La encendemos cuando llegamos a casa y la mantenemos así hasta la noche aunque no la estemos mirando. El televisor es hoy casi más un mueble de decoración que una herramienta de entretenimiento.
Esto sería una simple anécdota fruto de los cambios de hábito en casa, sino fuera porque tiene un impacto directo sobre la factura eléctrica. Sí, aunque no es el aparato que más consume de casa, la “caja tonta” también nos cuesta un buen dinero cada año.
¿Cuánto? Eso ya depende tanto del tiempo que la tengamos encendida cada día, como del modelo. Y es que no consume lo mismo un televisor de 50 pulgadas que uno de 70, ni uno LCD que otro LED.
Entran en juego muchos factores distintos que merece la pena pararse a valorar. Y eso es lo que precisamente vamos a hacer en este artículo: intentar calcular el consumo del aparato que tienes en el salón, y proponer algunos consejos para recortar el gasto que aparece en la factura.
Antes de entrar a responder la pregunta es importante saber qué uso le damos al televisor. Es decir, cuántos minutos vemos la televisión por hogar. Y es que el gasto eléctrico dependerá de los minutos que lo tengamos en funcionamiento.
En 2020, por ejemplo, los españoles vimos una media 240 minutos de programación al día, siendo agosto el mes que menos tiempo pasamos delante del aparato, con tan solo 200 minutos. ¿Qué sucedió durante la pandemia?
Pues como te puedes imaginar, justo lo contrario. En abril, el mes más duro del confinamiento, llegamos a pasar más de 300 minutos viendo la televisión de casa. Esto, claro, tiene una traducción directa sobre la factura eléctrica.
Esto, eso sí, no significa que nos pasemos más de 4 horas al día frente al televisor, sino que ese es el tiempo que pasa encendido. No olvidemos el papel decorativo que tiene este aparato en los hogares llenos de smartphones, ordenadores y tablets.
El caso es que nuestros hábitos son los que le dan a este aparato el 2,6% del consumo anual de electricidad en los hogares españoles. Concretamente con 388 ktep, según las cifras recogidas por IDAE.
La cosa se pone seria cuando comparamos al televisor solo con el resto de electrodomésticos. Ahí nos encontramos con que este dispositivo supone el 12,2% del consumo, solo por detrás del omnipresente frigorífico (30,6%).
No es casual: tanto uno como el otro son los únicos aparatos que tenemos más tiempo encendidos en casa, teniendo la nevera un uso obligado durante todo el día, y el televisor uno evitable con cierta conciencia.
El mercado de los televisores es, junto al de los smartphones, uno de los que más rápido evolucionan gracias a la innovación tecnológica. Esto provoca que un modelo se quede anticuado casi al instante de comprarlo.
También nos lleva a encontrarnos con una oferta amplísima de tecnologías y marcas. ¿Cuál consume más? Normalmente a la hora de comprar no nos basamos en la sostenibilidad del modelo, sino en la calidad de la imagen. Y eso cuesta dinero.
Lo mismo sucede con el tamaño o las pulgadas. Como bien señalan desde twenergy, “un televisor de 14’’ puede llegar a consumir 50 Wh en una hora, mientras que uno de 29’’ utilizaría 120Wh en el mismo periodo”.
Estos aparatos sirvieron como relevo para los míticos televisores de tubos catódicos, y empezaron a colonizar el mercado a principios del 2000. Eran mucho más delgados que los precios y hacían uso de los por entonces novedosos píxeles.
La tecnología LCD, claro, permitía un ahorro importante de energía respecto a las teles de culo de toda la vida. No eran los mejores, pero para entonces resultaban perfectos. Con el tiempo, no obstante, se han ido quedando algo obsoletos en materia de consumo.
Estos aparatos funcionan, valga la redundancia, con plasma. Se trata de un gas capaz de conducir la electricidad y que acelera la colisión de fotones de luz cuanta más energía recibe. Muestran imágenes con mejor contraste, pero hacen un uso mucho menos eficiente de la electricidad.
Es complicado calcular una cantidad concreta diferencial, pero de media podemos hablar de un 30% más de gasto en los televisores de plasma frente a los LCD. Un factor importante a tener en cuenta si queremos ahorrar en nuestra factura.
Son aquellos que emplean paneles LCD, pero que obtienen la fuente de luz real de LEDs. Estas son bombillas de tamaño microscópico que permiten fabricar televisores más compactos con imágenes mucho más definidas.
Al igual que sucede con las bombillas de ese mismo tipo, estos aparatos son los más eficientes del mercado en materia de energía. Hablamos de que un televisor LED puede llegar a consumir un 25% menos de energía que un LCD, y hasta un 40% menos que uno de plasma.
Si bien el consumo fantasma es el más preocupante a la hora de medir el gasto de uno de estos aparatos, la tecnología que incorporan también permite otras soluciones de sostenibilidad. No son perfectas, pero todas suman.
Seguir estos consejos además no te va a costar ni un solo céntimo, y solo te van a quitar unos pocos segundos al día. El beneficio que obtendrás al final del año compensará este pequeño esfuerzo.
Hacer un uso eficiente del televisor no te bastará para conseguir el ahorro y consumo sostenibles que quieres. En EnergyGO te ofrecemos tarifas de luz con energía 100% limpia y nacional que necesitas para completar el esfuerzo.
Entra en nuestra web o llama al 900 622 700, y siéntate delante de la tele con la tranquilidad de saber que no estás ni contaminando ni dejándote todos tus ahorros.
Además, hasta el próximo 30 de septiembre, si decides dar el paso disfrutarás de un descuento de 50 euros en tu factura de la luz, repartidos en 5 descuentos de 10 euros al mes durante los primeros cinco meses desde la activación.