Cómo cuidar la batería del coche eléctrico de forma barata

11 Octubre 2021 13:00
Batería, almacenamiento de energía renovable

Es mucho más que un simple accesorio a sustituir en caso de avería. De acuerdo con diversos estudios del sector, cambiar la batería del coche eléctrico puede llegar a suponer casi un 35% del coste total del vehículo.

Verdad es que estos modelos tienen muchas menos piezas que sus homólogos de combustión, pero al mismo tiempo concentran gran parte del gasto de mantenimiento en un solo punto. Es decir, la mencionada batería.

Hablamos del principal responsable del sobrecoste que hoy tienen los coches eléctricos, y una de las principales barreras que se están encontrando los gobiernos de todo el mundo para renovar el parque móvil de las carreteras.

Basta con mirar el precio medio de las baterías en cada modelo para darse cuenta de este problema. Con el aumento de la producción se espera que en el futuro bajen los costes de fabricación, pero hoy por hoy la situación es la que es.

MODELO CAPACIDAD PRECIO
Ford Mustang Mach-E 68 kWh 17.407 euros
Renault Twingo Electric 21,4 kWh 3.600 euros
Volkswagen ID.3 62 kWh 15.080 euros
Smart ForTwo 16,7 kWh 10.000 euros
Renault Zoe 52 kWh 8.476 euros
BMW i3 37,9 kWh 27.704 euros
Tesla Model S 100 kWh 26.900 euros
Tesla Model 3
Performance
75 kWh 20.175 euros

Por eso, en lugar de revisar los filtros tradicionales del coche de combustión, es vital no quitarle el ojo de encima a la batería del automóvil eléctrico. Igual que sabemos que no hay que echarle diésel a un gasolina y viceversa, aquí hay ciertas normas mínimas a seguir.

En este mundo eléctrico, además del testigo de avería de motor, también hay que tener en cuenta lo que se denomina como State of Health (SoH). Es decir, la capacidad real de la batería respecto a la que ofrecía cuando salió de fábrica,

Las marcas, con algunas diferencias, suelen ofrecer garantías de 8 años (unos 160.000 kilómetros). Traducido a lo anterior supone una degradación aproximada del 30%. Es decir, que tendrás el coche cubierto hasta una capacidad de carga del 70%.

Si no sabes de lo que te hablamos, o solo conocemos los clásicos consejos populares, entonces sigue leyendo. En este artículo te vamos a dar ciertas pautas para cuidar la batería del coche eléctrico y mantenerla en buen estado durante muchos años.

Reduce los ciclos de carga

Sucede lo mismo con los teléfonos móviles; las baterías tienen un rango óptimo de funcionamiento, y cuando se las saca de ahí empiezan a degradarse poco a poco. Si esperas a descargar a tope el coche y después lo recargas al máximo, estarás dañándolo lentamente.

La salud de una batería depende de los ciclos de carga, y al hacer eso se tiende a aumentarlos. Cuantos más hagas, menos te durará el automóvil. Por eso las marcas recomiendan mantener la carga siempre entre el 20% y el 80%.

Esto lo puedes configurar en el propio vehículo, indicando y dejando prefijados los porcentajes de carga del vehículo sin tener que estar pendiente del cargador” señalan desde Hyundai.

¿Entonces nunca hay que hacer cargas concretas? Los fabricantes recomiendan hacerlas muy de vez en cuando (por ejemplo cuando nos vamos de viaje) para reequilibrar las celdas, pero no como algo rutinario.

Protégela de las temperaturas extremas

Durante el temporal Filomena, las voces contrarias al coche eléctrico aprovecharon para resaltar el daño que sufrían estos modelos en situaciones climatológicas tan extremas. Y no estaban del todo desencaminados.

Las baterías de litio, las más utilizadas en la actualidad para los vehículos cero emisiones, funcionan mejor entre 15 y 35 grados. Es en ese rango en el que la reacción química interna es capaz de liberar más energía sin renunciar a nada.

Tanto el frío como el calor pueden degradar los componentes y, además, en el caso del calor afectará también a la autonomía”, indica la marca coreana. “Por ello es aconsejable aparcar el coche siempre en garaje o en una zona resguardada de la meteorología adversa”.

Es verdad que los fabricantes ya incluyen sistemas de protección, pero aún así es importante ser proactivos. Si hace calor puedes mantener el coche conectado para echar mano del sistema de refrigeración.

En el futuro, puede que a partir de 2023, las baterías de estado sólido podrían haber resuelto esta debilidad, pero en la actualidad no hay alternativa.

Huye de las cargas rápidas

Te pueden sacar de un apuro en un momento determinado, pero no es aconsejable abusar de ellas. Las cargas rápidas solventan, en parte, el gran problema de las soñadas electrolineras del futuro. No obstante, lo cierto es que las marcas todavía no han dado con la tecla para abrazar esa idea.

El problema radica en el daño que sufren las celdas cuando se les introducen muchos kW en poco tiempo. “Su uso continuado acorta un 1% anual la vida útil de las baterías”, apuntan desde factorenergía. “Tras 10 años, la capacidad puede haber descendido hasta el 70%”.

Por eso solo debes acudir a ella cuando no te quede otra opción. Es importante hacer planificación de cargas para no encontrarte en situaciones de apuro como la que mencionamos.

Cuidado con los estacionamientos largos

Vamos sumando ideas y llegamos a esta conclusión: protege el coche eléctrico si va a estar mucho tiempo estacionado. Antes de nada, en ese caso deberías intentar dejarlo dentro del garaje conectado al punto de carga.

Si no es posible, apárcalo en un lugar fresco (donde no dé mucho el sol o solo lo haga pocas horas al día), activa el modo de descarga lenta (ya lo incluyen casi todos los modelos), y asegúrate de que no se queda con menos del 20% de carga.

Suponiendo que preveas una parada de más de tres meses, las marcas recomiendan cargar el coche unas dos o tres veces al 80% antes de ponernos al volante. De esa manera reactivaremos las celdas sin provocar ningún daño.

Practica la conducción eficiente

Cuando pisas el acelerador a fondo o sales del semáforo como si fueras un piloto de Fórmula 1, provocas un aumento notable del consumo. En coches de combustión esto implica aumentar la media de consumo y tener que pasar antes por la gasolinera.

En el caso del vehículo eléctrico hablamos de una reducción de autonomía. De ahí que lo más interesante sea practicar la conducción eficiente. Es decir “conducir de manera suave evitando acelerones bruscos”, apunta Hyundai.

Cuando vayas a salir de parado hazlo suavemente, y si estas en pendiente trata de aprovechar la inercia y la retención del freno para recargar la batería. Estos vehículos incluyen sistemas capaces de convertir el calor de la energía cinética de los frenos, en electricidad.

Nadie te va a culpar si no sabes cómo mantener tu coche eléctrico nuevo; es un sistema de movilidad al que no estamos acostumbrados, que tiene sus propias particularidades frente al vehículo de combustión tradicional.

Pero es importante que vayas asimilando estas prácticas, para alargar la vida de tu compra lo máximo posible. En EnergyGO te estaremos apoyando con una energía 100% limpia y nacional para el vehículo. Entra en nuestra web o llama al 900 622 700 e infórmate.

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