Es muy probable que nunca llegues a ver uno y que la instalación eléctrica no lo necesite. Pero aún así, como sucede con el resto de componentes que conforman el equipo doméstico, es interesante saber qué es. Hablamos de nada más y nada menos que el maxímetro.
Para explicar qué es este aparato, antes hay que recordar cómo funciona la potencia eléctrica de casa. Es decir, todo ese rollo del por qué saltan los plomos y cómo afecta lo que pagas en la factura a la comercializadora cada mes.
Como ya te hemos comentado en artículos anteriores, el responsable de que te quedes sin corriente en algunos momentos es el ICP. También conocido como “interruptor controlador de potencia”, este salta cuando detecta que la demanda de energía ha superado a la contratada.
¿Su función? Además de vigilar que cumples con lo firmado, el ICP también se encarga de proteger el buen funcionamiento de la instalación. Vamos, que vela por que no dejes frito nada y te quedes sin luz hasta la llegada de un técnico.
Este interruptor es obligatorio desde el pasado 2005, y suele estar bien identificado dentro del cuadro eléctrico. Dejando eso, que salte o no salte dependerá del número de inquilinos, del tipo de instalación (monofásica o trifásica) y de muchas otras cosas.
Pero ¿y si te dijéramos que hay una forma de sobrepasar la potencia controlada sin que salten los plomos? Es ahí donde entra en juego el componente de hoy. En este artículo te vamos a explicar qué es un maxímetro y para qué sirve.
El maxímetro es un aparato que se coloca en el cuadro eléctrico sustituyendo al ICP, y que permite superar la potencia eléctrica contratada sin que salten los plomos. ¿Y ya está? No es tan sencillo como parece.
Por ley solo pueden tener maxímetros las instalaciones con potencias eléctricas superiores a 15 kW o aquellas que sean directamente de alta tensión. O lo que es lo mismo, que no podrás optar a él para casa en una situación normal.
El aparato también mide la potencia máxima demandada, la energía activa y la energía reactiva. Ahora bien, como extra es capaz de monitorizar la potencia por intervalos de 15 minutos. En cada franja calcula una media de lo demandado y lo deja a disposición de la comercializadora.
Esto es útil, por ejemplo, en el caso de ascensores que siempre tengan que estar funcionando. Los elevadores tienen picos de consumo que el maxímetro no podría medir de no ser por su funcionamiento periódico.
¿Cuál es el propósito real del aparato? Su presencia en la normativa española no es caprichosa o casual. Está pensado para garantizar el suministro en aquellos edificios o inmuebles que no pueden quedarse sin electricidad bajo ningún concepto.
Para el caso, hospitales, edificios con ascensor o viviendas en las que hay algún residente conectado a máquina médica especial. Es decir, personas que por necesidades especiales requieren estar enchufados a instrumentos especiales las 24 horas del día.
De cara a cubrir la situación particular de todos estos casos, el maxímetro invierte el orden de prioridades. Mientras que el ICP antepone la seguridad al suministro, este otro aparato pone por delante lo segundo a costa de la integridad del sistema.
Como acabamos de mencionar más arriba, depende de tu situación. El derecho a maxímetro está recogido en la ley para generalmente dos casos bien diferenciados: las instalaciones con más de 15 kW de potencia (tarifa 3.0TD o superior) o las de menos de 15 kW (tarifa 2.0TD) “no interrumpibles”.
A este efecto la normativa deja bien claro qué elementos se consideran “no interrumpibles”. Ya te adelantamos que no vale cualquier cosa y que el juicio subjetivo que puedas hacer tampoco te servirá para esquivar los requisitos.
Qué es y qué no fundamental lo decide el personal técnico encargado de emitir el Certificado de Instalación Eléctrica (CIE). Durante el proceso, si tienes algún componente que encaje con los requisitos, será valorado. Entre ellos:
¿Cumples este último punto y tienes una instalación de menos de 15 kW? Entonces deberás solicitar un maxímetro presentando a tu compañía un certificado médico sellado y firmado por un profesional capacitado.
No deberías tener ningún problema para conseguirlo. Eso sí, ten en cuenta que el documento tendrá una validez de un año, y que después de ese periodo deberás renovarlo para seguir optando el derecho a él.
Además, el maxímetro no es infalible en lo que se refiere al suministro. Si hay una avería o incidencia en la red te saltarán los plomos igualmente. Por eso se recomienda también contar con un generador auxiliar para situaciones de emergencia.
Todo tiene un coste y el beneficio del maxímetro no es una excepción. Claro que evitarás que salten los plomos aunque te pases de la potencia eléctrica contratada, pero ese sobrante consumido tendrás que pagarlo a un precio especial.
Y decimos “especial” por no hablar de “penalización”, que es el término que suelen manejar las comercializadoras. La luz consumida por encima de la potencia tiene un sobrecoste que depende del tamaño del margen registrado. Vamos, de cuánto te hayas pasado:
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