Porque ya no imaginamos una vivienda sin electricidad, y porque es indispensable que la instalación sea segura y fiable, existe el Certificado de Instalación Eléctrica (CIE), también llamado Boletín Eléctrico.
Este documento actúa como garantía para corroborar tanto la potencia eléctrica contratada en los hogares, como su correcta instalación y supervisión. Tenerlo es obligatorio y su emisión queda en manos de un técnico acreditado.
El Certificado de Instalación Eléctrica de baja tensión es un documento regulado normalmente por las Comunidades Autónomas sujeto a la Normativa Vigente del Reglamento de Baja Tensión. Esto quiere decir que todas las viviendas, locales y empresas, deben tener uno para asegurar la correcta instalación de su sistema eléctrico.
La responsabilidad de solicitarlo es del propietario y deberá pedírselo a un instalador eléctrico autorizado o a una compañía, también autorizada. Para comprobar si el profesional cuenta con las credenciales adecuadas, deberá poseer una acreditación del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo.
El proceso de comprobación por parte de la empresa o instalador requiere que revisen detalladamente la instalación eléctrica de la propiedad, así como la ubicación de los contadores. También es importante detallar la potencia. Limitar y constatar cuál es la máxima será determinante para garantizar la seguridad de la instalación.
Tras la supervisión del profesional correspondiente, el Boletín Eléctrico debe registrar una serie de datos tanto del titular como de la instalación eléctrica del hogar o del local.
En lo referido a las condiciones del sistema de la propiedad, se tendrá en cuenta también la empresa distribuidora, donde es importante saber diferenciar entre esta y la comercializadora.
La distribuidora es aquella encargada de ofrecer la infraestructura de las redes de alta y baja tensión. Además, también es la responsable del mantenimiento de aquellas instalaciones destinadas a regular el consumo, como los contadores. Por su parte, la comercializadora es aquella compañía que hace llegar la luz al consumidor final y quien emite la factura de consumo.
Por lo tanto, una vez indicada la empresa distribuidora, también es determinante definir cuál es la tensión de la instalación, la potencia máxima, la empresa que instaló el sistema eléctrico y, finalmente, la ubicación de la propiedad.
Tanto la distribuidora como la comercializadora podrán solicitar el Certificado de Instalación Eléctrica, ya sea para una propiedad nueva o para una de segunda mano, por lo que disponer de este documento es imprescindible y de obligatorio cumplimiento.
La expedición de este será necesaria en diferentes situaciones: una de las más comunes, es cuando se da de alta la luz en una vivienda que previamente la tenía dada baja. Independientemente de si antes su instalación era óptima o no, por seguridad se solicitará su presentación.
También será necesario presentarlo en aquellos casos en los que se modifique cualquier dato del contrato con la comercializadora, como una modificación del titular. El objetivo de ello es poder garantizar que la instalación está en perfectas condiciones, pues el documento actúa como una acreditación dentro de su sector.
Cualquier otra situación, como el cambio de potencia, también deberá ser realizado con el Boletín Eléctrico en mano. En este caso, tiene mayor importancia ya que el documento muestra la máxima asumida por la instalación, por lo que, si la solicitud de cambio de potencia supera la permitida, no podrá ejecutarse el proceso.
Es imprescindible respetar los kW soportados por la propiedad, ya que excederse significa una caída del suministro de la luz y el CIE es el documento encargado de asegurar que esto no pase.
Más allá de conocer las situaciones en las que será importante presentar el Boletín Eléctrico, también es imprescindible conocer aquellas en las que se tendrá que solicitar uno nuevo, desde cero.
Estos casos se darán tanto en una propiedad recién construida o reformada (si ha habido ampliación o un cambio en el sistema eléctrico) como en aquellas en las que el CIE haya superado los 20 años. Su coste total gira entorno a los 300€ y 600€, aunque depende en gran medida la tarifa ofrecida por el técnico que decidas contratar.
Además, aquellas propiedades que se encuentren en Cataluña con una instalación eléctrica superior a los 20kW, deberán disponer también del Boletín Azul o BRIE. Esto significa que el propietario de una vivienda con una potencia superior a la indicada debe tener tanto el Boletín Azul como el CIE.
Su carácter es complementario al Certificado de Instalación Eléctrica y es igual de obligatorio en cualquier instalación, mantenimiento o modificación de un contrato de luz.
En este caso, lo exige expresamente la Comunicad Autónoma de Cataluña y las características para solicitarlo son muy similares a las del Certificado de Instalación Eléctrica, aunque su coste es más bajo, suele estar entre los 60€ y 120€.
En caso de necesitarlo, tendrás que recurrir de igual modo a un instalador profesional o a una empresa privada para que pueda realizar las supervisiones correspondientes y emitirlo.
Aunque estas medidas y procesos puedan parecer a priori densos, quedan muy lejos de serlo realmente. Los instaladores acreditados y las compañías no tardan mucho tiempo en hacer las revisiones necesarias y protocolarias y el tiempo de emisión no suele superar la semana.
La seguridad es prioritaria tanto para las distribuidoras como para las comercializadoras, porque una mala instalación del sistema eléctrico o la superación de la potencia máxima soportada en una propiedad no solo puede suponer una interrupción en el suministro de luz, sino también graves consecuencias que es mejor evitar.
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