Sostenibilidad
Qué es la agricultura ecológica y qué tipos existen
La agricultura ecológica pretende que sigamos sembrando las mismas frutas y hortalizas de siempre, pero haciéndole menos daño al planeta.
Hay una inmensa cantidad de personas en el planeta, todas ellas se deben alimentar como es debido. Es por eso que tenemos tantas granjas, cultivos o piscifactorías. El problema está en su impacto negativo en el medioambiente. Una alternativa es la agricultura ecológica, te contamos qué es y qué tipos existen.
El sector agrícola es muy importante para la sociedad, es el encargado de darnos los alimentos necesarios para sobrevivir en nuestro día a día. Algunas naciones viven de esta tarea, mientras que otras se dedican a importar estos productos.
Lo que está claro es que tiene una enorme influencia en el medioambiente, ya que trata los suelos, los mares y la vegetación. Hasta el momento, existen diferentes técnicas, pero no todas ellas son sostenibles.
En la agricultura actual se utilizan algunas técnicas que son perjudiciales para el medioambiente. Por ejemplo, el uso excesivo de fertilizantes o pesticidas provoca la pérdida de calidad en el suelo y puede dañar los océanos.
Si nos fijamos en la agricultura tradicional, vemos como es una de las principales responsables de la pérdida de la biodiversidad en el planeta. Ahora bien, ¿qué alternativa tenemos?
La agricultura ecológica es la que pretende usar todas las técnicas naturales y que sean beneficiosas para el planeta. Con todo esto, planea mantener una producción similar a la anterior, pero sin todos los inconvenientes que conlleva.
Lo más importante dentro de la agricultura ecológica es que se respete la biodiversidad por encima de la eficiencia. Si un producto puede aumentar el producto que obtengas, pero va a perjudicar al medioambiente, no se usa.
La agricultura ecológica persigue algunos objetivos claros, todos ellos, relacionados con el cuidado del planeta. Los más importantes son los siguientes:
La teoría es muy sencilla, para formar parte de la agricultura ecológica, solo hace falta que uses técnicas que no dañen al medioambiente ni la biodiversidad a corto o largo plazo.
Ahora bien, para conseguir esto, hay diferentes métodos que son muy interesantes. Todo dependerá del tipo de agricultura ecológica que vayas a hacer, las más usadas son las siguientes:
La permacultura es una de las técnicas que están cogiendo fuerza en los últimos años. Consiste en copiar los procesos que realiza el medioambiente de forma automática, sin dañar al planeta.
La agricultura biodinámica es otra de las que más se suelen usar. En este caso, se aboga por que el campo en general es un ser vivo, con diferentes factores como los animales o cultivos.
En este caso, las personas también somos parte de ese “organismo vivo” y tenemos que hacer que el cultivo coincida con el ritmo que lleva la tierra. Por supuesto, respetando el suelo y todos seres que lo habitan.
La agricultura sinérgica consiste en que aprovechemos únicamente lo que nos ofrece el planeta. La tierra se regula por si misma, así que no hay que preocuparse de los fertilizantes o pesticidas.
En último lugar se encuentra la agricultura natural. El planteamiento es muy sencillo, si la vida se ha gestado sin la intervención del hombre, puede seguir funcionando de manera autónoma. Por ello, no debemos actuar en los cultivos.
El primer punto positivo ya te lo puedes imaginar, y es que se respeta mucho más al medioambiente. Al no usar productos perjudiciales para el planeta, cuidas la biodiversidad.
Por otro lado, también aumenta la calidad de las frutas u hortalizas que se producen. Al no ser tratadas con productos químicos, se pueden desarrollar de forma natural y ser más nutritivos.
Como no se utilizan los insecticidas o fertilizantes, el agricultor puede ahorrar dinero, por lo que se fomenta la economía en zonas rurales. Lo mismo pasa con el menor gasto energético.
También debemos ver el punto negativo de todo esto, ya que no iba a ser un camino de rosas. Hay un par de inconvenientes que se deben considerar antes de optar por estas técnicas de cultivo.
El primero de ellos, es que no se sabe si este tipo de agricultura será capaz de abastecer a toda la población mundial. Lo más probable es que los rendimientos bajen, así que habría que buscar una solución.
Por otro lado, se debe considerar el aumento de los precios. Si vas a cualquier supermercado, verás que los productos “eco” son más caros que el resto, algo que suele tirar para atrás a los posibles consumidores.
No obstante, este tipo de agricultura puede ser muy beneficiosa para el planeta, pero antes, habría que garantizar que se puede cumplir con las cuotas necesarias y los cultivos podrían ser accesibles para todo el mundo.
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