El condensador de aire acondicionado es un elemento fundamental para este sistema de ventilación. Gracias a esta pieza, se puede cumplir el ciclo de la refrigeración correctamente. Te contamos sus principales usos y las ventajas energéticas que tiene.
Aguantar el verano sin aire acondicionado puede ser una tarea imposible según la ciudad en la que vivas. Si las temperaturas son elevadas y hay un porcentaje alto de humedad, lo más probable es que te pases el día debajo del ventilador para no achicharrarte.
Es importante que cuidemos el sistema de ventilación en estas fechas para que no nos falle. Una de las piezas que te conviene vigilar es el condensador. Ojo, que no nos referimos únicamente al de casa, también está presente en la mayoría de los coches modernos.
El condensador es uno de los elementos más importantes que tiene el aire acondicionado. Si notas que tu dispositivo ya no enfría como antes, es probable que lo tengas tocado o se haya roto.
Los condensadores se encargan fundamentalmente de enfriar el refrigerante cuando se encuentra en estado líquido. Una vez consigue esto, pasa hacia el evaporador y se abre paso hacia la habitación o vehículo.
Todo esto se conoce como el ciclo de la refrigeración y, dicho de otra forma, es el que baja la temperatura del refrigerante y consigue que siempre salga frío del aire acondicionado. Si no funcionara, solo se expulsaría viento a temperatura ambiente.
El tamaño que tenga el condensador va a influir en su efectividad, especialmente, en las viviendas. Ten en cuenta que, si es demasiado pequeño, no podrá enfriar todo el sistema.
Se pueden encontrar algunas leves diferencias entre el funcionamiento de este elemento según hablemos del aire acondicionado de un coche o una vivienda, aunque la misión final sea la misma.
Cuando hablamos del condensador de aire acondicionado de un coche, lo que se aprovecha es la parte delantera del vehículo. Hay unas rendijas por las que entra el aire y gracias a ellas, se consigue enfriar el refrigerante.
En cambio, el condensador que te puedes encontrar en una vivienda no tiene una abertura para que entre aire a gran velocidad. En este caso, cuenta con un ventilador que disipa el calor.
Los condensadores funcionan desde el momento en el que enciendes el aire acondicionado y no paran en ningún momento. Dependiendo de la intensidad a la que tengas el dispositivo, irán a una mayor o menor velocidad.
Los aires acondicionados que cuentan con este tipo de dispositivo son mucho más eficientes que el resto. ¿El motivo? El condensador es capaz de ajustar su funcionamiento a las necesidades del momento.
Es decir, si es necesario que aumente la potencia a la que está funcionando el aire acondicionado, actuará. Lo mismo pasa al revés, así que reducirá su gasto si no es necesario en ese momento.
De esta forma, el aire acondicionado reduce su consumo energético y es más sostenible con el medioambiente. Además, por supuesto, de reducir un poco tu factura de la luz.
Si no tienes mucha idea sobre coches, puede que no entiendas la diferencia que hay entre el condensador y el radiador del líquido refrigerante. Ambos elementos sirven para disminuir la temperatura de una pieza, pero son distintas.
El condensador se encarga de enfriar el refrigerante, mientras que el radiador del líquido refrigerante se centra en que el motor no se sobrecaliente. Ambos son parecidos, así que es normal confundirse.
Te recomendamos que hagas el mantenimiento del aire acondicionado con relativa frecuencia. Piensa que lo usas durante poco más de tres meses al año, así que es probable que presente problemas y no te des cuenta hasta que sea tarde.
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