Mi caldera pierde agua: ¿Qué hago para arreglarla?

06 Junio 2024 13:00
Caldera que pierde agua, cómo identificar y solucionar el problema

Fallos pueden darse muchos, pero con casi toda seguridad en ellos estará implicado el agua. Al fin y al cabo, la caldera es un sistema de calefacción que funciona calentando este líquido para después hacerlo llegar a los distintos radiadores de la casa.

Es totalmente normal entonces que entre las averías de caldera más frecuente, además de la electrónica y el propio gas, estén las famosas tuberías por las que discurre el agua caliente y frío de toda la instalación.

Si estás leyendo este artículo porque tienes problemas con tu calefacción e intuyes que algo tiene que ver el agua, entonces tenemos que romperte un poco el mito: casi nunca lograrás reparar la caldera de forma autónoma.

Lo más recomendable siempre es llamar al servicio técnico para que envíen a un profesional a revisar la incidencia. Otra cosa es, que no puedas informarte para tener una idea aproximada de por qué llevas tres días duchándote con agua fría.

Con este artículo precisamente queremos arrojar un poco de luz a uno de los males más habituales en todos los sistemas de calefacción. ¿Tu caldera pierde agua? Entonces sigue leyendo porque te vamos a dar respuestas.

Motivos por los que una caldera pierde agua

Aquí hay dos focos principales en los que debes centrarte. Por un lado está la presión, que los propios fabricantes te ayudarán a mantener bajo raya con una pegatina en el lateral de la caldera. Esta cifra suele estar entre los 0,8 y 1,2 bares.

El otro foco conflictivo es la válvula de seguridad; una llave de paso encargada de liberar los excesos de agua del sistema para controlar justamente la presión. Como ves, ambas cosas están relacionadas con el mismo asunto. ¿Y ya está? Ni de lejos.

Si tu caldera pierde agua significa que hay un problema que debemos atender lo antes posible. Para eso toca ponerse la gabardina y hacer un poco de Sherlock Holmes con el sistema de calefacción de casa. Saunier Duval nos da algunas pistas:

  • Llave de paso mal cerrada: la regulas y te aseguras de que está bien ajustada. Sin embargo la cal del agua ha terminado por bloquearla. Eso impedirá que expulse el agua correctamente y generará problemas internos.
  • Radiadores congestionados: una buena purgación de vez en cuando no te vendrá mal para evitar el goteo de agua en la caldera. Si hacen ruidos raros al encender la calefacción, enciende todas tus alarmas.
  • Vaso de expansión incorrecto: tanto por que es demasiado pequeño para acoger todo el caudal de agua de la caldera, como por que la membrana interior de la pieza esté endurecida o agujereada.
  • Ausencia de presión: una métrica muy baja de bares también puede provocar empujarnos a lo de que la caldera gotea agua. ¿A qué llamamos "muy baja"? Pues a menos de 1 bar. El sistema entonces no podrá hacer circular el agua.
  • Porosidad: dentro de la caldera hay otros muchos componentes que pueden terminar siendo víctimas de la cal del agua. Esto provocará agujeros o porosidad hasta el punto de terminar forzando al líquido a salir goteando. Es la peor situación de todas.
  • Fuga de agua: podrías estar perdiendo agua en alguna parte del sistema de tuberías si la caldera gotea pero la presión ni sube ni baja (está dentro de los límites recomendables).
  • Purgador averiado: es mucho suponer, pero es posible que un componente suelto del sistema haya terminado obstruyendo la junta que une al purgador con el resto de la instalación.
  • Problema con el intercambiador de placas: esta pieza es la encargada de hacer entrar en contacto al agua fría que regresa de los radiadores con el agua caliente de la caldera. Intercambia temperaturas y permite la recirculación. Su avería es una de las más caras de solucionar con diferencia.

¿Cómo arreglar una caldera que pierde agua?

Da igual que si la caldera pierde agua a chorros o lo hace poco a poco; antes de mirar nada ni de llamar a nadie, corta la llave de paso. De esa forma evitarás que siga saliéndose el líquido del sistema de calefacción, y por tanto, perdiendo presión.

En el tema de las reparaciones tienes dos opciones: ir a por lo fácil y gratuito que no requiere ningún conocimiento técnico, o ponerte a comprar recambios, soltar tornillos y sustituir componentes. Si estás pensando en hacer esto último, ten mucho, mucho cuidado.

Por norma general puedes probar a :

  • Reiniciar la caldera: si es un problema de sensores o de electrónica general, esto lo solucionará. Aunque claro, lo más seguro es que ya lo hayas probado y por eso estés aquí.
  • Purgar los radiadores: te basta con un destornillador de cabeza plana o cualquier cuchillo de la cocina, y un barreño o recipiente de plástico. Este proceso es recomendable hacerlo antes de iniciar la temporada de frío.
  • Sustituir la válvula de seguridad: hazlo solo si ya has probado las dos anteriores soluciones. La pieza te costará entre 10 y 15 euros. Cómprala consultando el modelo de caldera y valorando bien las medidas. Al sustituir recuerda trabajar sin corriente.
  • Cambia junta o tramo de tubería: fácil si has pillado el goteo en un punto concreto de la instalación. Sabrás que ahí está el problema y no tendrás más que tomar medidas para adquirir el recambio necesario. Ojo, porque podrías tener que cambiar todo el sistema.

Siempre que pruebes algo, vuelve a la válvula de seguridad y comprueba el nanómetro para ver si la aguja marca entre 1,5 y 5 kg/cm2. Cualquier otra cosa será indicativo de que la avería de la caldera sigue presente.

El vaso de expansión: la caldera pierde agua porque puede estar roto

Le hemos dado a este componente un apartado diferenciado porque se lo merece. El vaso de expansión no deja de ser el elemento de control al que tenemos más acceso para vigilar que la caldera funciona correctamente. Si falla, estaremos muy cerca del desastre total.

Imagínate que los bares están por debajo de lo recomendado, y que quieres aumentarlos. Vas a abrir la llave de llenado y resulta que la cifra no cambia sobre la pantalla. ¿Ya vas viendo por dónde vamos? Que este falle implica que no se están absorbiendo los excesos del sistema.

Para salir de dudas presiona el obús y observa qué ocurre. Si el vaso expulsa aire significa que la avería no tiene que ver con una rotura de membrana. Bastará con que introduzcas aire o gas en el compartimento preparado para ello.

  1. Retira la tapa de la caldera y busca el vaso.
  2. Desenrosca la tapa superior de la válvula y conecta el inflador.
  3. Asegúrate de que la presión está a cero antes de iniciar el proceso.
  4. Introduce aire (si no tienes nitrógeno) hasta que la presión llegue a 1,5 bares. Cierra todo y prueba que funcione.

Otro asunto es que, al presionar el vaso de expansión, lo que recibas a cambio sea el temido goteo de agua. Que el obús responda así solo puede significar una cosa: la membrana está rota y el agua se está colando en la cámara de aire.

En un escenario así lo mejor es que no hagas nada y llames al servicio técnico. Aunque podrías sustituir el vaso siguiendo instrucciones, hay una alta probabilidad de que te confundas y termines empeorando la avería.

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