Los aparatos de la casa pueden dejar de funcionar en cualquier momento y hay meses que no te puedes permitir comprar uno nuevo. Ante esta situación siempre tienes la opción de adquirir electrodomésticos de segunda mano, pero deberías conocer sus ventajas y contras.
Cambiar los electrodomésticos de casa puede ser un verdadero dolor de cabeza según el momento en el que nos pille. Obviamente, queremos que sean buenos, bonitos y baratos, pero esto es algo que cuesta bastante.
Si estás buscando un nuevo horno, microondas o cualquier aparato de este estilo ¿te vale la pena que sea de segunda mano? ¿Hay que priorizar calidad antes que cantidad? Te contamos todas las claves.
La lavadora o la nevera son máquinas a las que les vas a dar muchísimo uso, así que quieres que te salgan buenas. También son muy caras, por lo que cuantos más años te duren, mejor. La duda es si los electrodomésticos de segunda mano pueden cumplir con todo esto.
El principal motivo por el que se compra un electrodoméstico de segunda mano es el ahorro. Lógico, te puedes ahorrar unos cuantos cientos de euros por un producto que va a cumplir la misma función.
No solo eso, también estás ayudando al medioambiente y siendo sostenible. Al reusar uno de estos productos no es necesario que se fabrique otro, con todos los procesos perjudiciales para el planeta que esto involucra.
Otro de los puntos más destacado es la calidad de los electrodomésticos. Hay veces que se cambian porque el dueño se ha encaprichado de otro mas moderno o tiene un pequeño fallo estético. Si te encuentras con uno de estos, estás de suerte.
La mayoría de los electrodomésticos de este tipo que se compran te van a acompañar durante una larga temporada. Te recomendamos que le eches un vistazo al año en el que se fabricó.
En resumen, comprar un electrodoméstico de segunda mano puede servirte para ahorrar bastante dinero en un producto de calidad que beneficia al medioambiente.
No todo iba a ser tan bonito, comprar estos aparatos de segunda mano también tiene algunos inconvenientes que deberías conocer antes de adquirir uno de ellos.
Uno de los puntos más negativos que tiene este tipo de compra es que no vas a tener garantía en la inmensa mayoría de los casos. ¿Qué significa esto? Si tienes una avería te va a tocar arreglártelas por ti mismo.
En función de la página y el vendedor, también existe la posibilidad de que te estén estafando. Asegúrate de que estás en una web de fiar y no hagas ningún pago extra que te pidan antes de recibir el producto.
Con respecto al consumo de los electrodomésticos vas a tener otro problema. La innovación tecnológica hace que los nuevos aparatos que crean gasten menos energía, por lo que tu factura de la luz se podría ver afectada de forma negativa.
Probablemente también te toque organizar el traslado del aparato. En algunas pequeñas como una tostadora no hay problemas, pero mover una lavadora te puede dificultar un poco las cosas.
Por último, también existe la posibilidad de que tengas problemas de decoración. Combinar esa ganga de nevera marrón que has pillado tirada de precio puede ser un poco difícil.
Antes de quedarte con uno de estos enseres tienes que saber qué uso le vas a dar y las limitaciones que tiene. Por ejemplo, a una lavadora de diez años, por muy barata y bonita que sea, le quedan un par de años de vida útil.
Por supuesto, tienes que gastar cuidado con las webs en las que realizas la compra. Lo suyo es que estés en las más famosas y fiables, además de comprobar las reseñas del vendedor.
Los electrodomésticos que más te conviene comprar son los de un mayor coste. ¿Por qué? Son en los que vas a notar una mayor bajada de precio de manera proporcional.
Siempre que tengas la opción de ver el electrodoméstico antes de la compra, hazlo. De esta manera vas a poder comprobar el verdadero estado en el que se encuentra y encontrarle fallos.
Tampoco estaría de más asegurarte de que combina bien con el resto de la estética de la sala. Vas a ver ese electrodoméstico mucho, mejor que no te moleste a la vista.
La respuesta puede sonar ambigua, pero: depende. Hay que saber distinguir entre las buenas oportunidades de compra y las que no te convienen.
Por ejemplo, se te puede estropear la lavadora y comprar una de segunda mano que te vaya genial. A tu primo le puede pasar lo mismo, con la diferencia de que la suya empezó a dar fallos a la tercera colada.
Lo más importante es investigar bien, buscar entre muchos productos y quedarte con el que más te convenza. Este proceso puede ser lento y pesado, pero te aseguramos que merece la pena.
Si haces una buena búsqueda es muy probable que encuentres un producto de segunda mano que te solucione los problemas. En rasgos generales, podemos decir que sí merece la pena (con excepciones).
Si quieres más consejos sobre electrodomésticos, desde EnergyGO estaremos encantados de ayudarte. Entra en nuestra web o llama al 900 622 700 y deja que te informemos.