Es tan importante contar con un buen sistema de calefacción como un aislamiento adecuado para que no se escape el gato. Las ventanas y su tipo de cristales son siempre los que más se tienen en cuenta, pero otros puntos clave como las puertas de entrada no se tienen tan en cuenta.
Para tener un aislamiento completo, es importante que este acceso en contacto directo con el exterior impida al máximo la entrada de aire de fuera. El mejor aliado para conseguirlo este otoño e invierno serán los burletes para la puerta.
Aquí te mostramos los diferentes tipos de burletes que existen para las puertas de hogares. Instalando cualquiera de ellos podrás notar la diferencia de temperatura en la entrada de tu casa.
En el mercado actual existen diferentes posibilidades para aislar al máximo nuestra casa durante los meses más fríos, pero a su vez también sirve para que en verano no entre aire caliente o suciedad en periodos de lluvia y viento.
La instalación de la mayoría de los modelos es sencilla, no implicará mucho material y los gastos son mucho menores de lo que puedes imaginar (además de lo que ahorras en calefacción).
Los más míticos que seguro que has visto en la parte inferior de algunas puertas. Por lo general, cuando compras una puerta o te mudas a un nuevo piso, el burlete no viene incluido y así lo añades cuando quieras sin obras.
En el mercado existen diferentes medidas, aunque por lo general tiene una estándar que se puede cortar para adaptarlo al tamaño de la puerta en cuestión. Suelen tener una lengüeta de goma de caucho que impide que el aire frio, caliente, suciedad o bichos entre a tu casa.
No te preocupes de nada de la instalación porque es más sencillo de lo que piensas. Con limpiar bien la zona para que el adhesivo pegue y colocarlo ejerciendo presión es suficiente. Te aconsejamos que midas y que utilices un nivel para que no quede de lado o no toque el suelo.
Este tipo de accesorio para puertas de la entrada tienen una gran ventaja: no araña ni marca el suelo porque toca el suelo exclusivamente cuando la puerta está cerrada. De esta forma evita que la zona por la que pasa la puerta no se desgaste y la durabilidad es muy superior porque no está en constante contacto.
Los burletes de este tipo tienen una forma especial de canal que incluye una almohadilla cilíndrica a cada lado. Estos se ubican debajo de la puerta, de esta forma queda aislado tanto por el exterior como por el interior, mejorando aún más su eficiencia.
En este caso, este burlete para puerta está orientado para puertas de entrada que estén aisladas del exterior. El motivo es que no soportan bien las altas temperaturas y se acaban deteriorando rápido.
Es cierto que es de lejos el menos estético, pero sí que son fáciles de colocar y basta con deslizarlo por debajo de la puerta para que queden fijados.
El hueco que hay entre la puerta y el suelo, por pequeño que parezca, deja pasar el aire del exterior, entre otras cosas. Para taparlo puedes colocar este tipo de burlete en la parte inferior e interior.
Es recomendable que lo uses en suelos lisos o poco rugosos para no sufrir desajustes cuando hay fuertes vientos. No es de los más prácticos, pero sí que tiene una durabilidad mucho mayor.
Este es un modelo completamente fijo al suelo y se utiliza por lo general en puertas de entradas que tienen un hueco grande entre el suelo y la parte baja de la entrada. Están fijados al suelo mediante tornillos o adhesivos y aunque son fáciles de instalar, no tanto de quitar.
Además de esa clasificación, existe otra en función del material del que estén hechos estos burletes para puertas, ya que no ofrecen ni la misma calidad ni durabilidad.
Este modelo de burlete se utiliza en ventanas y puertas porque es muy flexible. Con él podrás cubrir rápida y fácilmente los huecos pequeños y medianos que hay. Además, es de los más económicos y se adapta fácilmente a cualquier material.
La parte mala es su durabilidad (va de los dos a los tres años) y que al ser ligero su capacidad aislante es menor que otros materiales.
Están indicados para huecos pequeños y medianos, su capacidad para aislar es mejor que los anteriores y tiene una resistencia mucho mayor (puede durar de 10 a 12 años). Es una buena opción tanto para el exterior como el interior y se adapta con facilidad a superficies rugosas e irregulares.
Los más usados en las casas que están en contacto directo con la calle. Estos tienen un listón y una banda en su parte inferior con forma de cepillo que sella las puertas e impide la entrada de polvo, pequeños objetos e insectos.
Aunque su instalación suele ser un poco más complicada, tanto su capacidad de aislamiento como la durabilidad es mucho mayor que la del burlete de espuma o goma.
Este tipo es el otro más utilizado por su gran resistencia y que es el más aislante de su categoría. Se suelen utilizar en huecos tanto pequeños como medianos o grandes y se adapta de forma fácil al suelo.
Otra clara ventaja de estos burletes es su durabilidad, que va desde los 10 a los 15 años aproximadamente. Por si fuera poco, con este material el ahorro en calefacción es mayor que con otros burletes porque es el que más aísla.
Por si aún no tienes claro si comprar un burlete o no para la puerta de tu casa, aquí te vamos a destacar las ventajas más importantes.
Por un lado, evita que el calor que ganas con la calefacción en tu casa se pierda mucho menos, y protege a tu hogar de la entrada de aire frío o caliente del exterior, así como de polvo o bichos.
Pero no solo eso, sino que además reduce la cantidad de ruido que entra del exterior e impide que las empresas o repartidores de publicidad metan por debajo de tu puerta sus catálogos. Y claro que el factor económico y de fácil instalación también influye.
Con cualquiera de estos burletes para puertas, conseguirás que el consumo de tu calefacción se reduzca y mucho ya que necesitará menos fuerza para llegar a la misma temperatura.
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