Para qué sirve la silvicultura y cómo proteger los bosques

13 Febrero 2024 13:00

Se dice que el Amazonas es el pulmón de nuestro planeta. Los árboles y las plantas son un elemento fundamental para nuestra supervivencia, por lo que es necesario proteger los bosques con la silvicultura. En este artículo vamos a explicarte para qué sirve, qué tipos hay y sus ventajas.

Sin vegetación no hay ser humano ni animales. Hay que cuidar la flora porque sin ella no podría existir la vida tal y como la conocemos. Existen varias ramas que se encargan de estudiar el mundo vegetal y su protección, la silvicultura es una de ellas.

Especialmente ahora, ante el avance del cambio climático, cobra especial importancia este tipo de ciencias. Por ejemplo, la reforestación es una de las iniciativas más importantes del momento.

Para qué sirve la silvicultura y cómo proteger los bosques

Se entiende como silvicultura a todos los procesos y cuidados que buscan mejorar la calidad de los bosques. Esto incluye tareas como el control de los cultivos o el mantenimiento de los árboles.

La silvicultura se encarga de gestionar todo lo relacionado con la masa forestal. Dentro de esto se incluye el cuidado, mantenimiento y la producción de recursos agrícolas.

¿Explotación forestal y silvicultura son lo mismo?

Por mucho que en ambos casos se consigan recursos, hay una gran diferencia entre estas dos prácticas. Mientras que una está enfocada en el cuidado del bosque, la otra solo persigue intereses personales.

Para qué sirve la silvicultura y cómo proteger los bosques

La explotación forestal es el proceso por el cual se extraen recursos de un bosque para luego convertirlos en materias primas. Este proceso no tiene en cuenta el estado de la flora y en los peores casos puede acaban con la deforestación de amplios terrenos.

En cambio, la silvicultura aboga por la explotación controlada de los bosques, con el objetivo de controlar sus dimensiones y asegurar el buen estado de la vegetación presente.

Por qué es necesaria la silvicultura

Esta disciplina es fundamental para frenar el cambio climático. Su uso en los bosques ayuda a minimizar el impacto del calentamiento global y a largo plazo resulta especialmente beneficioso.

Por ejemplo, la silvicultura se utiliza bastante para aprovechar los cultivos. Hay muchos terrenos abandonados y fértiles que se pueden aprovechar para producir vegetales o plantar árboles frutales.

Para qué sirve la silvicultura y cómo proteger los bosques

El objetivo de la silvicultura es a largo plazo. No pretende que en cuestión de meses todo el planeta sea verde y respiremos un aire más limpio, pero sí minimicemos los daños del cambio climático y reduzcamos la contaminación de nuestras ciudades y alrededores.

Otro de los puntos importantes que incorpora este cuidado de manera indirecta es que también crea empleo. Para proteger los bosques es necesaria mano de obra que ejecute los planes previamente planteados por científicos.

Tipos de silvicultura

Se puede distinguir entre dos ramas diferentes de esta disciplina. Cada una se encarga de la conservación de los bosques, desde un punto de vista diferente y con otras tácticas. Son complementarias entre sí.

Por un lado, tenemos la producción directa. Esta es la que se encarga de la producción sostenible. Con ella se recogen los recursos del bosque y se obtienen materias primas.

Por el otro está la indirecta. No tiene nada que ver con la producción, trata de gestionar los beneficios que hay de la existencia del bosque. Esto incluye la mejora de la biodiversidad o el control del turismo naturalista.

También se puede establecer otra clasificación en función del nivel del terreno:

  • Sistema silvícola: consiste en cambiar y renovar la masa arbórea de un bosque por otra a fin de conservarlo mejor.
  • Tratamiento silvícola: en estos casos se produce una selección de las áreas y se estudian individualmente con el objetivo de aplicarles un trato personalizado.
  • Operación silvícola: todos los procesos orientados a conseguir los objetivos propuestos con el terreno. Esto incluye el uso de la maquinaria y los recursos humanos.

Pros y contras de la silvicultura

La realidad es que las ventajas superan por mucho a las desventajas de esta práctica. A fin de cuentas, su objetivo fundamental es cuidar el medioambiente y los bosques.

En primer lugar, ayuda a reforestar zonas de escasa vegetación. Puede parecer algo con poco impacto, pero bien llevada es capaz de invertir terrenos casi desérticos.

La fauna también se ve beneficiada de esta práctica. Algunas especies están en peligro porque sus bosques están desapareciendo, de esta manera se les proporciona un nuevo hogar.

Por supuesto, el aire que respiramos se ve afectado en gran medida (para bien) por la silvicultura. Los ríos y manantiales naturales también mejoran la pureza del agua.

El principal problema que tiene la silvicultura es que puede llegar a convertirse en explotación forestal si no se gestiona de la manera adecuada. Es posible que los suelos dejen de ser fértiles o que se coloquen especial incompatibles entre ellas.

La base fundamental de la silvicultura no deja de ser aprovechar el estado actual de nuestros bosques y hacerlos mejores o por lo menos mantenerlos en el mismo punto.

Un uso consciente de esta técnica sirve para mejorar el aire que respiramos, favorecer la biodiversidad del planeta y salvar a varias especies protegidas que se encuentran en peligro de extinción.

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