¿Ahorrar con la gasolina y el diésel? Desde el pasado 2021 cualquier conductor respondería con un "sí" rotundo a esa pregunta. Los precios de los carburantes no han dejado de subir desde entonces, con una proyección que muchos ya situaban en los 3 euros/litro.
El verano de 2022 sin embargo ha relajado algo la inflación y estabilizado los precios. Esto sin embargo no ha eliminado la preocupación por los costes asociados al transporte. Hoy quien más quien menos piensa, o en el combo metro-tren-autobús, o en el coche eléctrico.
A todo ese margen hay una tercera pata; quienes no tienen dinero suficiente para comprarse un EV y además necesitan sí o sí un medio de transporte privado para llegar al trabajo y moverse en su día a día. ¿Qué tal un poco de biodiésel casero?
Hace una década se produjo un boom en torno a la posibilidad de fabricar el combustible para no pasar por las gasolineras. Las normativas lo fueron desinflando, y ahora la crisis energética provocada por la guerra de Ucrania lo ha vuelto a poner en boca de la UE.
En este artículo queremos justo hablar de esto. De qué es y cómo puedes fabricar biodiésel casero, de si es legal en España y de si realmente merece la pena.
A grandes rasgos, el biodiésel es uno de los biocombustibles líquidos más famosos. Se trata de un combustible obtenido a partir de aceites vegetales o grasas animales que se puede emplear en sistemas con motores de ignición de compresión.
No se puede dar una respuesta absoluta a la cuestión de la sostenibilidad. El biodiésel será más o menos ecológico dependiendo de la materia prima que se utilice en su fabricación. Estas son las plantas más extendidas en el proceso:
Son todas estas especies las que han permitido al biodiésel ocupar durante años una posición privilegiada dentro del mercado. Al estar desligado del petróleo, muchos países lo ven como un posible aliado para la transición energética. Pero ojo, porque no es perfecto.
biodiésel | |
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VENTAJAS | DESVENTAJAS |
Mayor capacidad de lubricación en los motores. | Poder calorífico inferior: en torno a un 9% que el diésel convencional derivado del petróleo |
Mayor índice de cetanos (grado de inflamabilidad en 120ºC): el combustible prende más rápido desde su inyección. | No es compatible con los motores de todos los coches. |
Azufre casi inexistente: unos 10 mg/kg. Esto reduce enormemente su huella de carbono y su contaminación por NOx. | Pierde sus propiedades a medio y largo plazo (mucho más rápido que sus homólogos derivados del petróleo). |
Consumo, potencia y torque de los motores muy similares que con hidrocarburos normales. | Aumenta las averías y el desgaste de los motores si no se manipula y consume de forma correcta. |
Origen vegetal: su independencia del petróleo lo hace más sostenible si se regula. | Apenas ofrece ventajas de ahorro: se vende a precios similares o superiores que el diésel y la gasolina tradicionales. |
Como ya te imaginarás, apostar por el biodiésel a partir de según qué especies puede derivar en sistemas de explotación insostenibles para los ecosistemas. No es extraño que la UE ya haya metido mano en el asunto del combustible fabricado a partir de soja y palma.
En 2020 el 78% del biodiésel producido vino de estas dos plantas. Cosa que se sustenta parcialmente en la importación y en la presión sobre zonas medioambientales muy dañadas por la deforestación. Pero ¿es que a caso se consume tanto combustible de este tipo? Sí.
Aunque creas que no, gran parte del diésel que se vende en las gasolineras cuenta con un porcentaje reducido de biodiésel. Luego tenemos la famosa B seguida de un número que ves al repostar. La cifra indica el porcentaje respecto al hidrocarburo convencional: B5, B10, B30, B50.
Para que te hagas una idea, en 2016 el biodiésel consumido en España (unas 820.000 toneladas) aparecía en con una proporción del 4,9% en diésel y del 4% en gasolina. Unos años antes la presencia de estos biocombustibles era mucho más clara.
Lo que pasa es que en 2013 el Estado eliminó la exención del impuesto a hidrocarburos que poseían los biocarburantes, y eso hizo que la gran mayoría de las gasolineras dejaran de ofertarlo.
En España no es legal fabricar biodiésel casero. Sí que puedes reunir los materiales necesarios para ello, pero no emplearlos de forma habitual en tu vehículo. ¿Por qué? Solo hay que aplicar un poco el sentido común.
Todo esto hace inviable poder circular con biocombustible casero. ¿Aún así te interesa saber cómo funciona el tema? Te lo contamos para que puedas hacerlo en tu propia casa con productos del día a día (y otros a comprar fácilmente).
Resumiéndolo mucho, el proceso consiste en la descomposición química del aceite para aislar la glicerina de los ácidos grasos y luego añadirle metanol. Todo esto se conoce como transesterificación. Se lava el biodiésel con agua respecto y listo.
¿Qué necesitas para esto? En Internet vas a encontrar distintas listas y todas ellas son válidas. No te queremos dar cantidades exactas de cada material porque como hemos dicho, este proceso es ilegal. A nivel de instrumentos consigue:
Lo ideal sería que además contases con un catalizador, una batidora, gafas y guantes protectores, un termómetro y vasos de precipitado. A nivel de materiales necesitarás el aceite vegetal, metanol (o etanol) con una pureza del 99% y sosa cáustica.
Si el aceite que empleas proviene de fritura lo aconsejable es que antes de iniciar el proceso lo filtres y calientes para eliminar el agua que contenga. Luego ya sí podrás empezar a fabricar el biodiésel casero.
¡Y listo! Ya tendrías el biodiésel casero listo para su consumo en tu coche. Recuerda que esta práctica es ilegal y que, a ojos de expertos, resulta poco interesante para ahorrar o reducir la huella de carbono a nivel particular.
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