La fuga de corriente es una salida de la propia corriente del circuito eléctrico. Este fenómeno también se conoce como fuga eléctrica y se debe a errores de la instalación. Cuando se produce una fuga de corriente la calidad de la circulación de la propia electricidad disminuye y como consecuencia los dispositivos que necesitan electricidad reciben un aporte menor del que realmente requieren.
La consecuencia de todo esto es que su rendimiento es más bajo y también puede ocurrir que este déficit de energía se produzca cuando el propio electrodoméstico está apagado.
Si se detectan errores en el suministro eléctrico que lleven a una fuga de corriente lo más adecuado es solicitar una revisión de la instalación, aunque el usuario puede hacer sus propias comprobaciones antes de que llegue el técnico, pero para ello es imprescindible que apague todas las luces y electrodomésticos y que desenchufe cualquier dispositivo que esté conectado a la corriente. Una vez que haya dado estos pasos puede revisar su contador.
Cuando el contador registra una actividad eléctrica es que hay una fuga de corriente y si no registra ningún consumo después de haber sido revisado el error puede estar en el cableado o en algún otro elemento de la red eléctrica. Lo mejor siempre es recurrir a un profesional.
La fuga eléctrica se puede producir por diferentes circunstancias. Una de las más habituales es contar con una instalación eléctrica deficiente.
En ocasiones los materiales de la propia instalación no ofrecen los parámetros de calidad adecuados y con el paso del tiempo se producen fugas de corrientes.
Generalmente estos materiales tienen un precio más bajo que los que ofrecen todas las garantías y por eso en estos casos siempre se recomienda hacer un gasto más abultado que garantice la calidad del suministro.
Otra causa de la fuga de corriente es el no tener los cables del circuito eléctrico correctamente aislados, si esto ocurre el alambre que recubre estos cables puede sufrir un desgaste excesivo que le provoque unas fisuras por las que se produzca una fuga de electricidad.
También se puede producir este fenómeno porque haya cables sueltos en las conexiones eléctricas o se localice algún corte o daño en los mismos. En ocasiones el problema se localiza en los propios cables y no en la instalación.