Solemos pasarlo por alto porque no se habla de ello. Mencionar el agua hoy solo sirve para abordar cosas como la sequía, los polémicos trasvases o el papel de las centrales hidráulicas en el mix energético y el precio de la electricidad.
Pero ¿qué hay de la propia tarifa del agua? ¿Qué pasa con las facturas que nos llegan a casa? Es verdad que no tienen tanto peso en el gasto mensual, pero eso no quiere decir que no sean importantes a nivel de gestión doméstica.
Y es que, aunque el tema de las suministradoras no dé apenas margen con pocas empresas en cada provincia (y ligadas a veces a lo público), la cosa es bien diferente en lo que se refiere a nuestra capacidad de ahorro.
En este artículo te queremos hablar de la lectura del contador de agua. ¿Nunca lo has hecho? Entonces seguramente tengas el dispositivo fuera del domicilio. Veamos casos, trámites y truquitos.
Por el mismo motivo por el que es recomendable (u obligatorio) con el contador de la luz y el del gas: porque es la forma más sencilla de ahorrar. Midiendo el consumo sabrás el agua que pagas y podrás tomar medidas.
Ten en cuenta que esa cifra no tiene solo un uso particular. Son los datos que toman las suministradoras para después poder cobrarte lo que realmente has consumido. Y claro, si no los tienen, pues se lanzan a por las estimaciones.
Mediante algoritmos e historiales de facturación de meses anteriores (asociados a la vivienda si te acabas de mudar), llegan a cantidades que a veces no son precisas. Por eso es recomendable hacer la lectura del contador de agua.
Por lo general será la empresa la que se encargue de hacer la lectura del contador de agua. El problema es que en ciertas situaciones la omisión de información no quiere decir que debas ser pasivo. Y es ahí donde pueden llegar los sustos.
El responsable del trámite varía dependiendo de la ubicación del propio dispositivo de medición. Si nunca lo has visto por casa, lo más probable es que se encuentre en alguna zona común del edificio.
Ah, y nos estamos refiriendo en todo caso a contadores de agua manuales. Tal y como sucede en la electricidad y el gas, los dispositivos más modernos incluyen sistemas telemáticos con los que se puede comunicar la suministradora.
Eso quiere decir que no tendrás que hacer nada porque la empresa ya tendrá los datos sin necesidad de desplazarse a tu domicilio. Revisa cartas o contacta con la suministradora para salir de dudas.
El proceso es diferente dependiendo del tipo de contador de agua. Aquí hay dos cosas importantes a saber: que el volumen se mide en metros cúbicos (m3), y que el periodo siempre irá entre dos fechas.
El dispositivo más común dentro de viviendas en España es el de 15 mm. Y como ya hemos dicho, si tienes un contador digital no hace falta que hagas nada, porque la empresa ya tendrá los datos de consumo.
Es tan sencillo como buscar la última factura del agua que te haya llegado a casa. En ella aparecerán tanto los datos de tu suministro como el logo y la información de contacto de la empresa que te proporciona la corriente.
Dependiendo de la provincia en la que residas tendrás una u otra suministradora. La cosa es que en muchos territorios hay más de una empresa dedicada a ello. En la Comunidad de Madrid, por ejemplo, el control lo lleva Canal de Isabel II.
Es raro pero no imposible. Abres el cajetín y te encuentras con que el contador está defectuoso o que tiene el cristal empañado por la condensación. Sea cual sea el motivo, si no puedes hacer la lectura debes llamar directamente a la suministradora.
Esta enviará a un profesional para chequear la instalación y tomar los datos de forma correcta. Si tu dispositivo está en un cuarto de contadores, los trámites los llevará el responsable de la finca o el portero.
Lo contábamos más arriba. La localización más habitual del contador de agua es la cocina. Suele colocarse bajo el fregadero o debajo de una ventana. No lo confundas con el contador del gas, que también acostumbra a instalarse en la misma estancia.
Con todo esto ya estás más que preparado para empezar a ahorrar agua en casa. La lectura del contador de agua además te va a permitir detectar posibles fugas o desperfectos que puedan derivar en sobreconsumos.
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