España tiene una gran variedad de climas, y eso influye en gran medida a el sistema de climatización que usamos y cuánto consume. El sistema de calefacción más común en los bloques de edificios es la central, mientras que en las casas unifamiliares (y algunos pisos) tienen individual.
Las características de funcionamiento, consumo, ventas o inconvenientes son diferentes y aquí te explicamos cuáles son los puntos más importantes. Tras leer este artículo tendrás claro qué sistema conviene mejor a tu casa y a tu bolsillo.
La calefacción centralizada es un tipo de instalación de climatización que funciona calentando varios locales, viviendas o pisos al mismo tiempo. Estos espacios pueden estar ubicados en diferentes edificios, ya sean viviendas, oficinas, un barrio o una urbanización (que es menos frecuente).
En los casos que se utiliza el sistema central para abastecer varios edificios o incluso un distrito se llama calefacción urbana. Algo positivo de este tipo de instalaciones es que no tienes que preocuparte por el mantenimiento de los generadores.
Aun así, lo más común es encontrar las calefacciones centrales en edificios de viviendas. La caldera suele estar en la parte baja y hay una persona que se encarga de su mantenimiento.
El funcionamiento de una calefacción central se basa en un sistema general que abastece a todas las viviendas, que desde el año 2017 tienen que contar con termostatos para controlar el consumo de cada vivienda. Esta normativa busca regular y reducir el consumo.
La comunidad de vecinos (ya sea el presidente o la junta) es la que regula el funcionamiento de la calefacción central. Una de las decisiones que toman es el horario de encendido y apagado, así como la fecha en la que se empieza a utilizar y cuándo acaba la temporada.
La característica más destacable de los sistemas de calefacción central es que hay completa uniformidad de calor en todo el edificio (o al menos se intenta). Los dispositivos encargados de calentar la vivienda reparten el calor de forma igualitaria por toda la casa.
Este tipo de climatización no solo funciona con radiadores comunes, sino que también se puede aplicar a suelos radiantes o de gas natural.
La calefacción central tiene múltiples beneficios, casi todos ellos enfocados a esas zonas que durante el invierno necesitan calor constante durante varias horas y las temperaturas exteriores son bajas. De esta forma si todas las casas están a 20 grados es más fácil que se mantenga el calor en el edificio.
Otro punto fuerte de la calefacción central es el ahorro energético y económico. Además, la cantidad de emisiones de gases es menor y los precios de la energía para grandes consumidores son más baratos.
De hecho, en España el gas natural tiene un precio 20 o 30% inferior por unidad de energía para las calefacciones centrales.
Es el sistema más utilizado en España para calentar los hogares (un 70% de usuarios tienen calefacción individual en casa). Este modelo no necesita de una red central y te permite autogestionar la cantidad de energía que necesitas.
La instalación es independiente por completo, lo que significa que si tu quieres gas natural y tu vecino un depósito de gasoil, no habrá problema, cada uno con lo suyo. Además, se puede se puede controlar la potencia de los radiadores según el tipo de habitación.
El sistema de calefacción individual tiene la facilidad de que lo puedes programar en función a tus necesidades (las horas que estás en casa, si te vas el fin de semana, la tarifa que haya cada día...). Además, esto permite que puedas ahorrar y contribuir a la conservación del medioambiente.
Por tanto, las calefacciones individuales son sistemas más respetuosos, menos contaminantes, más eficientes y con un alto confort.
Además de los mencionados justo arriba, la calefacción individual tiene sin duda la libertad de gestionar tú mismo el consumo y los gastos. Cuenta con una instalación de calefacción individual en casa, por lo que no tienes que discutir con nadie acerca de la temperatura u horarios.
Con la calefacción individual puedes climatizar las habitaciones de forma independiente y con un menor consumo gracias a que puedes decidir la potencia de los equipos. Además, tienes la posibilidad de elegir qué compañía contratar.
Ahora que conoces cómo funciona cada sistema y cuáles son sus puntos fuertes, toca compararlos para saber si te conviene más la calefacción central o individual.
En el caso de la calefacción central, como se trata de una sola caldera, puedes olvidarte del mantenimiento y las revisiones periódicas obligatorias (a menos que pertenezcas a la junta de vecinos). Si por algún casual surge un fallo o hay algún problema, el precio tendréis que pagarlo entre todos.
Mientras tanto, en la calefacción individual el mantenimiento y las revisiones son responsabilidad del dueño de la casa por completo, para bien o para mal.
Otra diferencia importante es el consumo. En el caso de la calefacción central, el uso de la caldera y su funcionamiento dependerá de lo que establezca la comunidad, por lo que beneficiar o perjudicarte en función de cuáles sean tus necesidades.
Esto no pasa con la calefacción individual, en la cual tu regulas la temperatura y el periodo de actividad incluso programándolo, algo que te ayuda a la hora de ahorra dinero si vas más justo. Adaptando el suministro de energía, podrás reducir el consumo y mejorar la eficiencia de tu caldera.
Lo mismo pasa con la temperatura. Antiguamente las viviendas de bloques tenían un calor insoportable, algo que se ha mejorado con la inclusión de termostatos en los radiadores de los hogares.
Mientras tanto, la calefacción individual (por lo general) incluye un solo termostato para toda la casa.
Como último punto, pero uno de los más importantes, la factura del consumo en calefacciones individuales la pagas tú solo. En la central se divide el gasto entre todos los vecinos (para bien o para mal). Relacionado con esto, ten en cuenta que las compañías hacen mejor precio a comunidades que a viviendas individuales.
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