Conoce la definición de Compost

Si éramos aficionados a Bricomanía, o aún lo somos, seguro que habremos escuchado la palabra compost en la sección de jardinería en mil y una ocasiones. Lo más probable es que sepamos que se trata de un tipo de abono natural, pero… ¿qué es exactamente el compost? Hoy no solo aprenderemos lo que significa, sino que os daremos la ‘receta’ para poder elaborar vuestro propio compost en casa, ¡así que tomad buena nota!

¿Qué es el compost?

Tal y como hemos mencionado un poco más arriba, el compost es un tipo de abono natural. Se consigue por los procesos de descomposición de nuestros residuos habituales a través de hongos, bacterias y/u organismos como los gusanos. Este tipo de material no solo ayuda a crecer a las plantas, sino que les sirve como alimento y, a diferencia de los abonos minerales, también nutre a la propia tierra. Esto hace que su reutilización sea muchísimo más factible, lo que convierte al compost en una opción genial si pretendemos sacarle partida a nuestro terreno durante aún más tiempo.

Además, como veremos a continuación, produciendo nuestro propio compost estaremos reciclando gran parte de los desechos de nuestro hogar, al menos los orgánicos. Por ello, además de altamente beneficioso, el compost es tremendamente ecológico, ¡otro buen motivo para decidirse por él!

¿Cómo se prepara el compost en casa?

Para elaborar nuestro propio compost, lo primero que necesitamos es un recipiente en el que hacerlo. Para ello necesitamos una compostera, un recipiente de plástico cerrado con agujeros tanto en la tapa como en la base. El objetivo de esto es que se airee y elimine el exceso de líquido. Nuestro objetivo es claro: crear vida para que descomponga el material y poder utilizarlo. El compost está compuesto por:

  • Materia verde: hojas de plantas completamente sanas y desperdicios de nuestra cocina. Ojo, nunca añadir yema de huevo, lácteos, carne o pescado, ¡generan malos olores que atraen visitantes desagradables!
  • Materia marrón: Plantas secas, hojarasca, cartón y papel sin tinta…

La proporción es bien sencilla: tres cuartas partes de materia marrón y una cuarta parte de materia verde. Lo mejor es ir intercalando capas en la compostera, comenzando con materia marrón y añadiendo capas de unos 3 centímetros de tierra entre una y otra. ¿Cómo sé cuándo está listo mi compost? Cuando no se pueden identificar los desechos que lo integran, ¡si siguen distinguiéndose es que ahí falta materia verde que le aporte humedad!