La pila de combustible es un artefacto que sirve para convertir la energía química en energía eléctrica. Este dispositivo se usa para producir tanto agua, como electricidad en forma de calor o de corriente continua.
Generalmente, estas pilas se emplean en sectores como los medios de transporte y el automovilismo. Aunque también es frecuente verlas dentro del engranaje de dispositivos móviles como los portátiles y los smartphones o como generadoras de electricidad en grandes centrales y edificios.
Para entender cómo funciona una pila de combustible hay que tener en cuenta que tiene diferentes partes. La primera de ellas es el polo positivo o cátodo, la segunda el polo negativo o ánodo y finalmente se encuentra el electrolito intercalado que está inmerso entre los electrodos permitiendo el paso de iones, que son átomos que están cargados positiva o negativamente.
Su funcionamiento se basa en alimentar a la propia pila con hidrógeno. Este componente se envía al ánodo a través de un catalizador que genera iones de carga positiva y que se desplazan hasta el cátodo por medio del electrolito. Todo este proceso induce una corriente que genera electricidad.
Entre las pilas de combustible hay diferentes tipos.