El animal más eléctrico del mundo: una anguila de 860 voltios

12 Diciembre 2020 17:27

860 voltios, que se dice rápido pero pueden derribar a un caballo, es la potencia del animal más eléctrico del mundo, concretamente, una anguila de más de un metro cuyo origen está en los sistemas fluviales tropicales de Sudamérica y Centroamérica.

Girl Power, también en la naturaleza

Esta anguila pertenece al género Electrophorus, del que actualmente se conocen pocas especies en todo el planeta.

En 2019, la revista Nature contabilizó tres especies conocidas vivientes, de las cuales un ejemplar femenino de E.voltai, nuestra amiga la anguila, es la más potente de todas, alcanzando los 860 voltios en un ejemplar de 1,2 metros.

Comparativamente, para que nos hagamos una idea de lo que esta anguila puede hacer: pensemos en una pistola Taser. Una pistola Taser tiene la capacidad de proporcionar 19 pulsos de alto voltaje por segundo, mientras que la anguila de la que estamos hablando es capaz de generar 400 pulsos por segundo.

Suponiendo que la anguila pudiese salir del agua, para que visualicemos más facilmente su poder: con ese voltaje podría cazar un toro.

Girl Power, nunca mejor dicho.

Si no puedes convencer, electrocuta

Contrario a lo que se podría pensar, la potencia de la E.voltai no es un arma, sino un mecanismo adaptativo para sobrevivir en un medio acuático de baja conductividad. Su corriente sirve para cazar o para defenderse, pero no hay evidencia de que sea utilizada de forma proactiva.

De hecho, muchos peces que generan y transmiten electricidad, son capaces de regular la potencia cuando la intención es, simplemente, orientarse o comunicarse.

Muchos de estos animales controlan tan bien su potencia, que los estudiosos del medio marino han conseguido clasificar en tres grandes niveles la cantidad de electricidad que emiten según lo que necesiten.

  • Pulsos de baja tensión para orientarse y estudiar su entorno.
  • Descargas de alta tensión pero duración hiper breve emitidos para cazar.
  • Electrochoques de alta tensión y alta frecuencia al capturar presas.

Con respecto a la forma en la que un animal marino genera corriente, se ha descubierto que tienen tres pares de órganos que cumplen esta misión y que no guardan relación directa con el tamaño de la criatura.

Quiere decir esto que... ¿Una anguila es más letal que un tiburón? Ehmmm... no exactamente. Todo dependerá de la anguila, del tiburón y del contexto en el que intentemos valorar la letalidad de ambos.

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Ciertamente, lo de los 860 voltios impresiona, pero también te impresionará saber que los tiburones, si bien no emiten electricidad como las anguilas, sí que son capaces de detectar los cambios de voltaje que ocurren debajo del agua, lo que les ratifica como uno de los predadores más infalibles de la naturaleza.

Biodiversidad eléctrica

Aunque La Sirenita nos enseñó que la anguila eléctrica era la única eléctrica del grupo, en la naturaleza el reparto de talentos ha sido bastante más amplio.

Leucoraja erinacea, o "raya" para los amigos, y el pez gato o Scyliorhinus retifer, por citar solo un par de las más de 250 especies eléctricas vivas registradas, también son eléctricos y emplean su voltaje -superior al que puede generar una red eléctrica promedio- para aturdir a sus presas, aprovechando la cualidad del agua como conductor de corriente.

Pese a que el número de especies eléctricas vivas conocido es muy limitado en comparación con otras grandes familias de animales, la certeza de que existen animales con voltaje se tiene desde el antiguo Egipto, donde faraones, momias y una amplia mitología, eran el telón de fondo en el que los animales marinos eléctricos servían como tratamiento para la epilepsia y algunos tipos de cefaleas.

Sin embargo, en aquel contexto se desconocía la forma en la que un ser vivo se convertía en una fuente efectiva de electricidad.

Hoy por hoy, está documentada la capacidad de algunos tipos de peces para transformar músculo en órganos sensibles a la electricidad y, por lo tanto, responsables de la creación de campos eléctricos mediante moléculas especialmente útiles para la transmisión de corriente.

Los humanos también somos eléctricos

Si lo de los peces eléctricos parece ciencia ficción, lo de los humanos eléctricos da para una tanda más de películas de los X-Men.

No obstante, es rigurosamente cierto que el cuerpo humano funciona gracias a estímulos de energía que activan los músculos para hacer cualquier movimiento cotidiano, como andar, y hasta involuntario, como parpadear.

Desde luego, ninguno de nosotros genera 860 voltios como la anguila, pero la base funcional se parece: contracción muscular que genera tensión. Ejemplo de ello puede ser la conocida "activación muscular" que nos vale para "meter tripa" en las fotos (y que ya nos gustaría que también nos sirviera para cargar el móvil).

Entonces, ¿dónde está la gran diferencia entre una anguila y tu vecina la del quinto? Neuronas. Va sin ánimos de ofender, no queremos decir ni por asomo que tu vecina tenga pocas, sino que las tiene diferentes, conectadas de forma que puede hacer todo lo que podemos hacer las personas sin alcanzar la compleja red que se genera en los animales eléctricos.

Electricidad: ese regalo de la naturaleza

Sin lugar a dudas la electricidad existe desde que el mundo es mundo y, aunque no podemos aprovechar los 860 voltios de la anguila más que para maravillarnos sabiendo que existe, sí que da para pensar en lo importante que es mantener "ese delicado equilibrio que mantiene todo unido", que diría Mufasa.

Y esta es una razón más que suficiente para que elijas energía verde, amigable con el planeta, como la de EnergyGO, la eléctrica de Yoigo.

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