El consumo eléctrico es un dato que se puede definir de diferentes formas. Es una cifra que corresponde a la cantidad de energía que necesita un punto de suministro eléctrico determinado y durante un periodo de tiempo muy concreto. Lo que se consume en ese espacio de tiempo es el dato que determina el consumo eléctrico. Además, ese plazo de tiempo en el que se mide el consumo se denomina periodo de facturación.
Cuanto mayor sea la cifra de consumo eléctrico, más cantidad tendrá que abonar el usuario, por eso es importante que el consumo sea bajo. Además, es recomendable tener unos hábitos de consumo sostenible que permitan ahorrar energía y que ayuden a administrar los recursos.
El consumo eléctrico se puede reducir tomando medidas como bajar los grados de la calefacción o desconectarla al menos 30 minutos antes de ir a dormir. También es importante tener los radiadores limpios, ya que la presencia del polvo aumenta el consumo de energía hasta un 10%. Otras medidas sostenibles están enfocadas en bajar la temperatura de la lavadora y reducir el consumo de los electrodomésticos.
La unidad de medida del consumo eléctrico es el kWh y el número de estas unidades determinan la cantidad que hay que abonar por la energía que se ha consumido.
Para averiguar el consumo eléctrico, hay que multiplicar los kWh que se han consumido durante el periodo de tiempo que se quiere medir por la tarifa que se ha contratado con la comercializadora.
El medidor de consumo eléctrico es un dispositivo diseñado para detectar la cantidad de energía que se desplaza a través de una instalación eléctrica. El dato que generan lo aportan en kWh y a partir de ahí, se puede averiguar el coste de la energía consumida.
Normalmente, estos medidores tienen que estar adosados a los cuadros eléctricos. Además, se trata de un aparato muy interesante porque aporta información sobre el consumo que se ha tenido en tiempo real.
