Siempre se habla sobre el coche eléctrico como la mejor opción para frenar el cambio climático a largo plazo. Es cierto, pero hay otras alternativas que se deben tener en cuenta temporalmente. Un ejemplo de esto es el gas natural comprimido (GNC), te explicamos sus usos y ventajas para tu vehículo.
Los vehículos que utilizan combustibles fósiles son contaminantes y están favoreciendo el cambio climático. Por eso mismo, hay varias normativas a nivel global que se están encargando de regular su uso.
De hecho, el uso de estos vehículos se prohibirá en un futuro no tan lejano, por lo que se apuesta por alternativas más sostenibles. El gas natural comprimido se está empezando a usar con mayor frecuencia, aunque mucha gente no lo conoce todavía.
Vamos a empezar por la base de la pirámide: ¿qué es el gas natural comprimido? Bien, lo podemos definir como un combustible alternativo que está constituido mayoritariamente por metano y tiene un poco de dióxido de carbono, nitrógeno o hidrocarburo.
También se le conoce como el gas natural de automoción y constituye una opción más sostenible para el planeta, además de tener un precio bastante más económico que los carburantes tradicionales.
Una de factores más importantes de este gas, es que se puede usar directamente como un combustible, sin necesidad de modificarlo previamente o adaptarlo para vehículos. En algunos casos, será necesaria una depuración.
Vale sí, ya sabemos que este tipo de gas está pensado para que sea un combustible para vehículos. Tanto camiones, coches o motocicletas se pueden aprovechar de su existencia.
Ahora bien, se usa para ahorrarte gastos y ser responsable con el planeta. En este último caso, hay una gran diferencia entre los coches de combustión normales y los que se aprovechan de este gas.
Para que te hagas una idea, los vehículos que usan gas natural comprimido pueden llegar a reducir sus emisiones de dióxido de carbono en más de un 25%. No es la única sustancia contaminante que reduce, ya que el monóxido de carbono o los óxidos nitrosos también disminuyen en más de un 90%.
Eso sí, puede que la duda que tengas ahora mismo sea ¿qué coches pueden convertirse al gas natural comprimido? En realidad, cualquier vehículo lo puede hacer, ya sea de inyección directa, gasolina, carburador…
En último lugar, vamos a analizar un poco más en detalle todo lo relacionado con este tipo de combustible. Tanto lo bueno y beneficioso para el planeta, como sus puntos negativos.
Ya te imaginas algunas de las ventajas porque las hemos mencionado. Que tenga emisiones muchísimo más bajas que los combustibles fósiles y su precio reducido es fundamental.
Esto no se queda aquí. El gas natural comprimido ayuda a que el motor no vaya a tantas revoluciones, lo que se traduce en que reduces el ruido que haces al usar el vehículo.
No es la única ventaja que tiene reducir las revoluciones del motor, ya que, de esta manera, alargas su vida útil y te olvidas de averías tontas. Además, el mantenimiento es muy sencillo y conseguirás la etiqueta ECO.
Ahora bien, hay algún punto negativo que no podemos dejar pasar. El principal de todos es que no todas las estaciones de servicio te pueden ofrecer este tipo de combustible, por lo que tienes que comprobar la ruta con mucho cuidado.
La autonomía también es algo inferior a lo que nos podemos encontrar en los coches de gasolina. La potencia de estos depósitos también se puede ver reducida conforme pasen los años. Precisamente por eso, se recomienda que se cambie el depósito con relativa frecuencia, cada quince años.
Poco más que añadir, los vehículos que se aprovechan de este tipo de combustible son mucho más sostenibles y te pueden ayudar a reducir gastos. En este caso, creemos que son una opción más que recomendable.
Desde EnergyGO te podemos ayudar a que seas más sostenible. Entra en nuestra web o llama al 900 622 700 para que nuestros expertos te resuelvan cualquier duda energética que tengas.
Los coches o motocicletas que utilizan este combustible son mucho menos contaminantes que los que usan un carburante tradicional.
Combustibles fósiles, renovables, sólidos, líquidos, gaseosos... Existen diferentes tipos de combustibles según su origen, estado físico y usos.
Suena demasiado bien, pero es posible reducir los restos que ya no se usan y obtener un rédito energético al mismo tiempo.
No todas las energías limpias son renovables y no todas las energías renovables son limpias para el medioambiente.
Conocer nuestro impacto en el medioambiente es el primer paso para cambiar algunos hábitos y combatir el cambio climático.
Escoge la opción más beneficiosa para el medioambiente y aporta tu granito de arena en la lucha contra el cambio climático.
