La energía sonora, también llamada energía acústica, es una fuente de energía con la que interactúan la mayoría de los seres vivos. Además, puede ser emitida por objetos o por organismos vivos. Tampoco pasa desapercibido el hecho de que se trata de una energía que procede de la naturaleza, pero que hoy en día se usa con diferentes fines.

¿Qué es la energía sonora o energía acústica?

El concepto de energía sonora sirve para nombrar a la energía que hace posible que sean creadas y transportadas las ondas sonoras. Estas ondas son producidas por un cuerpo natural o artificial que vibra, y posteriormente, se desplazan por el aire, aunque también se pueden transportar por el agua o por otros medios físicos.

Otro aspecto importante de estas ondas es que necesitan el soporte de un medio físico para poder transportarse. Es imposible que puedan moverse por el vacío. La manifestación de energía sonora más habitual se produce cotidianamente cuando dos o más personas mantienen una conversación.

Por otro lado, la generación de la energía sonora es fundamental en la creación de la música o de los ultrasonidos, que, aunque no pueden ser escuchados por las personas, dan la opción de desarrollar tratamientos médicos y diagnósticos más certeros.

¿Cómo se transforma la energía sonora?

La energía sonora se produce cuando un cuerpo vibra. Por ejemplo, cuando una persona comienza a hablar sus cuerdas vocales vibran y generan esas ondas sonoras que aumentan su tamaño al pasar por la boca y salen al exterior. Posteriormente, es el aire el que desplaza esas ondas.

Este proceso de generación y propagación de energía sonora también se produce cuando vibran los mecanismos de un altavoz o cualquier objeto artificial creado por el ser humano.

Otros aspectos que influyen en el desplazamiento de la energía sonora son la velocidad y el alcance. La densidad que haya en el medio repercute en su velocidad de desplazamiento y si el medio es muy denso las ondas tienen un alcance menor.