Si hemos pensado en adquirir un nuevo hogar, o simplemente queremos actualizar un poco el nuestro, es posible que ya nos suene de algo el concepto de eficiencia energética. Puede que incluso algún técnico haya tocado a nuestra puerta ofreciéndonos sus servicios y no hayamos querido ni escucharle, pero… ¿sabemos exactamente lo que es la eficiencia energética? Cuando terminemos de contaros esto, ya veréis como la próxima vez sí que le abrís y le dejáis pasar…
La eficiencia energética es el concepto asociado al uso eficiente que hacemos de la energía, ya sea de forma directa o bien a través de un aparato electrónico.
En la actualidad, la eficiencia energética tiene un sistema de medición respecto a cualquier producto, desde electrodomésticos hasta televisiones o aires acondicionados, por el que podemos saber el nivel de energía que se consume, entre otros datos muy útiles. Se le conoce como etiqueta de eficiencia energética.
La preocupación por la eficiencia energética se justifica en el objetivo de proteger al máximo posible el medio ambiente. Para ello se plantea un uso más reducido de la energía y de las emisiones contaminantes que generan los aparatos electrónicos.
La eficiencia energética se puede conseguir con acciones de las personas, por ejemplo utilizando menos aire acondicionado y, al mismo tiempo, con el desarrollo de productos más eficientes por parte de los fabricantes.
Los proyectos y los programas destinados a alcanzar la eficiencia energética aportan tres grandes beneficios. El primero de ellos se centra en el ahorro, que está enfocado tanto a los costes, como a la propia energía, ya que siempre hay que tener en cuenta que cuanta menos energía se gasta, menos dinero se gasta.
Otro beneficio se traduce en la ayuda al medioambiente porque se reducen las emisiones de gases de efecto invernadero. Al consumir una menor cantidad de energía se reduce el consumo de recursos. También hay una mejora de abastecimiento. Eso se debe a que se fomenta el consumo responsable, se genera economía de proximidad y se optimizan los recursos naturales.
Cada aparato electrónico puede contar actualmente con una etiqueta de eficiencia energética. En ella se identifica en un baremo de letras, cuál se asigna al producto en función de su nivel de eficiencia energética.
Estas etiquetas siguen una regulación idéntica en toda Europa y son obligatorias en los siguientes electrodomésticos:
Las letras de la etiqueta de eficiencia energética y el significado de cada una de ellas es el siguiente:
Los aparatos electrónicos con esta letra son más costosos, pero ofrecen la mayor eficiencia energética posible. Con ellos es posible ahorrar hasta un 65% del consumo energético.
Pueden ofrecer un ahorro del 55% de consumo energético.
Pueden ofrecer un ahorro del 45% de consumo energético.
Por lo general, cualquier aparato eléctrico que tenga una A o nivel superior, puede ser considerado de máxima eficiencia energética.
Los productos con etiqueta de eficiencia energética B pueden variar su ahorro de consumo energético del 45% al 25%.
Los productos con etiqueta de eficiencia energética B pueden variar su ahorro de consumo energético del 25% al 10%.
Estos productos suelen tener un consumo normal que puede ir del 10% al 25%.
A partir de la letra E, los aparatos electrónicos presentan un gasto superior. En este caso puede ir del 0% al 10%.
Estos productos pueden aumentar el gasto energético del 10 al 25%.
Estos productos pueden aumentar el gasto energético por encima del 25%.
Para calcular la eficiencia energética hay que tener en cuenta determinadas variables. Una de ellas es el registro del consumo energético que presenta el dispositivo o la vivienda o el lugar que se quiere medir en condiciones normales. El resultado de ese registro se muestra en kilogramos de CO2 en base a la superficie en metros cuadrados que tiene esa vivienda. La cifra numérica resultante es la que da base al certificado de eficiencia energética.
El término de eficiencia energética está muy ligado con el de ecoeficiencia, que se basa en aprovechar al máximo una energía sin que se desperdicie nada de ella. Para obtenerla y alcanzar un buen grado de eficiencia energética se pueden aplicar diferentes medidas.
Nuestro país se ha comprometido con unas emisiones de gases contaminantes muy concretas, y con funcionar con energías renovables al 100% para 2050. ¿Y sabéis qué? Que para cumplir con esos dos objetivos, alcanzar la mejor eficiencia energética posible es un objetivo primordial. Si nuestros hogares son eficientes energéticamente, consumiremos mucha menos electricidad. Eso significa que emitiremos menos contaminación, pero también que, una vez se haya hecho la transición energética, requeriremos mucha menos energía y sobrecargaremos menos la red.
Esto va a hacer que, en los próximos años, los técnicos de eficiencia energética vayan a ser unos de los profesionales más demandados. Por eso, si estáis planteándoos cambiar de profesión… ¡seguro que ahora mismo se os acaba de venir una buena idea a la cabeza!