La electricidad la tenemos presente en un montonazo de ámbitos de nuestro día a día: luces, combustible… En el oxígeno que respiramos, también. Por eso mismo, hoy te contamos qué es la energía de ionización y cómo afecta a la calidad del aire.
Seguro que has tenido alguna vez el típico calambrazo al tocar algo de metal por la calle o en casa. A todos nos ha pasado, la electricidad estática no perdona a nadie. ¿Sabías que la ionización también está detrás de esto?
Este proceso físico o químico tiene lugar de forma natural en la naturaleza, aunque también se puede forzar. Cuando nos afecta, es posible que repercuta en nuestro estado de ánimo o calidad de vida.
Lo primero de todo es conocer qué es la ionización. Se puede definir como el proceso por el que se producen los iones. Claro, ahora la pregunta es: ¿qué son los iones? Son átomos o moléculas que están cargadas eléctricamente.
Para que un átomo o molécula se cargue eléctricamente, es necesario que se produzca un desequilibrio. Si tenemos dos átomos neutros, uno de ellos pierde electrones y se los entrega al contrario.
Hasta aquí todo bien, pero ¿en qué nos afecta? Aparte de los chispazos que ya hemos mencionado, también está presente en el aire que respiramos. En función del tipo de carga, puede ser perjudicial o beneficioso para nuestra salud.
Según el estado del aire, podemos establecer una clara distinción entre una ionización positiva y otra negativa. Cada una de ellas se da en una situación y afecta en gran medida a la calidad del aire.
Ten en cuenta que el ser humano puede ser usado para regular los iones, por lo que esta electricidad pasa por nuestro cuerpo para llegar al suelo y que se equilibren los protones y electrones.
Empezamos con la ionización positiva del aire. Es la que se da cuando hay una mayor presencia de iones positivos que negativos en el ambiente. Cuando sucede, ocurren algunos inconvenientes.
El caso totalmente contrario al anterior es encontrarse con una ionización negativa del aire, que sucede cuando hay mayor cantidad de iones negativos que positivos. Hay varias ventajas al respecto:
Con esto, queda bastante claro que tener un ambiente con ionización negativa es recomendable. La duda que surge ahora es cómo se puede conseguir que la casa o lugar de trabajo cumpla esta condición.
Probablemente, ya te lo imagines, pero algunas de las zonas que tienen una ionización negativa del aire son las montañas, bosques, lagos y todas estas zonas tranquilas de las naturalezas.
Si alguna vez te has ido de camping o escapada al bosque y vuelves con las pilas cargadas, nunca mejor dicho, es porque has disfrutado de las ventajas de estar en una zona con ionización negativa.
Recrear esto en el hogar o trabajo al 100% es prácticamente imposible, aunque la presencia de zonas verdes puede ayudar a disminuir la cantidad de iones negativos de la zona.
Lo mejor que puedes hacer es comprarte un ionizador de aire, un aparato que te ayuda a purificar la zona y crea campos eléctricos gracias a rayos X, luz ultravioleta y algunos métodos más.
Ten en cuenta que las tormentas eléctricas suelen traer muchos iones positivos y que en las ciudades es donde más puedes sufrir esto. Un punto a favor de mudarse al campo o un pueblo alejado.
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