¿Sabías que es posible usar el café para producir energía sostenible? Aparte de tomártelo por la mañana antes de entrar a trabajar, este producto se puede usar para generar electricidad y reducir las consecuencias negativas de la eliminación de sus residuos.
El café se toma en todo el mundo, ya sea por la mañana para espabilarte un poco y empezar el día o para quedar con un amigo por la tarde. De hecho, es la segunda bebida que más consumimos en todo el mundo, solo por detrás del agua.
Esto lo convierte en una bebida que se produce en enormes cantidades y que genera muchísimos residuos. Esto se debe tener en cuenta para conocer sus efectos contaminantes, pero también para investigar si hay algún método con el que aprovecharlos.
Lo más probable es que nunca te hayas imaginado que se puede usar el café para generar energía. La mayoría de las personas lo ven como una bebida que ayuda a ganar algo de energía por la mañana y poco más.
Sin embargo, existen varias formas con las que se puede convertir el café en una fuente de energía limpia. Te enseñamos cuál es el método más utilizado y el impacto positivo que genera en el medioambiente, pero antes, vamos a analizar lo negativo que tiene esta bebida.
El impacto ambiental de la producción de café es mucho mayor de lo que te puedes imaginar. Ten en cuenta que se consumen más de 2.000 millones de tazas al día en todo el mundo.
También debes considerar que los residuos del café cuando se descomponen generan metano, un tipo de gas mucho más perjudicial que el dióxido de carbono.
Para que te hagas una idea, el grano de café que llega a nuestras casas es tan solo un 20% del total de la fruta, lo que significa que hay un 80% que se desperdicia. Eso es la inmensa mayoría.
Aparte de los gases que genera la producción, un estudio de Water Footprint Network, empresa que estudia el uso del agua, reveló que se consumen unos 140 litros por cada 125 mililitros de café.
Los residuos que se generan durante la producción del café se pueden usar principalmente para la creación de biocombustible. Es decir, una alternativa sostenible a los combustibles tradicionales.
El biocombustible es una combinación de sustancias orgánicas que se usan para sustituir a los combustibles fósiles. Para ello, aprovecha la biomasa como sustancia principal.
Los residuos generados por el café pueden ser utilizados para esta tarea y generar resultados muy provechosos. Como ya te hemos comentado antes, la inmensa cantidad del café termina convirtiéndose en un desperdicio.
Estos residuos que genera el café se pueden recoger fundamentalmente en dos momentos de su producción:
Una vez que se ha conseguido el residuo del café, llega el momento de realizar el tratamiento necesario para que se convierta en un biocombustible. Es un proceso complejo y delicado.
En primer lugar, hay que extraer el aceite vegetal que se encuentra dentro de los desechos del café. Una vez que se consiga quitar, pasa al siguiente nivel, que es reducir mucho la cantidad de ácidos grasos que quedan.
Por último, se realizan una serie de productos químicos muy delicados que culminan en la creación del biocombustible y glicerina (generada de forma adicional).
¿Qué supone esto? Se consigue que los deshechos generados de la producción del café se puedan utilizar para dirigirnos hacia un futuro descarbonizado y más sostenible.
Por si esto fuera poco, se matan dos pájaros de un tiro, al reducir en gran medida los gases perjudiciales que segregan los residuos en su proceso de descomposición, que suele ser muy largo.
Este tipo de procesos puede ser aprovechado especialmente por los países en los que más café se produce. Hablamos en particular de Brasil, Vietnam, Colombia o Indonesia, ya que la gran mayoría proviene de allí.
Al empezar a transformar los residuos derivados del cultivo del café, se pueden convertir en productores de energía sostenible, beneficiar al medioambiente y obtener una nueva fuente de financiación.
Transformar el café en biocombustible es un excelente método de cuidar al planeta y abandonar progresivamente a los combustibles fósiles. De esta manera, alcanzaremos la descarbonización que buscamos.
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