Aunque los radiadores de tu abuela lleven ahí más de 20 años, que sepas que la vida útil de un radiador suele ser de 10 años. Sí, calentar siguen calentando tras este periodo, pero su eficiencia se reduce en gran medida.
Las principales causas de esto van desde el poco mantenimiento hasta defectos de fábrica o mal funcionamiento de la caldera. Se puede reconocer un radiador estropeado porque, teniendo la calefacción esté al máximo, nunca llega a estar “quemando” aunque lo hayamos purgado.
Si esto pasa en tu casa, es hora de que cambies los radiadores. En algunos casos es más recomendable repararlos y en otros directamente sustituirlos. También depende de los motivos por los que haya dejado de funcionar.
Existen diferentes razones por las que un radiador deja de funcionar. Esto varía en función del sistema que utilicen (gas, electricidad, agua…), tamaño, mantenimiento y muchas razones más.
En el caso de que tu radiador haya sufrido alguna avería grave, cámbialo cuanto antes para que no acabe afectando a todo el sistema de la calefacción de tu hogar. Puedes notar que algo va mal porque el consumo de energía aumenta razonablemente teniendo la misma temperatura configurada.
Ten en cuenta que cambiar el radiador de agua no quiere decir que cambies todo el circuito ni la caldera. Los radiadores son complementos de la caldera y puedes reemplazarlo sin necesidad de tocar el resto del sistema.
Alrededor del 40% de las calefacciones de nuestro país tiene equipos (radiadores) desactualizados y viejos. Estos no funcionan de forma eficiente y provocan un gran consumo, lo que se traduce en gasto.
Por esto mismo, aunque en un principio no quieras gastarte el dinero, a la larga conseguirás ahorrar todo lo que has invertido. La tecnología ha avanzado a pasos agigantados y en la actualidad los sistemas de calefacción otorgan gran ahorro y confort.
También puedes cambiar el sistema de calefacción entero, pero esto derivará gastos de obras, mucho más tiempo, y por supuesto, más gasto también.
Aunque parezca no tener importancia, la ubicación de los radiadores es muy relevante y afecta incluso al funcionamiento de la calefacción. Para que te hagas una idea, ubicar mal los radiadores supone hasta un 30% de pérdida de energía. Evita que esto se produzca con los siguientes consejos:
Los radiadores que menos consumen son los de gas natural, y por ello son los más instalados en España. El precio del gas, aunque haya subido, sigue siendo más económico que el de la electricidad y sobre todo si vives en una comunidad (las compañías ofrecen precios especiales).
Antes de tomar una decisión de este nivel (por el dinero que vas a gastar) debes saber qué te supondrá hacer el cambio para saber si realmente merece la pena.
Para empezar, el ahorro que te proporcionan los nuevos sistemas es mayor (puede llegar al 20% o 30%) respecto a los sistemas antiguos. Además, los radiadores actuales ofrecen más confort gracias a los avances que se han hecho en tecnología.
Algo que puede ayudarte a dar el paso es que el Estado español te dará subvenciones si reemplazas los radiadores antiguos de alto consumo. De esta forma tendrás que pagar menos y recuperarás antes la inversión hecha.
Al contrario de lo que puedas pensar, cambiar el radiador no es para nada difícil. Sin embargo, si no cuentas con la materia ni la experiencia suficiente, lo mejor es que llames a un profesional.
Si decides hacerlo tú mismo, ten en cuenta el tamaño del radiador, la posición de los tapones a derecha o izquierda y las herramientas necesarias (cúter, llave inglesa, pico de loro y llave de carraca). Ahora manos a la obra:
Primero limpia el borde del asiento del tapón con ayuda de un cúter (repite este paso en las cuatro roscas que tiene el radiador. Tras esto, monta los tapones en el radiador ubicando primero las juntas y después aprieta al máximo con la llave inglesa.
Una vez hecho esto, coloca la llave del radiador y el detentor. lo mejor es colocar cáñamo para sellar al completo las tuercas y evitar que haya fugas de agua. Por último, coloca el purgador y listo.
Cuando hayas completado el proceso, enciende la calefacción y deja que se llenen de agua por completo. Si es necesario púrgalos para eliminar cualquier burbuja o aire que se haya acumulado.
De esta forma, conseguirás un sistema de calefacción eficiente con el que ahorrar. Y créenos, en EnergyGO sabemos bastante de eso. Si quieres descubrir más trucos para reducir el precio de tu factura a final de mes, entra en nuestra web o llama al 900 622 700 para informarte.