Mejores trucos para sacar el máximo partido al congelador

02 Septiembre 2021 - Actualizado 09 Febrero 2023
Congelador eficiente, consejos para su uso correcto

No es problema del uso que le damos ni de su propio funcionamiento, sino de nuestras necesidades. Si el congelador es el segundo electrodoméstico que más consume de casa es porque lo tenemos conectado en todo momento.

Al igual que sucede con el frigorífico, su histórico compañero tiene que estar funcionando constantemente para que no se estropeen los alimentos conservados en su interior. Por eso, cuando se habla de ahorrar energía, el enfoque respecto a este aparato es diferente.

No se mencionan horarios de uso (con el nuevo sistema de discriminación horaria), ni cambios en las rutinas de utilización. Sacarle el máximo partido al congelador supone abordar otras fases de tratamiento relacionadas con él.

¿No puedes desconectarlo? Pues entonces probemos otras soluciones que eviten los típicos errores provocados por el desconocimiento. Y es que sí, el congelador congela, pero detrás de eso hay muchos matices en los que se puede rascar para conservar unos euros extras.

Antes de nada: elige el congelador más eficiente

De nada sirve que te comas la cabeza para reducir el consumo de energía si lo que tienes en la cocina es un congelador de los años 60. El primer paso para ahorrar, aunque suene paradójico, siempre es gastar.

Es decir, invertir en un modelo que ronde lo más alto del etiquetado de eficiencia energética. Un producto A+++ es evidente que te costará algo más que otro normal, pero a la larga terminará ofreciéndote el ahorro que buscas.

Estos congeladores consumen nada más y nada menos que un 80% menos de energía que los de clase D (la más baja de todas), y permiten recortar en torno a 1,5 toneladas de emisiones de CO2 a lo largo de toda su vida útil.

El ahorro final puede llegar a oscilar los 1.000 euros. Así que ya sabes, a la hora de comprar busca las cuatro estrellas. Los de una no superarán los -6ºC y los de dos los -12ºC. Para alcanzar los -18 y -24ºC recomendables tienes que apostar por lo mejor del mercado.

Cuidado con los alimentos calientes

Si manejas un poco de química ya sabrás que lo que hace el congelador con los alimentos no es eliminar su calor por arte de magia, sino hacer un intercambio de temperatura progresivo. Eso quiere decir que el calor de la comida pasará a las estancias del electrodoméstico.

Por eso tradicionalmente nuestras madres y abuelas siempre nos han recomendado no meter nada demasiado caliente a descongelar; estropeará el resto de alimentos conservados y obligará al congelador a gastar más energía para mantener la temperatura seleccionada.

Introducir el clásico tupper de comida sobrante recién hecha tendrá, por tanto, resultados nefastos para todos esos platos que te has esforzado en cocinar para el resto de la semana. Se formarán grandes cristales y favorecerás que las bacterias se multipliquen.

Sé una Marie Kondo de la congelación

La mayoría de nosotros solemos meter los alimentos a cascoporro en el congelador. Craso error. Para empezar porque perderás de vista algunos productos que no tienen un tiempo de conservación infinito, y para seguir porque favorecerás que se acumule la suciedad.

Lo indicado es no mantener la comida cruda más de tres meses congelada porque perderá tanto su textura como su sabor original. Te recomendamos así que seas organizado y hagas rotaciones periódicas.

Ve apuntando en el típico bloc de notas lo que hay en el congelador y la fecha de entrada. Así sabrás a qué tienes que dar prioridad cuando vayas a cocinar, y no perderás dinero tirando a la basura montones de comida.

Los envases son tu gran aliado

¿Alguna vez has escuchado eso de que el frío quema? Suena a contradicción, pero está más que comprobado químicamente. No por nada todo lo que entra en el congelador suele ir o envuelto en papel de plástico o metido en tuppers.

Prueba a congelar un filete de pollo sin envase y verás lo que le sucede a la superficie que está en contacto con el suelo de la cámara. Para evitarlo, una buena solución consiste en apostar por las bolsas pequeñas con zip que venden los supermercados.

Así podrás conservar los tuppers para el día a día y no gastarás agua de más en fregarlos o meterlos en el lavavajillas. ¿Y qué pasa con los líquidos? Aunque estos no pueden quemarse, sí se expanden al congelarse.

Cuidado con las botellas y los tarros de cristal, si los utilizas como envase, intenta dejar unos dos dedos de margen hasta el límite para evitar que estallen. Ah, y en caso de saturar el espacio, no dudes en usar papel film si quieres separar los huesos y otros elementos sueltos.

Practicidad ante todo

No hace falta que te digamos que al congelador le supone un mayor gasto de energía tener que actuar sobre tres o cuatro alimentos que sobre uno solo. Suena a Perogrullo, pero es un error que cometemos muy a menudo.

Es mejor siempre cocinar los platos antes de meterlos en la cámara, porque así el electrodoméstico solo tendrá que actuar en un producto concreto. Esta misma lógica se aplica a otros alimentos que vamos a manejar previa consumición.

Es decir, a barras de pan, piezas grandes de carne o salsas; pártelas y/o combínalas para dejarlas listas y no tener que manejarlas una vez las hayas congelado. Cuanto más simple sea el producto y menos tamaño tenga, más energía ahorrarás.

Cuidado con las verduras

Los vegetales son los que más sufren con el proceso de congelación; pierden muy fácilmente sus propiedades y pueden llegar a ser realmente desagradables de consumir una vez se recuperan.

Por eso los expertos recomiendan blanquearlos antes de congelarlos. Esto es darles un golpe de cocción en agua hirviendo (unos dos o tres minutos). Así se mantendrán mejor conservados en el congelador.

En ese sentido, desde El Comidista tienen un consejo para las setas: “solo hay que pasarlas por la sartén –enteras o cortadas– sin aceite y dejar que pierdan parte de su agua. Una vez frías, estarán listas para congelarse en óptimas condiciones”.

La idea es precisamente esa, eliminar todo rastro de humedad que puedan contener para evitar su degradación.

Siguiendo todos estos consejos podrás, no solo ahorrar en materia de energía con el congelador, sino también en la cesta de la compra. En EnergyGO te damos la electricidad que necesitas, pero el resto corre de tu cuenta.

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