde el interior del planeta o de la superficie terrestre.
En este tipo de desastres naturales se incluyen terremotos, erupciones volcánicas, derrumbes, avalanchas, incendios o hundimientos, entre otros.
Este tipo de desastres naturales son provocados dentro del reino animal y tienen consecuencias sobre el medio ambiente y el ser humano.
En este grupo se engloban epidemias e infecciones, pestes, etc.
Aunque muchos de los desastres naturales suceden de forma eventual, cada vez son más frecuentes.
Según datos de la Organización de las Naciones Unidas, el 90% de los desastres naturales que ocurren en la actualidad tienen su origen en el cambio climático y el calentamiento global. Además, su frecuencia e intensidad es cada vez mayor por lo que están perdiendo una de las características que los definían: su carácter de fenómeno extraordinario.
Ya en 2015, la ONU cifraba en 335 los desastres naturales que ocurrían cada año debido a fenómenos climáticos, lo que suponía unas 30.000 muertes. Y las cifras no han variado demasiado en los años posteriores.
España tampoco ha escapado a la virulencia de ciertos fenómenos naturales que, por unas u otras razones, han terminado convirtiéndose en auténticos desastres naturales.
En los años recientes han sido varias las ocasiones en las que situaciones de este tipo han creado un gran impacto en la sociedad. Han sido muchas las noticias e imágenes de desastres naturales que nos han sacudido. Vamos a recordar algunas de las más conocidas.
Ocurrió el 7 de agosto de 1996 en el camping Las Nieves. Fallecieron 87 personas y 183 resultaron heridas.
En apenas unos minutos, una tromba de agua arrasó el camping en plena temporada turística. La riada se llevó por delante todo lo que encontró a su paso.
Tuvo lugar el 25 de abril de 1998 y se produjo al romperse la balsa de almacenamiento de residuos peligrosos de una mina de pirita. Afectó a parajes de gran valor, como el río Guadiamar y el Espacio Natural de Doñana, causando graves daños a fauna y flora.
Un petrolero se hundió el 19 de noviembre de 2002 en las costas gallegas, generando un vertido (el llamado 'chapapote') que mató a toneladas de animales marinos. Fue una de las crisis medioambientales más graves de nuestro país.
Un incendio forestal asoló buena parte de la provincia de Guadalajara entre el 16 y el 20 de julio de 2005. Fue uno de los peores incendios de la historia en España y se cobró la vida de once personas pertenecientes al equipo de extinción.
Un fuerte seísmo provocó la muerte de nueve personas y numerosos daños materiales difíciles de calcular el 11 de mayo de 2011.
Miles de personas tuvieron que dejar sus casas por los desperfectos o incluso porque, directamente, se habían derrumbado.
Como vemos, los desastres naturales pueden provocar graves daños humanos y materiales, además de afectar también a otros seres vivos.
Las pérdidas pueden ser irreparables y, por eso, en la medida en que podamos mitigar sus efectos, en la mano del hombre está el prevenirlos. ¿Cómo podemos hacerlo?