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Proteger la instalación eléctrica de tu casa es fundamental. Las subidas de tensión se pueden producir en cualquier momento, así que es importante que tengas cuidado. Hoy te explicamos cómo utilizar un protector de sobretensiones, un dispositivo muy efectivo para evitar accidentes en el hogar.
Se trata de un limitador que encontrarás en el cuadro eléctrico o de luz de tu vivienda. En caso de producirse una subida de tensión, todos tus aparatos que funcionan por electricidad estarán a salvo con este dispositivo.
Los picos de tensión son más habituales de lo que crees. Por eso, es muy importante instalar un protector eléctrico o contra sobretensiones. Como te decíamos, si tienes dispositivos conectados a la red, te recomendamos protegerlos de cortocircuitos o cualquier otro tipo de avería.
La función del protector de sobretensiones es suministrar la energía eléctrica de los aparatos conectados a la corriente. De esta forma, el mecanismo se encarga de regular el voltaje de dichos aparatos y desvía la electricidad si supera el límite máximo de seguridad.
Cuando se produzca una subida de tensión, el protector o limitador se activará. Así, tus electrodomésticos y todos los dispositivos que tengas enchufados a la red quedarán protegidos y no se estropearán.
El protector eléctrico va conectado entre el cable neutro, el cable de fase y la toma de tierra. El cable neutro se refiere a la tensión de carga, a través de un cable de fase conductor. Por último, la toma de tierra deja pasar la corriente eléctrica hacia el aparato, para que funcione.
Ahora que ya sabes qué es un protector de sobretensiones y cómo funciona, te explicamos qué tipos hay. Dependiendo de cómo sea la subida de tensión, deberás instalar uno u otro. Existen tres modelos:
Cuando el aumento de tensión eléctrica es de corta duración. En este caso, aunque no sea por mucho tiempo, sí que puede ocasionar importantes daños. Para evitarlo, tu instalación quedará protegida por unos varistores. Son componentes electrónicos, parecidos a los diodos, resistentes a la subida de tensión.
La tensión de los varistores siempre es superior a la de la red. Por tanto, si la tensión de la red se sitúa por encima de la de los varistores, estos dispositivos desviarán la corriente eléctrica e impedirán que llegue a tus aparatos en casa.
Sin embargo, al tratarse de una sobretensión transitoria, no tiene por qué ser necesario cortar el paso de electricidad por toda tu vivienda. Además, en algunas instalaciones no hará falta instalar más de un protector.
En ocasiones, sí será necesario instalar varios protectores. Esto ayudará a reducir la sobretensión en tu circuito eléctrico.
El aumento de la tensión supera en un 10% al límite de corriente que la instalación es capaz de soportar. A diferencia de la sobretensión transitoria, la permanente es de larga duración. Esto puede provocar:
Antes, te hablábamos del cable neutro, cable fase y toma de tierra. Pues bien, este tipo de sobretensión suele producirse por una avería en el cable fase en la vivienda. Así que el protector o limitador impide de inmediato el paso de la corriente.
Una mezcla entre sobretensión transitoria y permanente. En este caso, el limitador interrumpe el paso la corriente cuando se produce una subida de tensión. Una vez que la tensión eléctrica vuelve a su valor normal, todo vuelve a funcionar también con normalidad.
Esta función permite que tu instalación no se quede sin suministro eléctrico por tiempo indefinido. En ese sentido, resulta mucho más útil que el protector de sobretensión permanente. Por ejemplo, así evitarás que tu frigorífico deje de funcionar por muchas horas y se estropeen tus alimentos.
De hecho, es habitual encontrar protectores con reconexión automática. Incluso estos dispositivos ya incorporan un IGA o Interruptor General Automático. Como ya sabes, su principal función es proteger tu hogar de subidas de tensión o cortocircuitos.
A su vez, según la tensión en tu vivienda, distinguimos dos tipos más:
Para los hogares con circuitos eléctricos de tensión comprendida entre los 220 y los 230 voltios y corriente alterna única. Aquí, la corriente alterna pasa por un solo conductor. En España, la tensión normal es de un máximo de 230 voltios.
Normalmente, los encontraremos en oficinas y locales de uso profesional. Aquí, los circuitos eléctricos utilizan una corriente superior a los 380 voltios. Además, se componen de tres corrientes alternas.
Con estos consejos de EnergyGO, ya sabes cómo proteger la instalación eléctrica de tu casa. Si tienes alguna otra duda relacionada con la tarifa de tu casa, visita nuestra web o llámanos al 900 622 700 y te echaremos una mano en todo lo que necesites.