La inercia térmica en la construcción y diseño de los edificios es una propiedad vital en zonas donde la diferencia térmica entre el día y la noche es notable. Construyendo con ella mente es más fácil alcanzar el confort perfecto en el interior de los hogares.
Para esto se utilizan materiales de construcción que almacenan la energía durante el día y la liberan después durante la noche. Esta medida pasiva tiene grandes beneficios como el ahorro energía en calefacción, refrigeración.
La inercia térmica es una propiedad que indica la capacidad de un cuerpo de almacenar calor y la velocidad con la que lo libera. Construir con materiales favorables a ella permite depender menos de sistemas mecánicos de calefacción e incluso refrigeración.
Dependiendo de las características de los materiales de construcción que se utilicen tendrá más o menos efecto. Los más importantes son:
Con los materiales adecuados es posible tener una temperatura media estable durante todo el día. Así, en verano el muro absorberá calor durante todo el día, manteniendo el interior fresco. Durante la noche desprenderá toda la energía acumulada.
Mientras tanto, durante los meses más fríos del año funcionará igual (almacenar calor durante el día, y devolverlo al ambiente interior durante la noche) pero su efecto será el contrario: menos necesidad de calefacción durante la noche.
Estos mecanismos de refrigeración y calefacción pasivos aprovechan la diferencia de temperatura que hay entre el elemento constructivo y su entorno, además de esto amortiguan las diferencias térmicas y se comportan de forma anticíclica.
Antes de construir cualquier edificación es necesario hacer un estudio previo de la zona, orientación, asoleamiento, horas de radiación y varias cosas más relacionadas con el clima de la ubicación de la casa.
Hay que contar que aprovechando la inercia térmica podrás evitar que sus efectos sean contraproducentes dependiendo de en qué estancia lo instales. También es importante disponer de un buen sistema de ventilación para que la masa térmica se enfríe correctamente.
El uso de estas medidas pasivas en la construcción hace que el consumo de energías de las instalaciones térmicas sea menor, pero sin afectar a su confort. Algunos de los materiales recomendados para este método de construcción son el grafito, el agua, el adobe y la tierra seca.
Además de estos, existen otros que también tienen una capacidad calorífica aceptable, aunque no son recomendables en todos los casos, entre ellos están la madera, el ladrillo o el hormigón.
Aunque todo esto suene genial sobre el papel, lo cierto es que no es tan fácil de implantar como parece. Para que funcione tienen que cumplirse ciertas características. Por ejemplo, no es un método eficiente para edificios o casa que no se usen de forma continuada o permanente.
Este es el caso de segundas residencias o de casas de verano que están cerradas durante varios meses y solo se utilizan en fines de semana.
Para que la inercia térmica tenga el efecto deseado, se tiene que utilizar junto a un buen aislante térmico para que haya una temperatura media constante, si no, todo lo almacenado desaparecerá antes de lo debido.
Aunque las ventajas de la inercia térmica son amplias, es posible mejorar su eficiencia siguiendo unos pequeños trucos.
Puede que nunca hubieras escuchado este término porque al fin y al cabo, es un tipo de construcción común en Estados Unidos, el norte y centro de Europa o Canadá.
En estos países con clima frio las casa se construyen con madera y derivados, aislamientos térmicos de espesores importante, vidrios muy aislantes y sellados continuos.
Por el contrario, en España la presencia de puentes térmicos y la falta de estanqueidad está a la orden del día. Debido al sistema constructivo tradicional que se emplea con cemento, hormigón, yeso, cerámica o mortero, la transmisión e intercambio de calor aumenta.
Como consecuencia, aunque estos materiales pueden absorber la suficiente cantidad calórica, son muy sensibles a su pérdida, por lo que el uso de energía en sus instalaciones térmicas aumentará.
Una alternativa para los hogares construidos en el interior de la película puede ser instalar aislamiento en el exterior y elementos de inercia térmica en el interior. El uso de la grava, construir muros “trombe” o construir parte del edificio bajo tierra son estrategias que pueden ser útiles.
El ahorro de energía es un objetivo que todos tenemos, y que con medidas como estas es más fácil de conseguir.
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