La calefacción es uno de los principales gastos energéticos que tienen los hogares. Es por eso por lo que algunas familias se preguntas qué consume menos: una caldera de condensación o una bomba de calor.
Ambos sistemas tienen sus pros y contras, así que te recomendamos que eches un vistazo a sus características y elijas el que mejor se adapte a tu hogar.
Estos dos sistemas de calefacción funcionan de diferente manera. Por un lado, la caldera de condensación se aprovecha de los humos residuales que quedan tras la combustión. De esta manera, consigue una eficiencia mayor a su homónimo tradicional.
En cambio, la bomba de calor es una herramienta más reciente que se basa en la termodinámica. Este sistema transporta el calor de una zona a otra gracias a la aerotermia. Es decir, todo sucede por el cambio de estado de un líquido refrigerante a gas.
Una de las principales preocupaciones de las familias es el consumo que tengan sus electrodomésticos y sistemas de calefacción. Reducir la factura de la luz es una de las preocupaciones habituales.
Para comparar el consumo de estos dos sistemas vamos a utilizar el gasto medio de ambos. La caldera de condensación es capaz de transformar 1m³ en 10 kWh térmicos. Teniendo en cuenta que el precio medio de 1m³ es de 1€, el gasto por kWh térmico es de 10 céntimos.
La bomba de calor utiliza kW eléctricos para transformarlos en kWh térmicos. En una hora consume solo 1kW eléctrico y es capaz de convertir al interior de la vivienda hasta 4 kWh térmicos. El coste del kW eléctrico es de 30 céntimos.
Por lo tanto, si comparamos el coste del kWh térmico de cada uno de los sistemas, la bomba de calor es más eficiente que la caldera de condensación hasta en un 30%.
No te dejes engañar por la comparación. La caldera de condensación es mucho mejor que las tradicionales, pero su consumo sigue siendo superior a la bomba de calor.
Ya sabes que la bomba de calor tiene un consumo mucho menor a la caldera de condensación. Pero ¿qué precio tiene su instalación? Puede que el ahorro sea mayor a largo plazo, pero el desembolso inicial es grande.
Como siempre, las instalaciones dependerán del tipo de vivienda y clima en el que vivas. No obstante, la bomba de calor siempre será significativamente más cara.
Esto se debe a que el sistema es más complejo y tiene unos requisitos mayores. Además, las calderas de condensación pueden aprovechar en cierta medida la instalación tradicional de tu casa, lo que abarata muchos costes.
Si eres una persona que utiliza mucho la calefacción lo más probable es que amortices el cambio a una bomba de calor en menos de cinco años. Pero ten en cuenta que el gasto inicial será alto.
Por otro lado, si la instalación se va a hacer en una nueva vivienda es más recomendable la bomba de calor ya que se igualan un poco más los costes.
El consumo no es lo único que debes comprobar cuando quieras cambiar el sistema de calefacción. Hay otros factores como la sostenibilidad, el espacio que ocupan o el mantenimiento que también debes conocer.
Tanto la caldera de condensación como la bomba de calor son menos contaminantes que los sistemas tradicionales. En especial, destaca la bomba de calor porque no emite ningún tipo de sustancia contaminante ya que no quema combustibles.
Las calderas de condensación emiten muchos menos gases perjudiciales que las tradicionales. No obstante, sigue siendo perjudicial para el medioambiente en cierta medida.
En los dos sistemas tiene que realizarse un mantenimiento periódico para que sigan funcionando al máximo rendimiento. La bomba de calor tiene unas exigencias mayores.
El espacio que ocupa cada sistema también es un factor que tienes que conocer. Mientras que la caldera de condensación no ocupa mucho espacio, la bomba de calor requiere un depósito para almacenar el agua.
También hay que destacar que una de las principales ventajas que tiene la bomba de calor es que se puede utilizar para climatizar la casa tanto en verano como invierno.
Este sistema aprovecha la aerotermia para ofrecer un servicio de refrigeración gracias a que recoge el calor de la casa y lo transmite al exterior. En cambio, las calderas de condensación solo ejercen la función de calefacción.
En resumen, la bomba de calor es una mejor opción a largo plazo, aunque el desembolso inicial sea mayor. En pocos años amortizarás el cambio y su uso es más polivalente.
La caldera de condensación sigue siendo una muy buena opción, aunque su consumo sea mayor que la bomba de calor. Aún así, sigue siendo mucho mejor que las clásicas calderas.
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