¿Qué es un conductor eléctrico?

Un conductor eléctrico es un material que apenas presenta resistencia a las cargas eléctricas, con lo cual en cuanto la electricidad pasa por él, la energía se expande de una forma muy rápida y sin encontrar obstáculos. Esta resistencia tan baja se debe a que el conductor eléctrico está formado por una serie de átomos que, a su vez, están compuestos por muy pocos electrones.

Algunos de los conductores eléctricos más habituales son el aluminio, la plata e incluso el oro. Por su parte, el cobre, es un tipo de conector que esparce la energía de una forma muy rápida. De hecho, está presente en los cableados de muchas instalaciones eléctricas. Además, se pueden encontrar materiales que no son metales, pero que actúan como conductores eléctricos.

Cómo debe ser un buen conductor eléctrico

Para que un material sea considerado como un buen conductor eléctrico tiene que cumplir una serie de funciones entre las que se encuentran:

  • Conducir la electricidad de una forma rápida desde un punto hasta otro.
  • Ser capaz de generar campos electromagnéticos
  • Ser capaz de cambiar la tensión al generar diferentes transformadores.

Entre sus características también sobresalen que son muy maleables, tardan mucho tiempo en desgastarse, poseen una capa aislante y tienen la capacidad de transmitir la electricidad de un material a otro.

Tipos de conductores eléctricos

Existen tres tipos de conductores eléctricos que son los metálicos, los electrolíticos y los gaseosos. Los más fáciles de encontrar son el aluminio, el cobre, la plata y el oro, que pertenecen al primer grupo.

Respecto a los conductores electrolíticos, se caracterizan porque el paso de la corriente eléctrica se genera debido a una reacción química que divide los polos en positivos y negativos. Además, destaca la presencia de una sustancia con capacidad para transportar la carga eléctrica. Este contexto provoca que la electricidad se desplace a la misma vez que la materia.

En cuanto a los conductores eléctricos gaseosos, se caracterizan por estar en este estado. Para que circule la energía por ellos tienen que atravesar un proceso de ionización que es el causante de que ganen o que pierdan electrones. Este hecho es el que les aporta la capacidad de producir electricidad.