Los microcoches eléctricos parecen estar de moda, te los puedes encontrar en casi cualquier ciudad. Hay varios motivos por los que te podrían interesar, pero si el factor ahorro es uno de ellos, la pregunta que te deberías hacer es: ¿merecen la pena para ahorrar energía?
No tenemos ninguna duda de que los coches eléctricos son una opción más que acertada para luchar contra el cambio climático. Un vehículo que no suelta emisiones perjudiciales al planeta, hay que tenerlo en cuenta.
Claro, si además quieres ahorrar un poco en la factura de la luz, te conviene mirar otros factores. Es aquí cuando entran en juego los microcoches eléctricos, una alternativa económica y con algunas ventajas muy interesantes.
Este tipo de vehículo está pensado para que te muevas por tu ciudad o pueblo, pero no para que te metas en la autovía. Tiene sentido, ya que no es necesario que tengas carnet de conducir para llevar uno de estos coches. A ver, hay unas limitaciones claras que hay que respetar:
Con todo esto, no es de extrañar que mucha gente se plantee comprarse uno de estos vehículos. Especialmente, personas que no vayan a usar mucho el coche o que no tengan todavía el carné de conducir.
Este tipo de vehículo tiene un tamaño más reducido que los coches eléctricos que estamos acostumbrados a ver. Si los comparamos, podemos sacar en claro algunas ventajas y desventajas interesantes.
Vamos a empezar con lo bueno que tienen para ofrecer los microcoches eléctricos. Lo que todo el mundo sabe ya, es que son sostenibles y no emiten ningún gas contaminante para el planeta, un puntazo a su favor.
Al ser mucho más pequeños que los coches tradicionales, no vas a tener casi que ningún problema para encontrar aparcamiento. Cualquier hueco te sirve para guardarlo. Muy relacionado con su tamaño, el coste también es bastante inferior.
Al ser un coche eléctrico, las preocupaciones por el mantenimiento serán mucho menores. Es menos probable que las piezas se averíen y haga falta una sustitución, algo que siempre conviene.
Ahora bien, también hay que hablar de lo negativo de estos modelos. El principal inconveniente que te vas a encontrar es la autonomía. Hablamos de entre 75 y los 150 kilómetros por viaje.
El tamaño también puede suponer un problema si pretendes hacer una escapada o llevar cosas en el maletero. Al ser tan pequeño, no tienes hueco para casi nada, aparte de los dos pasajeros.
Por último, hay que aclarar que su tamaño tiene otro inconveniente, ya que, en caso de colisión, la estructura puede verse más afectada que el otro vehículo. Por supuesto, tiene medidas de seguridad y protección que intentan suplir esta falta de peso.
Vamos con la pregunta del millón: ¿me vale la pena comprarme un coche eléctrico, o luego me voy a dejar un pastizal en electricidad? Bueno, puedes estar bastante tranquilo con tu elección.
En promedio, los microcoches eléctricos consumen poco más de tres euros por cada 100 kilómetros de autonomía. En el caso de los coches de tamaño normal, este coste aumenta un par de euros o incluso más.
Vamos, que, si tenías dudas sobre pillarte o no un microcoche eléctrico, esperamos haberte ayudado a resolverlas. Es un vehículo sostenible, a un precio asequible y que no va a consumir mucha electricidad.
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Este vehículo sostenible se puede conducir sin necesidad de carné y no emite ningún gas contaminante para el planeta.
El proceso dependerá del tipo de aparcamiento que tengas, ya que en los garajes comunitarios es necesario avisar a los vecinos.
La elección de una bicicleta o moto eléctrica dependerá de factores como la autonomía, el presupuesto o el ahorro energético de cada una.
Con los precios por las nubes, hoy es más importante que nunca saber dónde se puede cargar el coche eléctrico gratis dentro de la península.
La autonomía, el tiempo de carga o el impacto medioambiental son solo algunas de las diferencias que hay entre el vehículo y el de hidrógeno.
La batería es uno de los componentes más importantes del coche y que más sufre los cambios de temperatura, por eso es importante llevar un mantenimiento.
