La potencia instalada tiene una definición que está directamente relacionada con la situación y con los recursos de un país. Se trata de la capacidad que tiene un estado para aportar energía eléctrica a todos sus servicios públicos, a las empresas que tienen sus sedes dentro de su territorio y a su ciudadanía.
Un aspecto importante relacionado con ese concepto, es que el país en cuestión tiene que tener esa capacidad de abastecimiento en todo momento. Para alcanzar este objetivo, es necesario que ese estado cuente con grandes reservas de energías para cubrir todas las demandas.
En el caso de España, la potencia instalada a comienzos del año 2022 superaba ampliamente los 100.000 megavatios. Además, sus recursos más amplios se localizaban en la energía eólica, en la de ciclo combinado y en la hidráulica, convencional y mixta. En este contexto hay que destacar la capacidad de potencia instalada fotovoltaica que tiene España y que aporta 15.000 megavatios a los recursos totales de potencia instalada de los que dispone el país.
La cifra total de la potencia instalada de un país es un dato que tiene que aportar la propia administración de ese estado. Pero cualquier consumidor puede realizar un cálculo de la potencia instalada de su hogar, que realmente estaría haciendo referencia a su potencia contratada.
En ese caso, la potencia instalada se referiría a la cantidad de energía a las que pueden acceder los electrodomésticos que conectan a la red eléctrica sin que salten los plomos o sin que se produzca un apagón.
Para conocer la potencia instalada de un hogar hay que sumar los kilovatios de potencia que tienen todos los electrodomésticos que se conectan a la red eléctrica, en ese cálculo también hay que tener en cuenta un factor de simultaneidad de 0,25, que se refiere a la potencia que necesita un hogar para conectar todos los aparatos a la vez.
Finalmente, hay que sumar la cifra de 1KW. Con esta operación se hallaría la potencia contratada, que sería el valor más similar y aproximado a la potencia instalada.
El método más rápido para saber cuál es la potencia instalada de una vivienda o local es consultar las facturas de la luz. El motivo es que el valor más aproximado a la potencia instalada es la potencia contratada y es obligatorio por ley que ese dato aparezca en las facturas de la luz, independientemente de la compañía a la que se pertenezca. Una segunda alternativa es contactar con la comercializadora y solicitar el dato sobre la potencia y la energía que se tienen contratadas.
Conocer estos datos es importante para saber qué potencia eléctrica necesito para contratar en mi casa. Además, factores como el tipo de instalación, el número de electrodomésticos o las personas que habitan esa vivienda influyen directamente. Pero hay un sistema rápido y rudimentario que sirve para saber la potencia eléctrica que se necesita contratar y se basa en encender todos los electrodomésticos a la vez hasta que salten los plomos.
Al hacer esto no se tendrá el dato numérico de la potencia eléctrica que se necesita en una casa o de la potencia eléctrica que necesita mi negocio o empresa, pero se podrá saber cuántos aparatos pueden estar funcionando de forma simultánea para cubrir las necesidades de un hogar o de un centro de trabajo.
También hay que tener en cuenta que para saber la potencia que se necesita en un negocio hay que valorar factores como el tipo de actividad que se realiza, la cantidad de trabajadores o las dimensiones del lugar de trabajo.
La potencia máxima que se puede contratar para una vivienda es de 15 kW, por eso los valores más habituales oscilan entre los 2,3 kW y los 5,75 kW. Generalmente, las viviendas que no son muy grandes y que tienen pocos electrodomésticos tienen una potencia máxima de 2,3 kW. Si la casa es mediana, los valores de su potencia ascienden a los 3,45 kW.
También puede ocurrir que las casas medianas que optan por introducir electrodomésticos como el aire acondicionado o la calefacción contraten una potencia de 4,6 kW.
Otro valor de potencia habitual es de 5,75 kW, que también es típico de casas medianas, pero aparece cuando se tienen multitud de aparatos eléctricos que se conectan a la vez. Finalmente, los chalets o las casas de gran tamaño suelen usar potencias que superan los 10 kW, incluso este valor es interesante para los locales que no son muy grandes.
Potencia contratada y potencia instalada son dos valores muy similares, pero que tienen una diferencia muy clara. La potencia contratada es aquella que el usuario contrata con su compañía, mientras que la potencia instalada es aquella que puede soportar la instalación de una vivienda o local.