El fracking es una técnica que se basa en aplicar una serie de mecanismos que tienen como objetivo aumentar la extracción del gas y del petróleo que se encuentra en el subsuelo. También recibe el nombre de fracturación hidráulica y consiste en estimular los pozos que se encuentran en los yacimientos de hidrocarburos.
La fracturación hidráulica es un sinónimo de fracking que consiste en incrementar la extracción de hidrocarburos que se encuentran en los diferentes yacimientos. Esta técnica surgió hace más de 80 años y actualmente recibe un gran número de críticas por el impacto ambiental que provoca. El motivo es que para aplicar esta técnica se realizan grandes fracturas en las rocas y se inyectan fluidos en las mismas que les provocan una alta presión.
A día de hoy la práctica del fracking genera cierto debate, pero eso no ha impedido que los grandes países de Norteamérica, Estados Unidos y Canadá acudan a este sistema. Lo mismo ocurre con estados ubicados en el centro y en el sur de América como México y Argentina. Por otro lado, China también aplica en fracking, al igual que Alemania y Australia. Aunque todos ellos lo ejecutan de forma regulada.
Todos estos países se muestran favorables a la utilización de esta técnica debido a factores como que fueron pioneros en el utilizarla. Además, el empleo del fracking por parte de empresas pertenecientes a estos estados les ha permitido incrementar sus cifras de producción de hidrocarburos y su posterior comercialización. Otro factor interesante es que el fracking les ayuda a alcanzar el objetivo de autoabastecimiento.
En este contexto también aparecen países que se muestran contrarios al uso de esta práctica debido a los daños ambientales que genera. Entre esos perjuicios se encuentran la contaminación de acuíferos, la expulsión de gases a la atmósfera o el debilitamiento de las capas externas de la tierra.
El aspecto más positivo del fracking es que permite el acceso a los yacimientos menos habituales. Gracias a esta técnica se puede llegar a lugares que hace algunos años eran totalmente inaccesibles. Todo esto ha permitido que muchos países puedan extraer un gas propio sin depender de otros estados.
Además, las técnicas de fracking han ido mejorando con los años y ahora se puede extraer el gas de una forma sencilla, rápida y barata. Otro factor favorable al fracking es que su implantación en algunos países ha ayudado a crear puestos de trabajo y a estimular su economía. Sobre todo, en aquellos que se encuentran en vías de desarrollo.
El fracking tiene ventajas y desventajas. Entre los aspectos negativos se encuentran que el uso de sustancias químicas y de ciertos materiales contamina los acuíferos y pone en riesgo el buen estado de los ecosistemas. Todo esto puede llegar incluso a repercutir en la salud de las personas que habitan en esos lugares.
Otro aspecto negativo relacionado con el fracking y el medio ambiente es que para aplicarlo se emplean inmensas cantidades de agua y eso favorece el estrés hídrico e influye en el cambio climático. También aumenta el riesgo de que se produzcan terremotos e incluso de escapes de gases y de explosiones. Además, genera una cantidad excesiva de residuos y afecta al paisaje natural de sus alrededores.
La influencia del fracking en el mercado de los hidrocarburos ha recaído sobre los países que recurren a esta técnica. Gracias a su aplicación han estado cerca de lograr un estado de independencia energética a la vez que aumentaban sus beneficios. Pero a día de hoy ese contexto ha cambiado debido al descenso y posterior estancamiento de los precios del petróleo. Además, la aplicación del fracking obliga a hacer grandes inversiones.
Este último factor, sumado a la presión que recibe esta práctica por parte de las posturas más ecológicas, ha reducido considerablemente la influencia del fracking en el mercado durante los últimos cuatro años. Aun así, sigue siendo una vía de generación energética que se tiene en cuenta.
La práctica del fracking puede ser muy rentable e interesante siempre que se lleve a cabo de forma regulada. De lo contrario, el impacto del fracking en la generación de energía puede tener consecuencias graves que repercuten especialmente en el medio ambiente. Estos son algunos de los efectos negativos.