Los coches eléctricos están en boca de todos. Y aunque prometen sostenibilidad y ahorro, su precio sigue siendo un obstáculo de entrada para muchos compradores. Puede que no seas consciente de todas las ventajas de comprar uno de segunda mano, y nosotros te las explicamos todas.
Los ves en la calle, en los concesionarios y hasta en las películas futuristas. Cada vez más personas se animan a comprar un modelo usado, aprovechando precios más bajos, menores costes de mantenimiento y ventajas fiscales. Pero ¿realmente es una buena opción?
Antes de lanzarte a la compra, debes conocer todas las ventajas de esta opción. Aunque un coche nuevo siempre suena atractivo, uno usado ofrece prácticamente las mismas prestaciones a un precio mucho menor. Y sin renunciar a la eficiencia y a los beneficios medioambientales.
Si estás pensando en dar el salto a la movilidad eléctrica, explorar el mercado de segunda mano puede ser la clave para encontrar el coche perfecto sin vaciar tu cuenta bancaria. A continuación, te contamos todas la ventajas que debes tener en cuenta.
Como ya hemos mencionado, una de las principales ventajas de adquirir un coche eléctrico de segunda mano es el precio reducido en comparación con uno nuevo.
Los vehículos eléctricos tienden a depreciarse más rápido que los de combustión, especialmente debido al desgaste de las baterías, lo que hacer que el precio de entrada sea más asequible.
Además, los costes de mantenimiento son generalmente más bajos. Al tener menos partes móviles, los coches eléctricos requieren menos intervenciones mecánicas. No necesitan cambios de aceite ni de filtros de combustible, lo que se traduce en un ahorro adicional a largo plazo.
Comprar un coche eléctrico, incluso de segunda mano, sigue siendo una decisión sostenible. Un vehículo eléctrico no emite gases contaminantes durante su uso, lo que ayuda a reducir la contaminación en las ciudades y a mejorar la calidad del aire.
Por eso no es todo, al optar por un coche de segunda mano, también reduces la demanda de producción de nuevos vehículos. Esto implica un menor consumo de recursos naturales y una reducción en la huella de carbono de fabricación. En resumen, comprar usado es reciclar a lo grande.
Además, muchas ciudades están adoptando zonas de bajas emisiones, restringiendo el acceso a los coches de combustión. Con un coche eléctrico, podrás circular sin preocupaciones y contribuir a un entorno más limpio.
En muchos países, la compra de coches eléctricos, incluidos los de segunda mano, está respaldada por incentivos fiscales.
Por ejemplo, en España, los contribuyentes que adquieran un automóvil 100% eléctrico pueden beneficiarse de una deducción de 15% de IRPF, además de ayudas del Plan Moves, que pueden alcanzar hasta 7.000 euros.
Estos incentivos no solo reducen el coste total de adquisición, sino que también hacen que la transición hacia una movilidad sostenible sea más accesible para una mayor parte de la población.
Además del ahorro en mantenimiento, los coches eléctricos ofrecen un coste por kilómetro recorrido más bajo en comparación con los vehículos de combustión interna.
La electricidad suele ser más económica que los combustibles fósiles, y muchos propietarios pueden cargar sus vehículos en casa durante las horas valle, aprovechando tarifas reducidas.
Este menor coste en el consumo del coche se traduce en ahorros significativos a lo largo de la vida útil del vehículo, especialmente para aquellos que recorren largas distancias diariamente.
Los coches eléctricos suelen contar con la etiqueta Cero Emisiones, lo que les permite acceder a zonas urbanas con restricciones de tráfico por contaminación.
Además, en muchas ciudades, estos vehículos disfrutan de beneficios adicionales, como estacionamiento gratuito o acceso a carriles exclusivos.
Estas ventajas hacen que la conducción en entornos urbanos sea más cómoda y económica para los propietarios de vehículos eléctricos.
Aunque las ventajas son numerosas, es importante tener en cuenta ciertos aspectos al adquirir un coche eléctrico usado. La autonomía puede haberse reducido con el tiempo debido al desgaste de la batería.
Por ello, es fundamental verificar el estado de esta y considerar si la autonomía actual se ajusta a tus necesidades diarias. Además, es recomendable revisar el historial de mantenimiento del vehículo para asegurarse de que ha recibido el cuidado adecuado.
Aunque los coches eléctricos requieren menos mantenimiento que los de combustión, es esencial que las partes electrónicas y de carga hayan sido bien cuidadas. Comprar un coche eléctrico de segunda mano puede ser una buena opción si buscas movilidad sostenible y económica.
Con un menor coste inicial, reducidos gastos de mantenimiento y beneficios fiscales, estos vehículos ofrecen múltiples ventajas y contribuyen a la protección del medio ambiente.
Si estás considerando dar el paso hacia la movilidad eléctrica, explorar el mercado de coches eléctricos de segunda mano puede ser una excelente opción.
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