Con la electricidad no se juega. Proteger bien tu vivienda es crucial para evitar que se produzcan ciertos accidentes domésticos, como incendios, daños en tu instalación eléctrica o riesgos de electrocución. Por ello, te explicamos cómo proteger los cables eléctricos en el exterior de casa.
Presta especial atención a este blog si vives en una casa, tienes una instalación de luces conectada o incluso si los cables de tu internet están por fuera de la fachada.
Todos los cables eléctricos suelen ir fabricados con varias capas de material aislante, como la protección metálica, que es una especie de armadura contra los golpes o las mordidas, y la cubierta, para proteger el interior del cable de factores externos.
Mientras que el conductor es la parte más interna del cable que sí deja pasar la electricidad, el resto de capas funcionan como elementos de prevención para evitar accidentes eléctricos en el hogar.
Antes de entrar de lleno en cómo proteger los cables eléctricos en el exterior de tu vivienda, estos son los tipos de recubrimiento que ya deberían venir de base con el propio sistema de cableado:
No obstante, cuando los cables eléctricos están al aire libre es importante tomar medidas de seguridad adicionales. Por ejemplo, si tienes una cocina exterior en el jardín de casa o un alumbrado para terraza y piscina. Las condiciones climatológicas influyen en el estado de los cables y es necesario protegerlos. Te contamos cómo.
Existen varios métodos para proteger los cables eléctricos instalados en el exterior de tu vivienda que son muy importantes que conozcas:
Si el cableado está al aire libre y decides enterrarlo, su profundidad debe ser inferior a 0,9 metros. Después, cuando lo hayas colocado bajo tierra, debes cubrirlo con una capa de 100 mm de arena fina y una capa de hormigón por encima, esta superior a 50 mm por cada lado del cable.
Antes de empezar con la excavación, te aconsejamos trazar unas líneas en el suelo que indiquen por dónde van a pasar los cables. Son solo medidas de seguridad para evitar accidentes eléctricos.
De esta manera, los cables estarán bien protegidos en el exterior. Eso sí, asegúrate de que tienen el material aislante adecuado. En caso de lluvias o humedad, es importante que no se produzcan fugas de corriente.
Además de enterrar los cables, puedes usar las bandejas portacables de plástico o metal para recoger bien todo el cableado de tu instalación eléctrica. Es otra de las soluciones más sencillas y que dan mejor resultado a la hora de proteger los cables de golpes, rozaduras o fenómenos atmosféricos, ya sea del frío o del calor.
Al igual que el método anterior, no hay que tener conocimientos técnicos. Es un proceso bastante simple y que apenas te llevará esfuerzo ni mantenimiento. De hecho, ocultar los cables no es solo recomendable por seguridad. También lo es a nivel visual, para no romper con la estética del edificio.
En definitiva, cuando lleves a cabo una instalación eléctrica, asegúrate de que el cableado sea de una marca certificada y que no ponga en riesgo tu seguridad y la de los tuyos.
En caso de accidente, si el cable eléctrico está protegido será más difícil la propagación del fuego. También impedirá la emisión de gases tóxicos y la contaminación medioambiental. Si hay una avería, también puedes usar una cinta aislante que sea resistente.
También es muy importante que revises tus electrodomésticos y aparatos eléctricos cada cierto tiempo. En caso de que los cables de cualquier dispositivo estén dañados o no funcionen del todo bien, cámbialos de inmediato o utiliza alguno de los materiales aislantes que mencionábamos antes.
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