Los móviles no son los únicos que mejoran con los años. Igual que en 2010 se llevaba el iPhone 4 y hoy vamos por el 14, hace una década estaban extendidas las calderas atmosféricas y hoy son una rara avis aplastada por las calderas de condensación.
Este tipo de sistema estaba súper normalizado en los hogares españoles debido a su bajo coste de instalación y su sencilla gestión especialmente en edificios de viviendas. Menos mal que gracias a las mejoras tecnológicas se pudieron desterrar.
Y decimos "menos mal" porque su simple funcionamiento entrañaba un grave peligro para los inquilinos de las viviendas. Sí, ofrecían los servicios de calefacción y ACS demandados, pero a un coste tremendo de contaminación y seguridad humana.
Hoy queremos coger una máquina del tiempo para entender qué es una caldera atmosférica, cómo funciona y en qué consiste la normativa que la prohíbe. ¿Tienes una en casa? Es raro, pero entonces esto te interesa aún más.
Como su propio nombre indica, una caldera atmosférica es aquella que toma el oxígeno que necesita para la combustión del gas directamente de la estancia en la que se encuentra instalada. Recordemos la fórmula general que siguen las calderas de gas:
CH4 + 2 O2 ------- CO2 +2 H2O + otros + calor
Esta condición exige un requisito básico en la vivienda: que la zona en la que se coloque esté muy bien ventilada. De no ser así se pueden producir de forma muy probable intoxicaciones o incluso explosiones de gran magnitud.
Sin aire no hay chispa y sin ella no hay una combustión adecuada. Incluso es habitual encontrar una mala admisión por cuestiones de suciedad o desgaste, que derivan en la formación de los mismos óxidos de nitrógeno (NOx) que emite el coche diésel por el tubo de escape.
Lo habitual es que el humo generado se derive a una chimenea general de todo el edificio y luego sea conducido hasta el exterior.
Dicho eso, la caldera atmosférica, al ser abierta, no ofrece un nivel de eficiencia energética mínimo. Consumen mucho, generan poco calor y además son bastante delicadas de utilizar.
Aunque ya no se fabrican para el mercado doméstico, quedan registros de las especificaciones técnicas que ofrecían los fabricantes de calderas atmosféricas. Son números muy muy pobres para los estándares actuales:
| eficiencia de caldera | |
|---|---|
| TIPO DE CALDERA | EFICIENCIA ENERGÉTICA (PCI) |
| Atmosférica | 70% |
| Estanca | 95% |
| Condensación | Hasta 110% |
Las mejores calderas atmosféricas podían llegar hasta el 90% de eficiencia, pero la media no era esa. Lo que significa que desperdiciaban hasta un 30% de todo el gas que recibían para generar calor. Un auténtico desperdicio sin ningún sentido.
Sí, el Reglamento de Instalaciones Térmicas en los Edificios prohibió la instalación de las calderas atmosféricas desde el 1 de enero de 2010. Eso sí, en aquel momento el RITE ponían algunos matices encima de la mesa. Esto es lo que decía OCU por entonces:
En su lugar la normativa apostaba por la caldera estanca (por aquel entonces no existía la caldera de condensación). Y como esta requiere de una salida individual y directa a la calle, también contemplaba el tema de las ordenanzas municipales y las comunidades de vecinos.
Pensemos que las calderas atmosféricas solían compartir una sola salida por chimenea para todo el edificio. Por lo que sustituirlas implicaba necesariamente hacer obras en la infraestructura.
Por lo demás, hay que decir que tras la normativa se publicó una moratoria que aceptaba un parque mixto para favorecer la transición. En 2015 ya llegó el zarpazo definitivo que prohibía la fabricación de las calderas atmosféricas.
Desde septiembre de 2015 los únicos sistemas que se pueden instalar en las viviendas son las calderas de condensación o calderas de bajo NOx. La culpa la tiene la normativa europea, y más concretamente dos directivas:
La primera exige unos requisitos mínimos de eficiencia y la segunda estable el sistema de etiquetado que ya conoces de los electrodomésticos. Estas dos barreras limitan la instalación de calderas estancas, sistemas que se caen por su propio peso.
Todo esto no se puede producir en la Unión Europea:
Eso sí, la normativa contempla que se sigan vendiendo aquellos sistemas que ya estuvieran fabricados antes de la fecha de prohibición. Por lo que los fabricantes las seguirán extendiendo hasta que se queden sin existencias.
Visto todo esto, ya sabes que las calderas atmosféricas son una parte de la historia tecnológica en cuanto a sistemas térmicos se refiere, pero que hoy en día se han quedado completamente obsoletas.
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