Hay una infinidad de sustancias presentes en nuestro día a día de las que no somos conscientes. Todos conocemos algunas como el oxígeno o el metano, pero hay otras que se nos escapan. Una de ellas es el sulfuro de hidrógeno, te enseñamos qué es y riesgos que presenta para el medioambiente.
El sulfuro de hidrógeno es un gas que no te lo vas a encontrar caminando por las calles de tu ciudad. Eso sí, lo puedes tener debajo de ti casi todo el rato. Hablamos de las alcantarillas, algunas tuberías o fábricas de diferente tipo.
Aunque no te rodee en el día a día, sí que es interesante que conozcas un poco sobre el sulfuro de hidrógeno. Por ejemplo, si sabes cómo huele, serás capaz de irte de los lugares en los que abunde, evitando posibles desastres.
El sulfuro de hidrógeno, también conocido como ácido sulfhídrico, es un gas incoloro e inflamable que es conocido especialmente por tener mal olor. Es muy parecido a los huevos podridos.
Este gas es perjudicial para la salud de las personas que lo respiran. Si es en pequeñas cantidades puede provocarte problemas de vista o dolores de garganta. Si aumenta la proporción de sulfuro de hidrógeno puede llegar a provocar incluso la muerte.
Una de las características principales que tiene este gas es que es muy peligroso para el medioambiente. Esto se debe a que puede se perjudicial en diferentes ámbitos.
La presencia de sulfuro de hidrógeno en el aire disminuye mucho su calidad y es perjudicial para los seres vivos que lo respiran. De hecho, según el resto de los compuestos que se encuentren en el lugar, puede llegar a convertirse en dióxido de azufre, que es todavía más peligroso.
En función del lugar en el que se forme, puede llegar a entrar en contacto con mares y océanos. El problema es que el ácido sulfhídrico es soluble en líquidos, además de perjudicial.
¿Qué significa esto? Que si el sulfuro de hidrógeno llega a entrar en contacto con una superficie acuática se extenderá y hará mucho daño a la vida marina que se cruce por su camino.
Ya te hemos adelantado antes que este gas también está presente en tuberías o alcantarillados. Como no es algo beneficioso ya que corroe la estructura en la que esté, normalmente se utilizan productos químicos para reducir este sulfuro.
El principal problema de esto es la dificultad para encontrar dónde se encuentra exactamente la mayor concentración de ácido sulfhídrico. Normalmente no se encuentra, por lo que echan una mayor cantidad de productos químicos que, en exceso, también son perjudiciales.
Este tipo de gas puede tener diversos orígenes. Las condiciones que deben darse sí o sí para que esto pase es la falta de oxígeno y la presencia de sulfato. Esta sustancia se transforma en sulfuro y da lugar a este gas.
El ser humano es el principal responsable de que se cree este gas. Hay varias zonas en las que puede tener lugar su formación, pero las más habituales son refinerías y tuberías en las que no haya oxígeno.
No te vayas a pensar que es el único momento en el que se crea el sulfuro de hidrógeno. También hay procesos naturales en los que puede aparecer, como son algunos pantanos o los gases volcánicos.
No cabe duda de que la presencia de sulfuro de hidrógeno en el aire puede ser muy peligrosa. Especialmente si aparece de forma natural. Ahora bien, si se utiliza con cuidado y con las dosis apropiadas, puede tener usos muy interesantes y beneficiosos.
Por ejemplo, uno de los usos más frecuentes que tiene este gas es el de fumigador para cosechas. Mezclado con otras sustancias es capaz de frenar a las plagas o insectos que se acerquen.
Si nos vamos al ámbito industrial también se le pueden encontrar usos. El que solemos ver es que se aproveche su base para generar ácido sulfúrico. De esta manera, aprovechan esta sustancia resultante.
Otro de los ámbitos en los que tiene mucha presencia es en el sector minero. Se puede utilizar para la extracción de minerales o para eliminar metales que estén integrados en las menas.
Hay bastantes más usos: se suele usar como conservante en algunos alimentos, sirve para eliminar el azufre del petróleo, puede usarse para purgar aguas residuales…
Este gas es un excelente ejemplo de que si usamos algo en su justa medida puede ser beneficioso, pero nada en exceso es bueno. Si bien tiene muchos usos, también es muy perjudicial para la salud y el medioambiente.
Tratar con mucho cuidado este gas es fundamental. Especialmente si se está manipulando en lugares que estén cerca del agua, ya que pueden alterar el ecosistema marino.
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