Las subidas de tensión y los cortocircuitos son algunos de los riesgos más habituales del circuito eléctrico en una vivienda. Sin embargo, cada vez existen más dispositivos tecnológicos, como el relé térmico, para que puedas proteger tu instalación eléctrica. Aquí te daremos consejos para que sepas usarlo.
En este artículo te vamos a explicar en detalle qué es un relé térmico, cómo funciona este aparato y qué ventajas ofrece a los circuitos eléctricos de tu casa.
El relé térmico es un dispositivo diseñado para evitar que se produzcan daños en las instalaciones eléctricas o bien para proteger los motores de algunos aparatos electrónicos. Este se coloca entre el motor y el contactor o mecanismo que sirve de apertura y cierre del circuito.
Como te decíamos antes, las averías eléctricas suelen ser habituales. Incluso si tu instalación eléctrica y todos tus aparatos funcionan bien, es normal que se produzca un calentamiento excesivo de los mismos. Sobre todo, si llevan mucho tiempo conectados a la corriente.
No obstante, estas incidencias normalmente son muy fáciles de resolver si tienes las herramientas adecuadas a tu disposición. Por eso puede ser muy interesante que compres un relé térmico, pero ¿de qué está compuesto exactamente?
Básicamente, el relé térmico es un regulador de corriente formado por una placa metálica de hierro, níquel y latón. Cuando se calienta demasiado, esta se dilata y la corriente eléctrica se interrumpe automáticamente. En el momento en que vuelve a enfriarse, se retoma de nuevo el paso de la electricidad por el circuito.
Ahora que ya sabes qué es un relé térmico y cómo funciona, seguramente te hagas la siguiente pregunta: ¿cuál elegir para proteger el circuito eléctrico de casa? Aquí tendrás que instalar el relé que mejor se adapte a tus necesidades. Según su función, este puede ser de varios tipos:
El modelo más utilizado de todos y el más sencillo. Se llama así porque funciona por corriente trifásica, un sistema de tres corrientes alternas acopladas. También se puede adaptar a distintos cuadros eléctricos de la vivienda dentro de sistemas monofásicos (un cable de corriente) y bifásicos (dos cables).
Funciona con mayor precisión que el relé termico tripolar, por lo que suele ser el preferido de los profesionales y no se utiliza en viviendas. Se utiliza sobre todo para regular la corriente en parques o polígonos industriales con cuadros eléctricos automatizados.
Idóneo para lugares con mucho frío o mucho calor, pues este tipo de relé es insensible a cambios bruscos de temperatura. Además, el dispositivo tiene una capa protectora que ayuda a proteger la placa metálica. De esta forma, el relé térmico no es capaz de detectar las condiciones ambientales y puede seguir funcionando perfectamente.
¿Y qué tipo de relé térmico es mejor de los tres? Pues dependerá del tipo de vivienda que tengas. Si vives en una zona donde no hace mucho frío y tampoco demasiado calor, lo más aconsejable es optar por un relé tripolar. De lo contrario, te recomendamos instalar un relé compensado.
Además de brindar un nivel de protección muy elevado de las instalaciones eléctricas en caso de sobretensiones o cortocircuitos, el relé térmico ofrece muchas otras ventajas:
Esto es muy importante. A la hora de instalar cualquier aparato o dispositivo tecnológico en el hogar, debes valorar que sea sencillo de colocar. De lo contrario, tendrás que contactar con profesionales de servicio técnico y el coste de instalación será mucho mayor que si puedes hacerlo tú mismo.
No en vano, siempre te aconsejamos que tomes todas las medidas de seguridad. Recuerda que manipular cualquier aparato eléctrico puede ser peligroso. Asegúrate de desconectarlo primero de la toma de corriente. Incluso puedes apagar el interruptor general de toda tu vivienda y después volverlo a encender.
Gracias a algunos relés de sobrecarga térmica que pueden controlarse en remoto, el mantenimiento de estos es más sencillo. Esto te permitirá detectar con mayor rapidez cualquier avería que se produzca en tu instalación eléctrica. Así podrás prolongar la vida útil de tus dispositivos sin tener que hacer un gran esfuerzo.
Asimismo, estos aparatos no necesitan ningún tipo de cableado ni configuración adicional. Esto facilita mucho los costes no solo de instalación sino también de mantenimiento.
Por último, pero no menos importante, la seguridad. El relé no solo es seguro por todas las garantías de protección que ofrece a la instalación eléctrica de tu casa. También es muy seguro a la hora de manipularlo, ya que los riesgos de sufrir accidentes eléctricos son muy bajos.
También se puede configurar para que el paso de la electricidad vuelva a producirse de forma manual o automática. Esto te dará mucha más tranquilidad, ya que no tendrás que preocuparte de revisar el relé cada dos por tres.
En definitiva, instalar un relé térmico no solo te ayudará a proteger tus instalaciones eléctricas sino también a ahorrar electricidad.
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