Seguramente, en más de una ocasión, hayas perdido los nervios con los cables y enchufes de tu casa o trabajo. Pero ese problema podría desaparecer. Con el desarrollo de la energía inalámbrica se eliminarían esos inconvenientes. En este artículo te explicaremos qué es, cómo funciona y qué aplicaciones puede tener.
La electricidad es la energía que alimenta todos tus dispositivos eléctricos, desde tu router hasta tu nevera, y por ello es importante innovar y mejorar, tanto su uso y generación como su producción y distribución, de forma constante. Con la energía inalámbrica mejoraríamos todos estos aspectos.
Si alguna vez te has preguntado cómo sería cargar tu móvil o tu coche sin necesidad de cables, recambios de baterías o procesos molestos, te gustará saber que es posible. Puede que no de forma inmediata, pero con el nivel de desarrollo actual puede que en unos años puedas vivirlo en primera persona.
El uso de dispositivos que permitan la transmisión de energía de forma inalámbrica mejoraría incontables campos de nuestra sociedad. Cumpliría funciones tanto en el hogar y la vía pública como en la industria y la investigación, así como en la medicina y situaciones de emergencia.
Ya en el pasado Nikola Tesla, el gran inventor del siglo XX ya visualizaba una transmisión inalámbrica de electricidad a largas distancias empleando un campo electromagnético en el aire. No es coincidencia que este genio ya vaticinase y pensase en este modo de transmitir electricidad.
Actualmente el concepto de energía inalámbrica incluye varias tecnologías que permiten transmitir electricidad sin necesidad de cables de por medio. El punto de partida para llevar a la realidad esta energía inalámbrica se basa en dos tecnologías diferentes.
Uno es el uso de la transferencia de energía inalámbrica no radiactiva. También es conocida como de campo cercano. Es la más conocida y emplea campos magnéticos mediante el acoplamiento magnético entre electrones. Así introducen corrientes eléctricas en dispositivos receptores.
De esta forma permiten a transferencia de energía a distancias cortas y es muy usada en aparatos como cepillos eléctricos o tarjetas inteligentes. Otro punto de partida es el de la transferencia de energía inalámbrica radiactiva, también conocida como radiantes de energía.
En este caso la energía es transmitida por haces de radiación (como microondas o láser). Poseen un mayor alcance que la anterior, pero las ondas deben ser dirigidas en el receptor. Normalmente se usan en satélites o vehículos aéreos no tripulados.
El potencial de la energía inalámbrica es extenso y muy variado. Podría revolucionar industrias y mejorar nuestras vidas de formas casi ilimitadas. Según avance el desarrollo de esta energía se plantean cantidad de usos y aplicaciones en multitud de diversos campos.
Podría servir en el campo de la medicina para alimentar dispositivos médicos implantables (marcapasos o neuro estimuladores).Así las cirugías encargadas de reemplazar baterías se reducirían y se mejoraría la vida de los pacientes.
Y, por si fuera poco, en el entorno del hogar, los enchufes y cables desaparecerían, ya que podrías cargar y usar electrodomésticos libremente. Y si tuvieses placas solares, haría mucho más sencilla su transmisión.
Como puedes ver, hay infinidad de usos que se le pueden dar a este tipo de energía. Por ejemplo, en situaciones de emergencias o desastres naturales, con esta energía podrían cargarse dispositivos de comunicación y mantener líneas de comunicación abiertas (incluso sin infraestructura eléctrica).
Otro uso sería en la infraestructura urbana, ya que podrían alimentarse alumbrado público o semáforos. Así se facilitaría la implementación de medidas de “ciudades inteligentes” que harían más baratos tanto el mantenimiento como la propia instalación.
También podría aplicarse en el campo de la industria, ya que alimentaría sensores y dispositivos en entornos peligrosos o difíciles de acceder. Se monitorizaría de forma más simple y se automatizarían procesos para mantener la seguridad de los trabajadores.
Uno de los usos más obvios es el de carga de dispositivos electrónicos (móviles, ordenadores, baterías portátiles), ya que la comodidad de no necesitar cables sería innegable. También aplicaría para la carga de vehículos eléctricos, haciéndola más eficiente a la par que sostenible.
Podrías cargar vehículos aparcados en cualquier lugar o mientras los conduces incluso. Así aumentaría la autonomía y libertad de esta clase de vehículos. Y en el espacio podrían alimentarse satélites o sondas espaciales, sin necesidad de reemplazar baterías o cables.
Hoy en día existen varias empresas que tratan de innovar para hacer frente a los desafíos que este tipo de energía presenta. Su objetivo es hacer real el uso de la energía inalámbrica en el día a día.
El reto principal es la eficiencia de la transmisión a larga distancia. Ya que cuanto mayor es, la eficiencia disminuye y limita su aplicación en largas distancias. Además, las interferencias electromagnéticas con otros dispositivos electrónicos cercanos son un problema.
Así como la estandarización y operabilidad de las tecnologías. También hay que hacer estudios para ver qué clase de impacto puede producir en la salud humana una exposición prolongada a campos electromagnéticos.
Ahora ya conoces todo lo necesario sobre este interesante tema. Desde los puntos de partida para el desarrollo de la energía inalámbrica, hasta los múltiples usos que tendría en la sociedad y cuál es su futuro actualmente.
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