Por muy robustas que parezcan y la amplia vida útil que tienen, las placas fotovoltaicas necesitan mantenimiento. Ten en cuenta que estas instalaciones están (por lo general) a la intemperie, por lo que tienen que aguantar desde temperaturas extremas hasta tormentas.
Tranquila, no es muy complicado mantener las placas en buen estado, pero sí que debes realizarlo para no tener un susto indeseado. Las consecuencias pueden ir desde mal funcionamientos, bajo rendimientos hasta accidentes innecesarios.
Por ello, cada un cuanto tiempo es conveniente realizar los pasos que te vamos a comentar para comprobar su estado y en caso de que no lo podamos solucionar nosotros mismos, solicitar la ayuda de un profesional.
A la hora de mantener las placas solares es importante que revises diferentes componentes, limpies las piezas y muchos más elementos como la sustitución de piezas que estén deterioradas.
El motivo de realizar la conservación, de la misma forma que pasa con el resto de aparatos electrónicos de nuestra casa es garantizar el máximo rendimiento posible y que funcionen correctamente para evitar accidentes. A su vez, alargaremos su vida útil de forma notable.
Por ejemplo, una placa solar que esté completamente cubierta por suciedad no va a producir lo mismo que otra limpia y sin ningún tipo de objeto sobre sus celdas. Así que, aunque los paneles solares tienen una gran resistencia y duran muchos años, su eficiencia puede deteriorarse.
La producción máxima de energía que prometen los paneles solares se consigue únicamente cuando se dan las condiciones más ideales. Que conste que es muy difícil que siempre se cumplan porque hay factores externos (como los climáticos) que afectan.
Aun así, si no realizas una revisión correcta, el rendimiento será menor y la cantidad de energía que obtendrás será mucho menor de la esperada. Manteniendo en buen estado los paneles solares conseguirás que la instalación fotovoltaica trabaje lo más cerca posible de lo ideal.
Puede no le des importancia a cosas como la limpieza, pero es que un panel sucio puede tener una pérdida de eficiencia mayor a la que crees (hasta un 8%). Claro que este porcentaje puede variar en función del lugar, orientación y otras cuestiones.
Sin embargo, sea como sea, si limpias periódicamente y mantienes la superficie sin objetos, podrás asegurar como máximo un 1% de pérdida de eficiencia.
Ahora que conoces las consecuencias, vamos a explicarte los pasos que puedes realizar en casa para evitar que pase.
Este nombre hace referencia al mantenimiento de los paneles solares que se realiza de forma periódica sin que se produzcan problemas, bajos rendimientos o averías manifiestas. La mayoría de estas revisiones puedes llevarlas a cabo tu mismo sin necesidad de tener conocimientos.
El mantenimiento, como puedes suponer, comienza por una limpieza general a fondo. Durante ella comprueba que no haya ningún tipo de rotura, oxidación, marco con rajas o fallo en las conexiones.
En especial, si eres de una zona en la que hay condiciones climáticas especiales tendrás que comprobar el estado de las placas solares con más frecuencia. Por ejemplo, si vives en una zona que hay gran porcentaje de humedad y está cerca de la playa, revisa bien la oxidación.
Evita también la formación de nidos o de otro tipo de estructuras creadas por animales que puedan cubrir parte de la superficie del panel.
Comprueba que los paneles o celdas fotovoltaicas no estén agrietadas, rotas o que no hayan cambiado de color a un tono extraño. Además, vigila bien las conexiones y si por debajo del cristal protector (en los modelos que lo tengan) se ha colado algún tipo de líquido.
Al igual que los paneles, las estructuras y soportes sobre los que están colocados deben estar en perfectas condiciones para garantizar un correcto funcionamiento.
Asegura que los tornillos estén apretados, que no presenten síntomas de óxido, tengan los anclajes bien fijos y firmes.
Tras comprobar la estructura, fíjate que la placa esté correctamente colocada para evitar que se desprenda cuando haya temporales con fuertes vientos. En caso de que los paneles estén en un espacio accesible, puedes realizar tu mismo la inspección.
Por el contrario, si se encuentran en un tejado inclinado mejor contacta con un profesional para que se encargue de realizar él la revisión, ahorrarás tiempo y estarás más seguro.
Que sepas que este es el componente más delicado de toda la instalación fotovoltaica por completo. Debido a ello requiere una revisión más concienzuda. Comprueba a fondo que no haya ningún tipo de humedades a su alrededor y que el ambiente siempre se está entre 0 y 40 grados.
Por otro lado, está el mantenimiento que es altamente recomendable que los lleve a cabo un especialista o técnico profesional.
Todo aquello que requiera subirse a zonas peligrosas, cortes de suministro eléctrico o que directamente sea como consecuencia de un problema, déjaselo a los que saben.
Ten en cuenta que, como es normal, todo aquello que realice el profesional, a menos que entre en el seguro de tu hogar, tendrás que abonarlo después.
El precio del mantenimiento dependerá de las condiciones de nuestro equipo. Todo aquello que realices por tu cuenta solo tendrá el coste de compra de materiales (limpiadores, tornillos, herramientas…).
Mientras que, en caso de que venga un profesional deberás sumarle este gasto de material, más el precio de mano de obra que haya establecido. Por ello, lo mejor es que pidas un presupuesto previo para hacerte una idea de cuánto te van a cobrar.
Las placas solares son instalaciones que nos ayudan a reducir la dependencia energética de las grandes distribuidoras, siempre y cuando estén en perfectas condiciones.
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