Vuelves a casa para comer y notas que hace mucho frío. Las temperaturas llevan días cayendo en picado y eso se nota en la cocina, el salón y hasta tu habitación. Te vas a trabajar y ¿qué haces? Exacto, dejar la calefacción encendida para estar cómodo a tu regreso.
Este hábito que siguen más de una y dos personas se fundamenta en la creencia de que si apagamos la calefacción perderemos todo el calor acumulado cuanto estaba encendida. Y ojo: hay quien incluso lo extiende a las noches, cuando se va a dormir.
De esa forma nos encontramos con que los radiadores se pasan casi todo el día funcionando. Obviamente, eso termina traduciéndose en una factura terrorífica. ¿Por qué seguimos cayendo el mismo error? Bueno, quizás es que “este año ha hecho mucho más frío”.
La realidad es bien distinta. Aunque es verdad que apagar y encender una bombilla consume más que dejarla encendida si vamos a ausentarnos unos pocos minutos, no se pude aplicar la misma lógica a la calefacción. Y no lo decimos nosotros, lo dicen expertos en el tema.
Por eso, en este artículo queremos romper uno de los mitos más extendidos sobre el termostato. ¿Es mejor apagar la calefacción o dejarla encendida todo el día? ¿Qué hacemos por la noche? Sigue leyendo y toma nota.
El miedo se debe a un hecho real: apagar la calefacción supone gastar más cuando queramos volver a calentar la casa. Pero claro, para salir aquí de dudas tenemos que irnos hacia una comparación necesaria.
Y es que, aunque habrá un esfuerzo energético evidente que te costará dinero en la factura, ese importe nunca será superior al resultante de dejar la calefacción todo el día encendida. Vamos, que la creencia tiene fundamento pero el remedio es peor que la enfermedad.
Desde el mismo Instituto para la Diversificación y Ahorro de Energía (IDAE) ya nos dicen que siempre se debe "ajustar el encendido de la calefacción al ahorro real de ocupación de la vivienda". Es decir, que la apagues cuando vayas a salir de casa durante muchas horas.
Imagínate el impacto en la factura que supone mantener el termostato funcionando las 24 horas del día, recordando que el "confort térmico", esa temperatura en la que estamos cómodos, se sitúa en torno a los 20 - 23 grados.
Para mantenerte en la franja ni si quiera te bastará con mantener en todo momento el mismo esfuerzo térmico; gastarás más cuanto más frío haga en la calle o peor esté aislada tu vivienda.
"Mantener una temperatura fija —por ejemplo, 20ºC— precisa de un aporte continuo de energía por las pérdidas de calor que se producen en muros, techos ventanas o puertas, y que hay que compensar", apuntan los especialistas de Sto a ABC.
En cualquier caso, ninguno de los escenarios es positivo para el ahorro. Así que no, nunca hay que dejar la calefacción encendida todo el día. A menos, claro, que solo vayas a ausentarte unos pocos minutos.
Como ya te estarás imaginando, si no es positivo dejar la calefacción encendida todo el día, tampoco lo es mantenerla así por las noches. Sí, es verdad que hace frío y que estamos en casa intentando dormir. Pero eso no lo justifica.
"Como norma, apagar por la noche y encender unos minutos al levantarse, es mucho mas eficiente que dejarla encendida toda la noche", sostiene IDAE. Hay que recordar que aunque nos encontremos en la vivienda, estamos arropados por el edredón.
Esto provoca que el confort térmico caiga desde los 20-23 grados de por la mañana y la tarde, hasta los 15-17 grados de la madrugada. Si te levantas a por un vaso de agua probablemente notes el frío, pero sigue siendo irrelevante para dormir con comodidad.
Por lo tanto, duda respondida: no hay que dejar la calefacción encendida por la noche. ¿Sin excepciones? Bueno, la cosa cambia si estamos en medio de una ola de frío y las temperaturas son extremas. Para esto hay alternativas.
Te habrá pasado más de una vez; apagas la calefacción, te vas a dormir, y aunque ese día llevas un pijama gordo de invierno y has puesto el edredón más calentito, de repente te despiertas de madrugada por el frío.
Hay ciertas semanas específicas del año en las que las temperaturas mínimas son extremas. Para las viviendas con un etiquetado de eficiencia energética elevado esto no es un problema, pero debemos centrarnos en las medianas de los datos.
Es decir, en que, de acuerdo con los datos de Catastro, una de cada dos casas en España tiene más de 40 años. Lo que implica que, a menos que hayan sido reformadas, no cuentan con un buen aislamiento.
Por lo tanto, no es extraño que llegues a la situación de tener que dejar la calefacción encendida toda la noche. Pero tranquilo, hay una solución.
"Para evitar que en viviendas frías caiga en exceso la temperatura, se puede programar el termostato a una temperatura de consigna baja (17 o18 grados centígrados)", aconsejan desde Producción de Remica.
Al situar el mínimo de activación en un umbral bajo, te aseguras de que la calefacción solo se activará cuando realmente haga frío dentro de la vivienda. De esa manera controlarás en cierta medida el consumo sin llegar a estar incómodo.
Para agudizar un poco más el ahorro, prueba estas otras cosas encaminadas a mantener la temperatura durante más tiempo:
Desde EnergyGO entendemos tu dilema: no quieres pasar frío pero tampoco gastar mucho dinero. Por eso te ofrecemos la energía 100% limpia y nacional que necesitas para superar el invierno sin más quebraderos de cabeza.
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